Navidad es tiempo del amor. Es
la época en que celebramos el nacimiento de Jesús, quien, movido por un amor
infinito, dio su vida para salvarnos a todos.
Durante estas fechas, cuando las
dudas sobre el amor asomen, recordemos una historia inspiradora que proviene de
la sabiduría de un viejo sabio indio.
El Viejo Sabio Indio
Había una vez, en un pueblo
distante, un joven que se encontraba confundido sobre sus sentimientos hacia su
familia. Con el corazón cargado de preguntas, decidió buscar la guía de un
anciano sabio, conocido por su profunda comprensión del corazón humano.
Al llegar a su encuentro, el
joven compartió su inquietud, esperando alguna respuesta compleja o un ritual
que disipara sus dudas. Pero el sabio, con una mirada que parecía ver a través
del alma, le dio una respuesta simple pero poderosa:
—Ámala —fue todo lo que dijo, y
luego guardó silencio.
El muchacho, aún confundido, replicó: —Pero, aún tengo dudas...
—Ámala —repitió el sabio con firmeza.
—Hijo, amar es una decisión, no solo un sentimiento. Amar implica dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El amor es como cuidar un
jardín: debes arrancar lo malo, preparar el terreno, sembrar, ser paciente,
regar y cuidar. Prepárate para enfrentar plagas, sequías y lluvias
torrenciales, pero nunca abandones tu jardín.
—Ama, es decir, acepta, valora, respeta, ofrece afecto y ternura, admira y comprende. Simplemente, ama.
¿Sabes por qué? Porque la
inteligencia sin amor te vuelve perverso; la justicia sin amor, implacable; el
éxito sin amor, arrogante; la riqueza sin amor, avaro; la docilidad sin amor,
servil; la pobreza sin amor, orgullosa; la belleza sin amor, ridícula; la
autoridad sin amor, tiránica; el trabajo sin amor, esclavizante; y una vida sin
amor... no tiene sentido.
Así que, en esta Navidad, y en
todas las que sigan, que el amor sea el motor que mueva nuestro mundo y
convirtamos todo aquello que no nos permite crecer, en el combustible para
nuestro amor, el verdadero motor que mueve el mundo.
Reflexión:
En Navidad, las estrellas
brillan más que nunca, reflejando el fulgor del amor que Jesús nos enseñó. Cada
luz, cada sonrisa es un pétalo en el vasto jardín de nuestras vidas, donde amar
se convierte no solo en un acto, sino en una elección diaria.
"Ámala", dijo el
sabio, una y otra vez, como un mantra que nos invita a sembrar afecto y
cosechar ternura. En esta temporada, que el amor sea la melodía que danza en el
viento, elevando cada espíritu, iluminando cada sombra.
Celebremos, amemos,
transformemos: porque un mundo movido por amor es un mundo repleto de
esperanza.
Referencias:
Cuento del Viejo Sabio Indio,
reformulado con apoyo de ChatGPT 4
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