Debes dejar de obsesionarte
por buscar tener siempre un nivel alto de positividad.
Resumen:
El refrán popular: “Es
bueno el cilantro, pero no tanto”, nos indica que de las cosas buenas no
hay que abusar.
Esto es válido también para
el caso de la positividad.
El ser positivo es
bueno porque nos ayuda a ver siempre lo maravilloso de la vida. Y principalmente
porque el ser positivo es un componente muy importante en nuestra felicidad.
Si debemos tener la
precaución de no obsesionarnos con la idea de ser extremadamente positivos,
porque puede convertirse en algo negativo e incluso puede llevar a más
insatisfacción, estrés, tristeza y frustración.
Se recomienda para
evitar la denominada positividad tóxica: trabajar y controlar las emociones
positivas. No se debe pretender tener siempre un nivel alto de positividad,
dejando de creer que debemos sentirnos felices todo el tiempo.
Los extremos no son
buenos
El refrán popular: “Es
bueno el cilantro, pero no tanto”, nos indica que de las cosas buenas no
hay que abusar.
La mayoría de las
personas percibimos que los extremos no son buenos. Santa Teresa de Jesús lo escribió
de la siguiente manera (1):
“No
son buenos los extremos, aunque sea en la virtud”.
Esto es aplicable también
para el caso de la positividad, que es cuando las personas ven siempre el lado
bueno de las cosas. El extremo de ser positivo no es bueno y hay límites en que
podríamos decir que nos pasamos a lo negativo.
Para conocer más
antecedentes sobre el extremar la positividad y su relación con la felicidad,
se adjunta a continuación extractos del artículo de Paloma González: “Qué es la
positividad tóxica y cómo puedes evitarla” (2).
Qué es la
positividad tóxica y cómo puedes evitarla (2)
Ser positivo no
significa que seas feliz y hay un límite en el que se puede convertir en un
problema.
Ser positivo no
es malo, de hecho, es lo que te ayuda a ver siempre lo bueno de la vida y
evitar quedar atrapado en un ciclo de oscuridad, depresión e insatisfacción
(que no hace nada por tu productividad y tus metas), pero todo tiene un límite
y los expertos dicen que obsesionarnos con la idea de ser positivos puede
convertirse en algo negativo e incluso puede llevar a más insatisfacción,
estrés, tristeza y frustración.
Las personas
felices viven más y mejor, eso lo dice la ciencia,
además de que también pueden ser más exitosos y tener menos riesgo de
enfermedades, pero ser positivo no siempre se traduce en ser feliz y hay un
terreno tóxico que debes evitar, o al menos eso dice un estudio del Journal
of Positive Psychology.
¿Qué es la
positividad tóxica?
Todo en exceso
puede volverse negativo y, cuando se trata de la positividad, esto tiene que
ver con la forma e intensidad con la que la buscamos.
Los estudios dicen que, si ponemos demasiado énfasis en conseguir nuestra
propia felicidad, eso puede terminar provocando el efecto contrario al que se
busca, en especial si se espera que seas feliz debido a que tienes una vida
que parece ser perfecta.
Ser
excesivamente positivo puede ser una forma de compensar algo y podría llevar a
estar perdiendo oportunidades de conseguir la felicidad real.
Los investigadores de la American Psychological Association dicen que cuando la
prioridad está en tener comportamientos y decisiones que aumentan las
posibilidades de la felicidad en el futuro, y no en lo momentáneo, entonces
logras un mayor bienestar a largo plazo y evitas caer en esos patrones tóxicos
que solo te dejan peor.
No importa si un día no
tienes la mejor actitud o si te sientes triste una semana, eso no debe ser
tomado como una señal de poca felicidad, más bien debes entender que son
emociones normales. No sentirte feliz en un momento no quiere decir que haya
algo mal contigo.
¿Cómo puedes
evitar la positividad tóxica?
Es importante
que busques tener y que trabajes tus emociones positivas,
pero también se debe entender que sentirse mal de vez en cuando no es una señal
de fracaso, falla o de que hay algún problema.
Los expertos también
dicen que no debes esperar ser feliz solo porque quieres serlo, sino que es
algo que debes trabajar, enfocándote en metas a largo plazo y aprendiendo a
lidiar las emociones negativas que puedan surgir en el día a día (ya sea con
meditación, ejercicio, terapia o trucos de relajación).
Debes dejar de
buscar tener siempre un nivel de positividad alto
y de colocar tu valor propio en eso, aceptando que el dolor, la frustración, el
aburrimiento y la tristeza son parte de la experiencia y pueden ayudarte a
crecer, y es muy importante aprender a desarrollar las estrategias correctas
para lidiar con eso.
Otro punto clave es
el de dejar de creer que debes sentirte feliz todo el tiempo, ya que eso
solo hace que te sientas más presionado y solo se va a convertir en un
obstáculo para que aprendas a lidiar con lo negativo cuando aparezca.
Hay que ser positivo en
su justa medida
El ser positivo es
bueno y hasta podríamos decir que es muy bueno, porque nos ayuda a ver siempre
lo maravilloso de la vida. Y muy especialmente porque el ser positivo es un
componente muy importante para nuestra felicidad.
Si debemos tener la
precaución de no obsesionarnos con la idea de ser extremadamente positivos,
porque puede convertirse en algo negativo e incluso puede llevar a más
insatisfacción, estrés, tristeza y frustración.
Se recomienda para
evitar la denominada positividad tóxica: trabajar y controlar las emociones
positivas. No se debe pretender tener siempre un nivel alto de positividad,
dejando de creer que debemos sentirnos felices todo el tiempo.
Un abrazo,
Referencias:
(1) Citado
en: “Frases sobre el extremo”, https://proverbia.net/frases-de-extremos, Consultado
4 enero 2022.
(2) Citado
en: Paloma González, “Qué es la positividad tóxica y cómo puedes evitarla”, https://www.gq.com.mx/cuidado-personal/articulo/positividad-toxica-que-es-como-evitarla,
08 noviembre 2021.
(3) Imagen
obtenida de: http://famososdrupal.abardev.net/para-reir-y-compartir/hoy-estoy-muy-positivo,
consultado 5 enero 2022.
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