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domingo, 10 de abril de 2011

4 Pasos para Ser Feliz

Lo que más deseamos en la vida es la felicidad.
Pero en ocasiones saboteamos nuestros esfuerzos para alcanzarla.
La felicidad no es un destino a donde se llega, sino es la manera de caminar por la vida.
Si quieres pertenecer al selecto grupo de gente feliz, seguir cuatro pasos para lograrlo.
1- Desmantela tu armadura
Con frecuencia tememos ser felices y saboteamos nuestras ilusiones porque pensamos que no merecemos la felicidad y nos da miedo tratar de alcanzarla.
Acepta que al reprimir tus sueños no los proteges, sino que impides que se realicen. Haz esfuerzos verdaderos para convertirlos en realidad.
 2- Conéctate con los deseos de tu corazón
Haz una “cita” contigo mismo para explorar cuáles son los sueños y los deseos que duermen en el fondo de tu corazón.
 3- Reconoce tu propio poder
Para conquistar la felicidad, empieza a practicar una actitud positiva, a fomentar la confianza en ti mismo y a decir ´sí puedo´, a todos los retos que te vaya planteando la vida. Muy pronto descubrirás que puede hacer cosas de las que antes te sentías incapaz.
4- No tomes precauciones como pretextos
En las decisiones importantes de la vida los temores y pretextos deben dejarse a un lado y debe imponerse el valor para correr ciertos riesgos, porque se necesita determinación para perseguir y alcanzar los grandes sueños.

Autor:
Denis Derivet

Referencia:

domingo, 3 de abril de 2011

Me permito ser Feliz

Qué gran e importante decisión podemos tomar. Sólo depende de nosotros…

La Clave de la Felicidad está en ti.

La clave para tu felicidad y tu satisfacción esté en lo profundo de ti, en el interior de tu corazón y de tu mente. La manera como empiezas cada día es muy importante; puedes empezar con el pie derecho o con el equivocado. Te puedes despertar con una canción de alegría y gratitud en tu corazón por el nuevo día, por estar vivo, por el verdadero milagro de vivir, y por estar en sintonía con el ritmo de la vida. Puedes esperar lo mejor del día que comienza y de esa forma atraerlo, o puedes comenzar abrumado como con un peso sobre tus espaldas, disgustado y fuera de ritmo. Eres responsable de lo que el día te traiga, sabiéndolo, tu responsabilidad es más grande que la de aquellos que no están conscientes de ello y, por tanto, no lo saben. No puedes culpar a otro por el estado de tu mente. Todo depende de ti. 

Autora : Eileen Caddy
Referencia : Eilleen Caddy, “Abriendo las Puertas de tu Interior”, DEVA´S, Buenos Aíre, Argentina, 2005, pp104