“Dormir las
horas necesarias y tener un descanso de calidad es un placer para unos y un
lujo para otros”. Beatriz
Benéitez Burgada.
Resumen:
El tener una buena
rutina del sueño es fundamental para nuestra salud física, emocional, mental y
espiritual.
Está comprobado que las
personas más felices duermen más. La felicidad está en dormir en cantidad y
calidad, para permitir disfrutar de un sueño reparador.
Los buenos hábitos de
sueño consideran los siguientes aspectos:
-
Ejercicio físico todos los días.
-
Alimentación equilibrada.
-
Acondicionar la habitación para dormir.
-
Dejar fuera de la habitación los dispositivos
electrónicos.
-
Rutinas de relajación antes de ir a la
cama.
La importancia del buen
dormir.
Dormir bien y el tiempo
necesario permite fortalecer los sistemas en los diferentes planos de coexistencia
del ser humano en la vida. En el plano físico ayuda a que el sistema
inmunológico permanezca fuerte, considerando que mientras se duerme el cuerpo
repara células y tejidos. En el plano emocional ayuda a estar motivado y más
alegre. En el plano Mental ayuda a mejorar las capacidades de memoria y
capacidades mentales en general. En el plano espiritual ayuda a estar en paz
con uno mismo y con los demás.
Se adjunta a
continuación extractos del artículo de Beatriz Benéitez Burgada: “Así tienes
que dormir para ser más feliz” (1), que proporciona antecedentes de los
beneficios y la importancia de dormir lo suficiente.
Así tienes que
dormir para ser más feliz (1)
El sueño es, con
frecuencia, una de las rutinas saludables más infravaloradas.
Dormir las horas necesarias y tener un descanso de calidad es un placer para
unos y un lujo para otros. Y lo que muchas personas no saben es que
tener una buena rutina del sueño es fundamental para nuestra salud física y
mental.
La National Sleep
Fundation (Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos) convocó a un grupo
interdisciplinar de expertos, que representaban a distintas organizaciones,
para evaluar la literatura científica sobre las recomendaciones de duración del
sueño a lo largo de la vida.
El panel estuvo de
acuerdo en cuánto tiempo tendrían que dormir, según la edad, las personas
sanas.
Para recién nacidos,
entre 14 y 17 horas.
Para adolescentes,
entre 8 y 10 horas.
Para adultos mayores,
entre 7 y 8 horas.
Concluyeron que los
requisitos varían a medida que se transita por las distintas etapas vitales y
también en función de las características de las personas.
El sueño es
fundamental para que el sistema nervioso central, “principal autopista de información
del cuerpo” funcione correctamente. Durante las horas de descanso, se forman
conexiones neuronales “que ayudan a recordar la información aprendida”.
“Es un hecho que las
personas más felices duermen más que las que se encuentran sometidas a
emociones negativas”. Así lo dice el Instituto Europeo del Sueño en un artículo
titulado La felicidad está en dormir con calidad asegura que en la medida
que aprendemos a gestionar las emociones, disfrutamos de un sueño reparador.
La alegría es “una
emoción agradable que se produce en respuesta a una experiencia positiva”, lo
que “dispara las hormonas que hacen bien al organismo y favorecen la actividad
cerebral necesaria para dormir mejor”. De la misma forma, al disfrutar del
descanso necesario “el día se proyecta mucho más positivo, productivo y feliz”.
La cantidad y calidad del descanso reparador es un factor importantísimo “que
nos ayudará a ser un poco más felices”.
Ya sabemos la
importancia del dormir, a continuación se proporcionan extractos del artículo
de www.lavanguardia.com:
“Higiene de sueño, ¿Cómo dormir mejor?” (2), que nos entrega pautas de cómo
mejorar la higiene del sueño.
¿Qué es la
higiene del sueño? ¿Cómo mejorarla? (2)
La higiene del
sueño es un sistema de comportamientos de buenos hábitos de sueño que te
ayudarán a descansar.
