A
continuación extracto de artículo en la que la psicóloga María José Botía,
Directora en Murcia del Instituto Europeo de Psicología Evolutiva, proporciona
antecedentes en la que manifiesta que la felicidad es en parte genética y fruto
de las circunstancias pero, sobre todo, depende de nuestra propia voluntad.
Nos
dice:
¿Cómo
se puede utilizar la Psicología Positiva para cambiar un estado de ánimo?
En
el estudio de la ciencia de la felicidad se encontró que en nuestro estado de
felicidad general hay una parte genética, un peso de las circunstancias y una
parte muy importante de nuestra voluntad. Ésa es la parte que podemos trabajar
para cambiar nuestro estado de ánimo. Para ello, podemos entrenar nuestra capacidad de percibir aquellas cosas buenas que
ocurren en nuestro día a día y que, en muchas ocasiones, pasan desapercibidas.
Un
ejemplo podría ser escribir cada día tres cosas buenas que te hayan pasado,
como hacer un diario de eventos y emociones positivas.
¿Cuáles
son las fortalezas que deben entrenarse en el gimnasio para la mente?
El
Gimnasio Psicológico es un espacio en el que se hacen abdominales con la mente.
Es un taller semanal en el que cada día aprendemos cómo utilizar una de las 24
fortalezas, como el optimismo, la creatividad, la inteligencia emocional, el
liderazgo, el trabajo en equipo, la gratitud y el autocontrol, entre otras. Trabajar las fortalezas ayuda a afrontar el
día a día con más optimismo, resolver las dificultades y abordar nuestros retos
diarios.
¿Cuál
es el plan a seguir para tener una mente saludable?
La meditación, la
concentración y el autoconocimiento (lo que en Psicología llamamos
'mindfulness'), son herramientas muy poderosas para alcanzar plena conciencia
de lo que estamos viviendo aquí y ahora, para vivir cada momento con plenitud.
Además, debemos trazarnos un plan que contemple, por ejemplo, el logro de un
pequeño objetivo cada día. Focalizar
nuestra atención en conseguir este objetivo nos ayudará a aumentar nuestro
bienestar y a ir sembrando un cambio de actitud optimista ante los retos del
día a día.
Por
otra parte, es muy importante fomentar
relaciones sociales que sean constructivas, así como tomar consciencia de
nuestros logros. Esto último nos ayudará a sentir que podemos hacer cosas,
a creer en nosotros mismos y a sentirnos satisfechos con las metas que vamos
consiguiendo. Reservar espacios para
nosotros mismos, en los que desarrollemos tareas que nos produzcan bienestar,
de esas en las que parece que el tiempo pasa sin darnos cuenta, es otra de las
claves en ese camino hacia la felicidad. Además, es gratificante
experimentar que empleamos nuestra capacidad y potencial en todo aquello que
desarrollamos.
Por
último, hay que aprender a experimentar
emociones positivas, como la gratitud, la alegría o la esperanza que
proporcionan bienestar y hace que disminuyan las emociones negativas
proporcionalmente.
¿Hay
qué pensar siempre en positivo, a pesar de las circunstancias?
De
forma literal, por poder, se puede. Otra cuestión es que sea sano hacerlo. Por
ejemplo, pensar que no me va a pasar nada malo aunque vaya a 200 km por hora
por la carretera no es muy precavido. Pensar
en positivo es constructivo cuando se ajusta a la situación que estoy viviendo.
Eso sí, tener la esperanza de que con un tratamiento puedo curar una enfermedad
es un paso para, por lo menos, intentarlo. Las personas optimistas viven un 19%
más de tiempo, según estudios realizados por la Clínica Mayo de Estados Unidos,
así que merece la pena intentarlo.
Uno
es como es y como tal hay que aceptarlo. ¿Qué tiene que decir al respecto?
Los grandes cambios
comienzan por uno mismo, por eso, si queremos cambios constructivos, empecemos
por cómo nos tomamos lo que ocurre y cómo queremos empezar a reaccionar a
partir de ahora. Nuestra educación ha estado muy
centrada en la falta, la ausencia o el error, ahora toca equilibrar un poco la
balanza descubriendo y utilizando los talentos que cada uno tiene. Aquí son muy
importantes la voluntad y la proactividad que ponemos en ese cambio. Es
necesario salir de la zona de confort para enfrentarnos al reto de empezar
realizando pequeños cambios que acaben siendo un nuevo hábito en nuestra forma
de enfrentarnos a ciertas situaciones. Para ello, podemos aprender habilidades
y herramientas para comenzar con ese cambio.
Referencias:
-
Citado en: Raquel Suárez, “Conseguir
la felicidad depende de nuestra propia voluntad”, http://www.laverdad.es/murcia/sociedad/201505/05/conseguir-felicidad-depende-nuestra-20150505020409-v.html,
05 Mayo 2015.
-
Imagen obtenida de: http://psikostima.blogspot.com/p/frases.html,
12 Mayo 2015.
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