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sábado, 28 de abril de 2012

La Felicidad es una decisión personal

Comparto con ustedes un artículo de Pascual Hernández, relativo a la Felicidad del gran conferencista Dale Carnagie.
Decí­a Abraham Lincoln que “Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo” o sea…
- ¿La felicidad es una decisión personal?
- ¿Depende de ti que seas más feliz?
- ¿Felicidad y alegrí­a son sinónimos?
Si te interesa tener buenas respuestas a estas cuestiones te invito a que sigas leyendo pues Dale Carnegie, uno de los pensadores y conferencistas más notables de autoayuda, te va a mostrar sus 7 principios o pasos para que logres cultivar la actitud mental necesaria para procurar paz y felicidad en tu vida. ¿Te interesa?
Bien, pues déjame compartir contigo estos
7 PASOS PARA SER FELIZ según Dale Carnegie
Paso 1. Ten pensamientos de paz, valor, salud y esperanza, porque tu vida es obra de tu pensamiento.
Tus pensamientos construyen tu vida, por lo que tienes que tener tú el control de tu mente.
Comienza tu dí­a con pensamientos positivos, como indica el Dalai Lama: “Cada dí­a al levantarte, puedes desarrollar una sincera motivación positiva al pensar: Viviré este dí­a de forma positiva. No desperdiciaré este dí­a.”
Paso 2. No trates nunca de pagar a tus enemigos con la misma moneda, ya que si lo haces, será más grande el daño que te harás a ti mism@.
Paso 3. En lugar de preocuparte por la gratitud, no la esperes. Recuerda que el único modo de ser feliz es dar por el sólo placer de dar.
Como decí­a Confucio: “Exí­gete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así­ te ahorrarás disgustos.”
Paso 4. Cuenta tus bienes, no tus males.
Sé más consciente de lo mucho que tienes. Dale valor, disfrútalo, sonrí­e y siéntete afortunad@. Conviértete en un localizador de beneficios. Como dice Orison Swett Marden “Adopta la divisa del reloj de sol: yo no marco sino las horas soleadas”.
Paso 5: No imites a los demás, se tu mism@, porque “la envidia es ignorancia” y “la imitación es suicidio.”
“Nadie es superior, nadie es inferior, ni nadie es igual tampoco. Cada uno es único (…) Cada uno es una única manifestación. Así­ que deberí­amos destruir toda idea de superioridad, inferioridad o igualdad y reemplazarla por una nueva idea de unicidad. Solamente mira con amor y verás que cada individuo tiene algo que nadie más posee.” (Osho).
Paso 6: Cuando el destino nos entregue un limón, tratemos de hacer una limonada.
Todos pasamos por situaciones complicadas en la vida, a todos se nos dan “limones” ¿Qué haremos con ellos? “No podemos cambiar las cartas que se nos reparten, pero sí­ cómo jugamos nuestra mano.” (Randy Pausch).
Paso 7. Olvida tu propia felicidad tratando de crearla para los demás. Cuando eres bueno para los demás, eres mejor para ti mism@.
“No debemos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz.” (Madre Teresa de Calcuta).
Referencia:
“Cómo Ser Feliz según Dale Carnegie”
16 Octubre 2011
Pascual Hernández

La Felicidad es como un Prisma.


Claramente la felicidad es un tema que puede definirse de muchos puntos de vistas, es multidimensional como la vida y multidisciplinario como nuestras profesiones.
Un interesante artículo de Francisco Alcaide Hernández en el que se trasncibe a continuación:

"La historia de la felicidad es la historia del hombre", decía Ortega y Gasset. Es el tema más universal, la aspiración última del ser humano. Sin embargo, es un término escurrizo que supone casi siempre adentrarse en arenas movedizas. Aquí lo hemos dedicado algunos posts como ¿Se puede aprender a ser feliz?, El dinero no es importante, es lo más importante o ¿A partir de los 50 más felices?

