A
continuación una trascripción del artículo de Denis Derivet, que los dice que lo
que más deseamos en la vida es la felicidad. Pero en ocasiones saboteamos nuestros
esfuerzos para alcanzarla:
La
felicidad no es un destino a donde se llega, sino es la manera de caminar por
la vida. Sin embargo, de manera extraña, en el trayecto podemos tropezar con
dos problemas graves: algunos seres humanos tienen miedo de ser felices y muy
pocos saben exactamente qué desean.
Si
quieres vencer estos dos obstáculos y pertenecer al selecto grupo de gente
feliz, te sugerimos seguir cuatro pasos para lograrlo.
1 - Desmantela tu
armadura
Con
frecuencia tememos ser felices y saboteamos nuestras ilusiones porque pensamos
que no merecemos la felicidad y nos da miedo tratar de alcanzarla.
La
forma más sencilla y frecuente de protegernos y mantenernos a salvo es
construir una armadura de acero en la que encerramos nuestros sueños y deseos
para que nadie pueda alcanzarlos ni destruirlos. Y, por supuesto, el resultado
es que jamás damos un solo paso para hacerlos realidad.
Acepta
que al reprimir tus sueños no los proteges, sino que impides que se realicen.
Haz esfuerzos verdaderos para convertirlos en realidad. Esta decisión te puede
llevar a correr algunas desilusiones y desengaños; pero también te llevará a
éxitos que de otra manera no lograrías jamás.
2 - Conéctate con los
deseos de tu corazón
Haz
una cita contigo mismo para
explorar cuáles
son los sueños
y los deseos que duermen en el fondo de tu corazón. Considérala y trátala como
la cita más importante de tu vida.
Si
lo consideras necesario, asiste a ella con libreta y pluma en mano.
Anota
cuanta idea se te ocurra sobre lo que deseas, aunque te parezca absurda.
Cuando
no tenemos idea de cuáles son nuestras metas en la vida ni sabemos cómo
alcanzarlas, es una buena idea ayudar al cerebro a realizar esta exploración.
Lo
importante es que logres conectarte con lo que tu corazón anhela realmente y
que llegues a vislumbrar los diferentes caminos por medio de los cuales podrías
alcanzarlo. De este modo, te será más fácil empezar a dar los pasos necesarios
para convertir ese sueño en realidad.
Los
esfuerzos que hagas llenarán de interés tu vida y te harán probar las primeras
mieles de la felicidad.
3- Reconoce tu propio
poder
Todos
somos mental y físicamente capaces de hacer lo que nos proponemos; los límites
los ponen nuestro miedo y nuestra imaginación. Y todos merecemos el éxito, como
merecemos el amor y la felicidad.
Desafortunadamente,
para muchos es más fácil decir no
puedo; y todos solemos
creer en nuestras propias palabras. Así que para conquistar la felicidad, empieza a
practicar una actitud positiva, a fomentar la confianza en ti mismo y a decir sí puedo, a todos los
retos que te vaya planteando la vida. Muy pronto descubrirás que puede hacer cosas de las
que antes te sentías
incapaz.
4 - No tomes
precauciones como pretextos.
Algunos
temores son buenos. Ser precavido y cauteloso es una virtud cuando se conduce
un automóvil, se tienen hijos pequeños y se desea evitar cualquier tipo de
accidente. Pero cuando el miedo te impide lanzarte en busca de tus sueños, ha
llegado el momento de deshacerse de él.
En
las decisiones importantes de la vida los temores y pretextos deben dejarse a
un lado y debe imponerse el valor para correr ciertos riesgos, porque se
necesita determinación para perseguir y alcanzar los grandes sueños. Para ser
feliz hace falta honradez para seguir el camino correcto en su consecución y
para no estropearla con la mentira o el egoísmo. Pero, ¿cómo sé en cada momento
que estoy siendo honrado con las personas que realmente me importan? El
problema que se nos plantea es el de reconocer el tipo de amor apropiado -cuál
es la manera correcta de amar-, y distinguirla de un amor equivocado -que pueda
terminar destruyendo aquello que uno ama.
Referencia
- Citado en: Denis Derivet, “Cuatro
secretos para ser feliz”, http://elixiresparaelalma.com.ar/felicidad/cuatro-secretos-para-ser-feliz.htm, 28 Septiembre 2013.
-Foto obtenida de: http://www.shoshan.cl/reflexiones/mucha_gente_tiene_miedo.html,
06 Octubre 2013.
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