Los especialistas en el
descanso aconsejan poner en práctica la higiene del sueño controlando el número
de horas que hay que dormir, el consumo de alimentos en general y particularmente
durante las horas previas al sueño, el ambiente en el que se descansa, etc.
Los expertos
señalan que la higiene del sueño puede marcar la diferencia cuando se trata de
sentirse mejor durante el día a día.
Ejercicio físico
Se aconseja hacer
alrededor de una hora de ejercicio al día,
asegurándose de dejar un período de al menos dos horas antes de acostarse. El
ejercicio al aire libre también es beneficioso a la hora de conciliar el sueño,
ya que la exposición a la luz natural ayuda a regular su ritmo circadiano.
Alimentación
Tu rutina alimentaria
puede ser decisiva a la hora de descansar. “Hay que asegurarse de consumir una
dieta equilibrada durante todo el día y, tratar de tener un período de
'amortiguación' de al menos dos horas antes de acostarse después de una comida
abundante”.
Hay alimentos como el
té de manzanilla de almendras o el jugo de cereza agria que pueden ayudarte a
conciliar mejor el sueño.
Acondicionar la
habitación
Asegúrate de que
tu habitación es lo suficientemente oscura, cómoda y silenciosa antes de ir a dormir.
Una buena calidad del aire y una temperatura adecuada también es clave para
gozar de una buena noche de descanso. Según la Sleep Foundation, la mejor
temperatura del dormitorio es de alrededor de 18,3 grados.
Dispositivos
fuera
Teléfonos móviles,
tablets, ordenadores, televisor y otros dispositivos electrónicos fuera de
la habitación. Además de distraer, estos dispositivos producen un tipo de
luz, denominada azul, que "puede bloquear la hormona del sueño melatonina
en el cerebro".
Rutinas de relajación
Desarrollar una
rutina de relajación antes de ir a la cama es uno de los hábitos más eficaces
para dormir bien. Se recomienda sesiones de 60
minutos en las que puedes incluir un baño, un estiramiento, escuchar música
apropiada, leer un libro u otras actividades relajantes.
El dormir bien ayuda a
ser más feliz y vivir mejor
El tener una buena
rutina del sueño es fundamental para nuestra salud física, emocional, mental y
espiritual.
Está comprobado que las
personas más felices duermen más. La felicidad está en dormir en cantidad y calidad,
para permitir disfrutar de un sueño reparador.
Los buenos hábitos de
sueño consideran los siguientes aspectos:
Ejercicio físico
Hacer alrededor
de una hora de ejercicio al día, asegurándose de dejar
un período de al menos dos horas antes de acostarse.
Alimentación
Hay que asegurarse de
consumir una dieta equilibrada durante todo el día y, tratar de tener un
período de procesamiento de al menos dos horas antes de acostarse.
Acondicionar la
habitación
Asegurarse que la
habitación es lo suficientemente oscura, cómoda y silenciosa antes de ir a
dormir.
Dispositivos
fuera
Dejar fuera de
la habitación los dispositivos electrónicos.
Rutinas de
relajación
Desarrollar una
rutina de relajación antes de ir a la cama es uno de los hábitos más eficaces
para dormir bien.
Un abrazo,
Referencias:
(1) Citado
en: Beatriz Benéitez Burgada, “Así tienes que dormir para ser más feliz”, https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20220202/7986407/dormir-horas-sueno-felicidad-nbs.html,
2 febrero 2022.
(2) Citado
en: “Higiene de sueño, ¿cómo dormir mejor?”, https://www.lavanguardia.com/vivo/salud/20210812/7656510/como-dormir-mejor-pmv.html,
12 agosto 2021.
(3) Imagen
obtenida de: https://www.mundopsicologos.com/articulos/dormir-bien-nos-hace-mas-felices,
6 abril 2017.
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