Cito el tema porque el pasado fin de semana el XL Semanal de ABC traía un reportaje titulado: ¿Qué es la felicidad?; era un reportaje con motivo del Congreso de la Felicidad celebrado días atrás.
La entradilla decía: ¿Es lo mismo para un psiquiatra que para un místico? ¿Y para un científico? Con motivo de un congreso sobre el tema de la felicidad hemos pedido a varios de los ponentes que traten de explicar un concepto tan difícil de definir y tan ansiado.

Aquí van las respuestas y que cada uno extraiga sus conclusiones:

JOSÉ LUIS ARSUAGA. Antropólogo.

"No tengo ni idea de qué es la felicidad, pero sí sé cuando me siento feliz. Cuando me levanto por la mañana, abro la ventana y digo: ¡Qué maravilla! ¡Qué delicia estar vivo!. Luego me voy cansando a lo largo del día, pero me levanto con optimismo. Esa idea de felicidad que tenemos en Occidente, como si fuera algo que podemos encontrar... No. No existe. Es algo más instintivo, biológico.

EDUARDO PUNSET. Divulgador científico.
Hoy definimos la felicidad como la ausencia del miedo. Aunque también hemos aprendido que es bueno mezclar un poco las emociones negativas: tristeza, ansiedad, soledad... porque, en su justa dosis, contribuyen a que sepamos lo que nos amenaza. Hay que gestionar nuestras emociones para evitar el miedo y dejarse enseñar por la vida. Y no olvidar que cualquier tiempo pasado fue peor.

JAUME SANLLORENTE. Fundador de la ONG Sonrisas de Bombay.
¿Cómo lograr la felicidad? Para empezar, quizás quejándose menos. Felicidad es lo mismo en España que en Bombay. Me molesta cuando escucho sobre los suburbios indios: "Ay, es que esta gente es tan feliz sin tener nada". Y pienso: "Pues entonces véndelo todo y vete a tu chabola". Que regalen una sonrisa no quiere decir que sean felices. Pero en Occidente sonreír queda mal. Aquí está mejor visto no ser feliz

LUIS ROJAS MARCOS. Psiquiatra.
La felicidad es la sensación de que la vida tiene sentido. Es un ingrediente importante para la supervivencia de la especie: si la mayoría pensara que la vida no merece la pena, no tendría hijos y se moriría antes. Ocurre algo curioso: pensamos que somos más felices que los demás. Cuando le pedimos a alguien que evalúe de 0 a 10 su grado de satisfacción personal, si lo hace con un 7, normalmente valorará la felicidad de los demás en un 4.

MATTHIEU RICARD. Biólogo molecular y monje budista.
No hay que confundir felicidad con placer. El placer se consume mientras lo consigues. La felicidad, en cambio, es un estado mental. Es un conjunto de elementos, como el amor altruista o la compasión... Lo importante es que es una capacidad que se aprende, pero hace falta un método. El budismo es uno, pero hay otros. Lo vital es conocer nuestro interior.

SOR LUCÍA CARAM. Monja contemplativa.
La felicidad es compartir. Pero no dar. Dar, no; porque cuando uno da, está en una situación de superioridad respecto al que recibe. El deseo de compartir está en todos: creyentes y ateos o agnósticos. Tenemos un capitalismo sin entrañas que lo ha hecho es fabricar más pobres. Ahora, cuando estás bien hundido, te das cuenta de lo único importante: amar y ser amado. Yo siempre digo: maldita crisis y bendita oportunidad. Yo creo que algo nuevo está naciendo.

MARIO ALONSO PUIG. Cirujano.
La felicidad es una forma de ser y de estar. Está asociada al aumento de un neurotransmisor llamado dopamina. Cuando estamos en este estado de paz interior, el sistema nervioso parasimpático se activa y favorece la producción de células que actúan contra las bacterias, los virus y los tumores. Hoy vivimos en un mundo que se mueve demasiado deprisa. Necesitamos pararnos y definir prioridades. Yo no siempre lo consigo.

