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jueves, 26 de diciembre de 2024

Cuento de Navidad, Cuento del Amor

 

Navidad es tiempo del amor. Es la época en que celebramos el nacimiento de Jesús, quien, movido por un amor infinito, dio su vida para salvarnos a todos.

Durante estas fechas, cuando las dudas sobre el amor asomen, recordemos una historia inspiradora que proviene de la sabiduría de un viejo sabio indio.

 

El Viejo Sabio Indio

Había una vez, en un pueblo distante, un joven que se encontraba confundido sobre sus sentimientos hacia su familia. Con el corazón cargado de preguntas, decidió buscar la guía de un anciano sabio, conocido por su profunda comprensión del corazón humano.

Al llegar a su encuentro, el joven compartió su inquietud, esperando alguna respuesta compleja o un ritual que disipara sus dudas. Pero el sabio, con una mirada que parecía ver a través del alma, le dio una respuesta simple pero poderosa:

—Ámala —fue todo lo que dijo, y luego guardó silencio.

El muchacho, aún confundido, replicó: —Pero, aún tengo dudas...

—Ámala —repitió el sabio con firmeza.

 Ante el evidente desconsuelo del joven, el sabio, después de una pausa reflexiva, añadió:

—Hijo, amar es una decisión, no solo un sentimiento. Amar implica dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.

El amor es como cuidar un jardín: debes arrancar lo malo, preparar el terreno, sembrar, ser paciente, regar y cuidar. Prepárate para enfrentar plagas, sequías y lluvias torrenciales, pero nunca abandones tu jardín.

—Ama, es decir, acepta, valora, respeta, ofrece afecto y ternura, admira y comprende. Simplemente, ama.

¿Sabes por qué? Porque la inteligencia sin amor te vuelve perverso; la justicia sin amor, implacable; el éxito sin amor, arrogante; la riqueza sin amor, avaro; la docilidad sin amor, servil; la pobreza sin amor, orgullosa; la belleza sin amor, ridícula; la autoridad sin amor, tiránica; el trabajo sin amor, esclavizante; y una vida sin amor... no tiene sentido.

Así que, en esta Navidad, y en todas las que sigan, que el amor sea el motor que mueva nuestro mundo y convirtamos todo aquello que no nos permite crecer, en el combustible para nuestro amor, el verdadero motor que mueve el mundo.

 

Reflexión:

En Navidad, las estrellas brillan más que nunca, reflejando el fulgor del amor que Jesús nos enseñó. Cada luz, cada sonrisa es un pétalo en el vasto jardín de nuestras vidas, donde amar se convierte no solo en un acto, sino en una elección diaria.

"Ámala", dijo el sabio, una y otra vez, como un mantra que nos invita a sembrar afecto y cosechar ternura. En esta temporada, que el amor sea la melodía que danza en el viento, elevando cada espíritu, iluminando cada sombra.

Celebremos, amemos, transformemos: porque un mundo movido por amor es un mundo repleto de esperanza.


Un abrazo,


 



Referencias:

Cuento del Viejo Sabio Indio, reformulado con apoyo de ChatGPT 4


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