La felicidad se construye día a día y debemos
convertirnos en agentes de nuestra propia felicidad.
Resumen:
Se mencionan diferentes
enfoques de la felicidad, pero se entregan mayores antecedentes de la orientación
de “la felicidad se construye”. Debemos convertirnos en agentes de nuestra
propia felicidad y desarrollar “actividades deliberadas” que nos hagan felices
todos los días.
Enfoque de
la felicidad:
Para un acercamiento del tema
de la felicidad, podemos recurrir a los siguientes enfoques:
-
La felicidad se busca.
-
La felicidad son los placeres de la vida.
-
La felicidad no puede ser lograda por el ser humano.
-
La felicidad se construye.
El enfoque de que la
felicidad se debe buscar tiene entre otros inconvenientes, el que normalmente
el ser humano se centra en la búsqueda en donde no está. Por ejemplo, los
aspectos externos como son el dinero, el país de nacimiento, etc.
El enfoque de que la felicidad
es disfrutar de la vida, que es el clásico enfoque del filósofo griego Epicuro,
planteaba que la finalidad de la existencia del ser humano es conseguir una
vida feliz, lo que se logra mediante los placeres.
El enfoque que la felicidad
no puede lograrse por el ser humano es el razonamiento de la línea evolutiva,
en la cual se indica que nuestras orientaciones básicas son hacia la
sobrevivencia y la reproducción y no hacia la felicidad.
Me inclino por el enfoque que
la felicidad se construye y que demanda esfuerzos, los que son particulares
para cada una de las personas.
Con el objeto de conocer más
detalles de este último enfoque, que considera que la felicidad se construye,
se presenta a continuación un extracto del artículo de Manuel Chaves Quirós: “La felicidad se construye,
no se hereda”, en la que se entregan antecedentes aportados por la psicóloga Sonja
Lyubimirsky, en su libro: “La
ciencia de la felicidad”.
La
felicidad se construye, no se hereda (1):
A veces
pensamos que la felicidad es algo que depende de la buena suerte. Algunos
piensan que son merecedores de ella y esperan que aparezca como por arte de
magia. Otros ni siquiera se creen merecedores de vivir felices.
Puede ser que en el devenir
de nuestra vida se nos presenten oportunidades, pero ello no es suficiente ya
que hay que favorecer esas oportunidades para convertirnos en personas felices.
Si no intentamos ser felices, si no hacemos nada, las probabilidades de
éxito se reducen a cero. De ahí la importancia de percibirnos como agentes de
nuestra propia felicidad.
Sobre este tema ya tiene
algunos años investigando y escribiendo Sonja Lyubimirsky, psicóloga
ruso-norteamericana, quien plantea una muy interesante teoría en su libro “La
ciencia de la felicidad”, donde determina que este es un tema impulsado por el
espíritu de una época individualista que vivimos en la actualidad y cuyo
tratamiento en libros de autoayuda carece de la información empírica que solo
se puede obtener de la investigación.
Según diversos estudios que
ha realizado, el 50% de la felicidad que sentimos depende de nuestros genes y
solo un 10% de ella depende de nuestras circunstancias vitales (todo lo que nos
ha sucedido ya).
Sin embargo, aquí es donde
entra en juego la importancia del concepto de la “solución al 40 por
ciento”, lo cual nos conduce a señalar que la construcción de la felicidad sí
puede depender de cada persona.
Ese concepto se refiere al restante
40% de la ecuación que plantea, el cual depende exclusivamente de las acciones
que emprendamos diariamente de forma consciente, lo cual quiere decir que casi
la mitad de la felicidad que experimentamos depende de lo que hacemos para
obtenerla.
Esto nos permite tener la
certeza de que podemos llegar a ser felices y que vale la pena esforzarse,
no por la “búsqueda de la felicidad”, porque, según su planteamiento, ni es un
golpe de suerte ni es heredable ni tampoco algo que se nos haya perdido, sino que
es algo que construimos en el día a día.
Así las cosas, las
circunstancias de la vida como el dinero o el estado civil no son la clave de
la felicidad. El verdadero elemento decisivo es nuestro comportamiento.
La verdadera clave no consiste en cambiar nuestra genética (de todos modos, no
lo podemos hacer) ni cambiar las circunstancias de vida que ya sucedieron sino
en ejercer el poder para desarrollar “actividades deliberadas” que nos hagan
felices todos los días.
Tenemos el potencial de poder
controlar en un 40% nuestro estado de felicidad, un 40% de oportunidades para
aumentar o disminuir ese nivel a través de lo que hacemos y pensamos.
¿Estará dispuesto a delegar su
felicidad a circunstancias que no se pueden cambiar ya o no dependen de usted o
quiere hacer valer el poder que lleva dentro de sí mismo para decidir ser
feliz?
Créame que usted tiene lo
necesario para hacer de su vida algo maravilloso.
El Modelo
MIFE (2):
Considerando los aspectos
investigados por Sonja Lyubomirsky se desarrolló el Modelo MIFE, que es un
acrónimo de: Modelo Integrado de la FElicidad.
El desafío del trabajo con el
modelo es descubrir cuáles son nuestras propias actividades que nos permiten
aumentar nuestro nivel de felicidad y seleccionar el camino que más se ajuste a
las características personales e individuales y así mejorar nuestro nivel de
felicidad.
Específicamente, el modelo
MIFE considera una propuesta de mejoramiento del nivel de felicidad, compuesto
por los tres aspectos que impactan el nivel de felicidad de las personas y que
fue investigado por la especialista Sonja Lyubomirsky, como son la “genética”,
la “voluntad” y las “circunstancias de la vida”. Y principalmente las
actividades que pueden llevarse a cabo en los planos físico, emocional, mental
y espiritual, que nos permite incrementar el aspecto de la “voluntad” o
“actividades deliberadas”, desarrolladas por el autor (2), y que actualmente se
entregan como parte del “Taller de la Felicidad basado en el Modelo MIFE”.
El camino de la felicidad no
es gratis, porque requiere esfuerzo propio, pero desde luego que vale la pena.
Un abrazo,
Referencias:
(1)
Manuel
Chaves Quirós, “La felicidad se construye, no se hereda”, http://www.diarioextra.com/Noticia/detalle/398597/la-felicidad-se-construye,-no-se-hereda, 14 septiembre 2019.
(2)
Victor
Hugo Ramón Vergara Medina, “Sensibilidades sobre la Felicidad y el Modelo
MIFE”, https://prisma101-1.blogspot.com/2017/04/sensibilidades-sobre-la-felicidad-y-el.html, 18 abril 2017.
(3)
Imagen
obtenido de: https://www.semana.com/vida-moderna/articulo/que-hay-que-hacer-para-ser-feliz/404291-3, 27 septiembre 2014.
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