Hay muchos libros sobre la felicidad interesantes. Algunos que merecen la pena son: Grandes contras sobre... ...la búsqueda de la felicidad, La Contra; La ciencia de la felicidad, de Sonja Lyubomirsky; o El viaje a la felicidad, de Eduardo Punset. Y uno de reciente aparición: Felicidología: la ciencia de la felicidad.


Referencia:
¿Qué es la felicidad?
24 Abril 2012
Francisco Alcaide
http://www.franciscoalcaide.com/2012/04/que-es-la-felicidad.html

Felicidad y las cosas simples de la vida.

Cuando pensamos en la felicidad, a veces pensamos en cosas muy complejas… pero en la realidad hay cosas sencillas que nos permiten disfrutar mejor de la vida.
A continuación transcribo un artículo publicado en la referencia citada:
En busca de la felicidad
Algunos consejos para estar alegres todos los días
Si busca la felicidad y no sabe cómo lograrlo, recuerde que son las pequeñas cosas que hace y deja en su vida diaria las que le ayudarán a tener ese sentimiento. Le dejamos 10 tips con cosas sencillas que pueden hacer de su día a día uno lleno de felicidad.
Algo más
Ser felices también depende de esos pequeños momentos en que podemos ceder ante ciertas tentaciones o gustos.
1.    Las plantas ayudan a ver la belleza.
Tenga unas, cuídelas y riéguelas.
2.    Acuérdese de los buenos momentos.
Piense todos los días en algún acontecimiento positivo e importante en su vida.
3.    Converse con gente de su agrado solo por el gusto de hablar.
Disfrute de la conversación.
4.    Vuelva a comunicarse con personas que hace tiempo no ve.
Llame a ese amigo o familiar y queden para encontrarse.
5.    Es bueno darse un gusto todos los días, un postre, una buena película, un masaje, una buena música, lo que sea pero que se disfrute.
6.    Sonría todos los días.
La sonrisa nos llena de endorfinas, las responsables de hacer que disfrutemos de las cosas y que logremos una mejor producción.
7.    El ejercicio favorece el bienestar personal.
Haga ejercicio físico como mínimo tres veces a la semana.
8.    Sonría y salude a un desconocido por lo menos una vez al día.
9.    Tenga tiempo para usted.
10. Dé un poco de alegría a otros.
Intente hacer una buena acción todos cada día de su vida. La felicidad tocará sus puertas.
Referencia:
“Como ser feliz todos los días”
24 Abril 2012
http://larevista.aqpsoluciones.com/2012/04/24/como-ser-feliz-todos-los-dias/

domingo, 22 de abril de 2012

El poner atención a la Felicidad… significa también cuidar el Planeta




El Sr. Héctor Faya Rodríguez en su artículo “El Secreto de las Naciones Felices”, deja en claro que el “Tema Felicidad” está siendo debatido con mayor profundidad y se le está dando la importancia que tiene para el bienestar de los seres vivos en nuestro planeta.
A continuación un resumen de aspectos sobre el tema.
Hay países y organizaciones que están revolucionando la forma de medir el bienestar de las personas. Están midiendo la felicidad de las sociedades, dejando atrás las arcaicas fórmulas matemáticas que sólo medían el bienestar en base a indicadores económicos.

Es una revolución porque la felicidad comienza a dejar de ser vista como algo subjetivo, vago e individual. Una nueva generación de científicos, economistas, psicólogos y sociólogos han demostrado que la felicidad puede ser medida, entendida y evaluada a nivel de sociedades y naciones. La felicidad puede ser, por lo tanto, una política de estado.

Hace apenas unos días, fue publicado el reporte sobre felicidad mundial más completo conocido hasta ahora. Este estudio fue elaborado para la ONU por la Universidad de Columbia, con la coautoría de Jeffrey Sachs, uno de los economistas más influyentes de las últimas décadas.

El estudio señala que las naciones más felices del mundo tienen altos estándares de desarrollo económico, como Dinamarca, Noruega, Finlandia y Holanda. Por otro lado, las naciones menos felices se encuentran en el Sub-Sahara Africano, la región mas pobre del planeta.

Pero no todo se trata de dinero. En algunos países desarrollados como Estados Unidos, China y Japón (de los que más han crecido en las últimas décadas) la felicidad no ha aumentado; al contrario, ha declinado junto con disminuciones en niveles de confianza social.

Esta nueva tendencia está influenciando organizaciones. La ONU, por ejemplo, aprobó una resolución reciente que reconoce la búsqueda de la felicidad como "un objetivo humano fundamental". La OCDE, por otro lado, planea promover estándares de medición de felicidad entre sus países miembros. También, la Comisión Europea creó su medición “El PIB y más allá”.

Igualmente, algunos países están poniendo manos a la obra: Bután, un país de la cordillera Himalaya, mide hoy su desarrollo a través de su Felicidad Interna Bruta; Inglaterra, por su lado, puso en marcha un índice que mide la felicidad de sus ciudadanos. Francia acaba de crear una Comisión para medir el progreso social. La felicidad es un derecho constitucional en algunos países como Japón, Corea del Sur y más recientemente Brasil.

Lo importante de esto es que cada vez se entiende mejor que el desarrollo social, económico y ambiental son indivisibles. Juntos definen la felicidad y los gobiernos deben tomar en cuenta estos factores al diseñar sus políticas públicas.
Referencia:
“El Secreto de las Naciones Felices”
Héctor Faya Rodríguez
21 Abril 2012

sábado, 21 de abril de 2012

Una hija de Dios… que es feliz con el amor de Dios

Un entrevista muy especial a Sor Lucía Caram, Monja Dominica,  realizada por Jesús Bastante. A continuación algunos interesantes temas planteados por Sor Lucía.
 "Descubrí que mi claustro no son los límites del monasterio, sino el mundo". Sor Lucía Caram es monja dominica, sin pelos en la lengua y la alegría a flor de piel. Tal vez por ello acaba de participar en el II Congreso sobre la Felicidad, celebrado en Madrid.
-¿Cómo se habla de la felicidad en el mundo de hoy?
-Se habla de ella desde diferentes puntos de vista, pero creo que al final todos terminamos coincidiendo.
Todo tiene que conspirar para que seamos felices. Es una riqueza impresionante saber que nuestra vocación es la felicidad, aunque algunos se equivoquen de camino. Todos buscamos la felicidad, que es algo que tenemos dentro. Lo que hemos compartido en estos días es que la felicidad, darse y compartir son prácticamente sinónimos.
-¿Quien ama es feliz?
-Sí, yo creo que ésa es la conclusión a la que hemos llegado. Cuando te preguntan si alguien que está en una situación de pobreza y sin dignidad es feliz... no queda claro que el que menos tiene sea más feliz. De lo que te das cuenta es que lo que ayuda a la gente a salir adelante, y lo que les da la felicidad, es amar y sentirse amado por alguien. Y esto es un motivo para salir más allá de su situación.
 -¿No hay días que es muy complicado tener esa actitud feliz?
-No tenemos las cosas fáciles. Pero yo, la verdad, cada día me siento con más fuerza. Estos días me preguntaban cuál es la receta de la felicidad. Yo creo que consiste en hacer un camino de retorno al propio corazón, reconciliarnos con nosotros mismos y con nuestra historia, y descubrir de lo que somos capaces. A partir de ahí, abrir los ojos y contemplar a la humanidad, a las personas que tienes a tu alrededor, crear un puente y salir de ti mismo. No puedes volver egoístamente a tu mundo y tus problemas cuando ves todo lo que está pasando. Eso también es un estímulo para trabajar con los otros, y cuando ves que son muchos los que crean alternativas, los que quieren dar su tiempo... te da una fuerza impresionante. Yo creo que es muy importante darnos tiempo para procesar las cosas, para que todo repose. Pero no podemos perder el tiempo: hay gente que lo está pasando muy mal. Y todos somos corresponsables. No podemos decir "éste no es mi problema", porque luego tendremos otro problema más grande. Con lo cual, esta maldita crisis que estamos viviendo, yo creo que está siendo una bendita oportunidad de compromiso, de solidaridad, de darnos cuenta de que nos habíamos creado muchas necesidades absolutamente prescindibles, y que muy pocas cosas son importantes. Posiblemente sólo una es importante: amar y sentirnos amados.
-¿Qué hace una monja de clausura pasando tanto tiempo fuera? ¿No te dirán los críticos que la clausura es estar dentro, que estás haciendo demasiadas cosas? ¿No te preguntan que por qué te metiste a monja de clausura, si estás todo el tiempo fuera del convento?
-Yo entré en la vida religiosa porque quería hacer cosas para ayudar a la gente. Después de formarme, estudiar teología y estar unos años en frenética actividad, trabajando en las villas del gran Buenos Aires, sentí una profunda nostalgia, o necesidad, de algo más. No sabía bien qué era. Fue cuando di el paso y entré al monasterio. Estuve cinco años viviendo en Torrente, Valencia, y fueron años de gran felicidad para mí. Cinco años en lo hondo del surco: tiempo de silencio, de oración, de reflexión, de pasar las cosas por el corazón, de renovar amores... de tomar fuerza. Después me fui a Manresa.
Con toda esta fuerza y esta inquietud que tenía dentro, descubrí que la vida contemplativa no era sólo contemplar para adentro, sino contemplar, como dice Felicísimo Martínez, "con los ojos abiertos". Esto me cambió la vida porque, si tú ves, no puedes quedarte con los ojos cerrados. Es la imagen de la zarza que arde sin consumirse. ¿Qué es lo que le inquieta a Dios? Que ha oído los clamores de su pueblo y no lo puede soportar. Por eso nos envía. La gran manifestación mística y espiritual a Moisés es ésta: que Dios no lo soporta, y nos envía.
A partir de ahí fue todo movimiento: descubrí que mi claustro no son los límites del monasterio, sino también el mundo. Reconozco que es un caso atípico, por eso tengo una vida muy activa. Pero gracias a mi comunidad y a mi estilo de vida, tengo también mucho tiempo de contemplación y de estudio. Mi día empieza a las 5 y media de la mañana, y hasta las 9 y media o 10 de la mañana, estoy dedicando mi tiempo a la oración y a la reflexión. Si no, sería imposible hacer lo que estoy haciendo. Con lo cual, a los que me preguntan que por qué no dejo la vida contemplativa, les contesto que no tengo por qué dejarla. Al contrario: yo creo que ahí está la riqueza de carismas dentro de una comunidad, y que la vida contemplativa a mí me exige esto en estos momentos.
Dicen que todos los dominicos siempre tienen que citar a Santo Tomás. Pues bien, Santo Tomás, cuando se pregunta por la vida activa y la vida contemplativa, y por cuál de las dos es lo más perfecto, llega a la conclusión de que la vida mixta. Porque es mejor arder e iluminar, que sólo arder o sólo iluminar. Para iluminar tienes que arder. Nadie da lo que no tiene. Por tanto, mi lema, en este sentido, es "contemplar y dar lo contemplado".
 Referencia:
Sor Lucía Caram: "Jesús pasó por este mundo quitando cruces, no poniéndolas"
Jesús Bastante
19 Abril 2012

Las bases para una sociedad más humana… más feliz

A continuación un resumen de aspectos relevantes del artículo del profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez Wenceslao Unanue:
 Los estudios actuales
Diversos estudios han mostrado que la felicidad está estrechamente relacionada a nuestro capital social y muy poco al dinero y a lo material.
Las Naciones Unidas, lideradas por el Reino de Bhutan, están dando impulso a este gigantesco proceso de cambio. Probablemente el cambio más importante en los últimos 70 años.
Una alerta más
La International Energy Agency (Agencia Internacional de Energía, IEA) ha planteado que estamos consumiendo recursos naturales un 35% más rápido de lo que estos pueden renovarse, lo que en pocos años agotará la energía del planeta y nos llevará a una crisis ecológica irreversible.
Para muchos, el origen del problema se centra en nuestro afán desmedido por promover un crecimiento económico ilimitado en un planeta que, como ya sabemos, posee recursos “finitos”. Un sistema económico donde su estandarte de lucha ha sido por años el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el ser humano ha pasado a segundo (o quinto) plano.
Evidencias Importantes
Ya no hay duda de que aumentos en el PIB no son sinónimos ni de progreso ni de mayor bienestar. De hecho, el Premio Nobel de economía Joseph Stiglitz ha desmenuzado los errores en que incurrimos al considerar esta variable como sinónimo de desarrollo. Sin embargo, durante más de 70 años hemos venido asumiendo esta errónea premisa. Sin duda el crecimiento económico es importante, pero no puede ser la principal variable a considerar a la hora de medir los avances de las naciones.
El gran desafío
El desafío es, entonces, cómo incorporamos nuevas medidas de bienestar que reflejen nuestro verdadero avance. Medidas que de verdad reflejen la calidad de vida de nuestra generación y de las generaciones venideras.
Necesitamos, por lo tanto, medidas que generen los incentivos suficientes para vivir en una sociedad más próspera y más sustentable. Necesitamos con urgencia un nuevo paradigma de desarrollo.
La Felicidad se comparte
Afortunadamente, en un hecho histórico, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución A/65/L.86, presentada por el Reino de Bhutan y apoyada por 68 Estados Miembros, junto con la unanimidad de su pleno, ha hecho un llamado formal a la construcción e implementación de este nuevo paradigma. Paradigma al que se le ha llamado “enfoque holístico hacia el desarrollo” y que se ha comenzado a discutir en una de las reuniones más importantes de los últimos 70 años realizada en la sede de la ONU la semana recién pasada.
La ONU ha apoyado la idea de que necesitamos un paradigma que ya no estará basado en el PIB, sino que en la felicidad. Así es, en la felicidad.
En este sentido, la ONU le encomendó al mismo Reino de Bhutan liderar el proceso de implementación de este nuevo modelo de desarrollo, reuniendo la semana pasada en Nueva York a líderes claves de los países miembros, junto con los más prestigiosos economistas y científicos del mundo, además de representantes de la sociedad civil, y líderes espirituales. La conclusión fue una sola: debemos re-pensar urgentemente nuestro sistema de mercado y re-orientarlo hacia uno que apunte a una integración más armónica entre nuestras necesidades y la naturaleza, y que ponga al ser humano y a su felicidad al centro del debate. La búsqueda de la felicidad debe pasar a ocupar el rol que durante 70 años ha ocupado el crecimiento económico.
El cambio es virtuoso
Si cambiamos este paradigma y ahora empezamos a medir felicidad, las personas comenzaran a hablar más de la felicidad. Pero al hablar más de ella, sin duda se buscará más. Y todos sabemos que la búsqueda de la felicidad produce un círculo virtuoso. Personas más felices no sólo son más felices, sino que además son más productivas en sus trabajos, aprenden más rápido en las escuelas, cuidan más la naturaleza y viven más años.

Referencia:
“Las Naciones Unidas y el nuevo Paradigma de Desarrollo: la felicidad”
20 Abril 2012
Wenceslao Unanue
Assistant Professor, Universidad Adolfo Ibáñez Business School, Chile Ph.D Researcher, University of Sussex, UK.

En busca de la Felicidad

¿Será que aún no sabemos que es y como conseguirla, que existen cada vez más interesados en saber que es y como encontrarla?

 A continuación, extractos de un artículo muy interesante de Randy Kennedy del The New York Times, que nos dice:
La búsqueda de la felicidad ha sido materia directa o indirecta de una gran porción de la actividad intelectual: la filosofía, la teología, la psicología, la economía y, por supuesto, la literatura que ha tendido a dirigir una mirada preocupada al tema. "Ser estúpido y egoísta y tener buena salud son los tres requisitos para la felicidad", escribió Flaubert, "aunque si falta la estupidez, los otros son inútiles".

El diseñador gráfico austríaco Stefan Sagmeister decidió abordar el problema de la felicidad más directamente, tal como enfocaba, en gran medida, las campañas publicitarias.

"Sé que suena muy presuntuoso", dijo recientemente, sonriendo, en su oficina de Manhattan. "También sabía que debía encontrar una forma de limitar el problema porque es tan grande que puede llegar a enloquecer".

Ha empezado a trabajar, en un ambicioso documental con duración de largometraje. The Happy Film es una especie de vehículo para transmitir años de reflexión y lectura sobre la naturaleza de la felicidad. La película todavía no está terminada, pero ya generó una exposición "The Happy Show", que se inauguró el 4 de abril en el Instituto de Arte Contemporáneo de Filadelfia y viajará hasta el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles.

Sin embargo, leer extensamente ­sobre todo en el campo de la psicología positiva, un movimiento centrado en el bienestar, introducido por Martin Seligman en la Universidad de Pensilvania y explorado por colegas psicólogos como Jonathan Haidt­ llevó a Sagmeister a una visión levemente más compleja.

La conclusión a la que llegó fue que tres caminos que llevan a la felicidad, respecto de los cuales hay coincidencia, son la meditación, la terapia conductista cognitiva y los psicotrópicos. Decidió probar en sí mismo cada una de estas cosas mientras filmaba el proceso. "La pregunta que yo quería responder era, ¿podía entrenarme para ser feliz, a la manera en que se entrena el cuerpo?", dijo. "Cuando corro, sé que puedo entrenarme todo lo que quiero y nunca batiré el récord de los 8 kilómetros. En parte es genético: no tengo la contextura adecuada. De todos modos, si me entrenara mucho, tal vez podría reducir mi tiempo a la mitad. ¿Podría hacer lo mismo con mi mente y mi bienestar?"

Después de incorporar al Dr. Haidt como asesor, Sagmeister inició su proyecto de investigación personal en psicología positiva en 2011 en Bali, donde fue a meditar por primera vez en su vida, y pasó tres meses en sesiones intensivas de meditación.

En la mitad de la investigación, señala que la terapia resulta mucho más eficaz que la meditación para aumentar la felicidad general. Pero pronto iniciará la fase final ­los medicamentos­ de modo que la búsqueda continúa.

Referencia:
“Caminos a la felicidad, analizados muy seriamente”
RANDY KENNEDY - The New York Times
20 Abril 2012

Dios quiere que todos seamos Felices

La verdad es que siempre Dios quiere lo mejor para todos nosotros.

Nuestro Padre Supremo siempre nos da lo que necesitamos, a veces no siempre todo lo que queremos,  porque Dios quiere la armonía y la felicidad  para  todos en el mundo
 Referencia:
Imágen obtenida de:
Dios te Habla hoy

jueves, 19 de abril de 2012

Un “recuerdo” de la vieja verdad hipocrática que rezaba: “Somos lo que comemos”.

Un interesante artículo que hace mención del funcionamiento de nuestro sistema nervioso y cómo nuestro organismo procesa ciertos alimentos no solamente para nutrirse, sino para procurarse una dosis de “felicidad”.

Carina Barré (nutricionista, especializada en Nutrición Ortomolecular en España) sostiene que si bien el cerebro representa el 2 o 3% del peso de nuestro cuerpo, requiere los nutrientes del 20% de los alimentos que ingerimos. “El correcto funcionamiento del cerebro depende del oxígeno, de la glucosa y de otros nutrientes esenciales, de allí que una alimentación desequilibrada, con carencias, determina síntomas variables, que van desde el cansancio y el nerviosismo, hasta la falta de memoria y la depresión”.

Menú feliz

¿Pero cuáles son los alimentos que estimulan buenos estados de ánimo? Todos aquellos que contribuyen a una correcta nutrición del cerebro y que favorecen la conectividad del sistema nervioso. A neuronas contentas, personas felices.

Para el cerebro es esencial ser provisto de glucosa, la cual incorpora a través de la ingesta de hidratos de carbono. Principalmente aquellos que se denominan “complejos”, que son aquellos que tardan más en ser absorbidos, por lo que producen una elevación moderada y más lenta de la glucosa en sangre, a diferencia de los “simples” (azúcar de mesa, harinas refinadas, etcétera) que producen una rápida elevación del nivel glucémico, que luego también baja a idéntica velocidad.

Los hidratos complejos se encuentran sobre todo en el pan, arroz integral, frutas, miel, verduras, etcétera.

Otro componente esencial en la nutrición humana son los triptófanos. Se trata de aminoácidos esenciales (el organismo no puede elaborarlos por sí mismo, sino que debe hacerlo a través de la alimentación) y colaboran para que el cuerpo obtenga proteínas y vitamina B6, y además participan en la producción de la serotonina, un neurotransmisor que tiene un rol esencial en el estado anímico, ya que entre sus tareas está la de regular el ciclo de sueño-vigilia, el apetito, y su déficit puede determinar depresión, angustia, nerviosismo.

Los alimentos ricos en triptófanos son: huevos, lácteos, pescados, banana, frutos secos y ananá, entre otros.

El complejo vitamínico B

Ayuda a nutrir correctamente el cerebro y el sistema nervioso, con lo cual tendría un impacto positivo en el estado anímico. Algunas de estas propiedades son:
-  B1 (tiamina): es muy importante su función para metabolizar los hidratos de carbono. Algunos alimentos que la contienen son la soja, germen de trigo, carne roja, legumbres, avena, cereales integrales.

 -  B6 (piridoxina): facilita la biosíntesis de neurotransmisores como la serotonina. Interviene en la formación de las vainas de mielina de las neuronas, que entre otras funciones envían las órdenes del cerebro a los músculos. Está en el germen de trigo, quesos, frutos secos, vísceras y levadura de cerveza.
-   B12 (cianocobalamina). Muy importante para el tratamiento de la anemia, ya que ésta no sólo se produce por déficit de hierro, sino también por la falta de formación de glóbulos rojos, y en eso contribuye la vitamina B12. Su déficit puede producir trastornos neurológicos. Está en alimentos de origen animal, como hígado, pecado, huevos y queso.



Más variedad

En una buena nutrición del sistema nervioso no pueden faltar:
-  Ácidos grasos esenciales (aquellos que el organismo no puede sintetizar y por lo tanto debe incorporar a través los alimentos). Presentes en aceites de semillas (sésamo, lino), frutos secos, cereales integrales, aceite de hígado de bacalao, germen de trigo.

-  Fosfolípidos. Son como una “mezcla” de grasas y ácidos grasos esenciales, están en el hígado, queso, corazón, yema de huevo y palta.
-  Hierro: interviene en la función y síntesis de los neurotransmisores. Su déficit provoca bajo rendimiento académico, falta de concentración, etcétera. Presente en carnes rojas, pescado, pollo, almejas, germen de trigo, cereales integrales, legumbres, frutos secos y vegetales
Todos estos alimentos y algunos más deben ingerirse en las proporciones adecuadas, porque hay algunos que son muy calóricos. Pero si se observa la mayoría de ellos, son naturales, no están manufacturados y conforman, más allá de la “felicidad” que puedan procurar, una dieta saludable.
Referencia:

“Dieta feliz: la influencia de los alimentos en el estado anímico”

16-04-2012
Marcela Furlano