Buscar este blog

jueves, 24 de enero de 2013

La Felicidad siempre depende de mí


A continuación un extracto del artículo de Gianni Sabbione, publicado en www.neoteo.com, sobre investigaciones realizadas por el Sicólogo Dan Gilbert:¿Sabías que nuestro cerebro tiene la capacidad de crear felicidad sintética, la cual es indistinguible de la felicidad natural? En nuestra sociedad creemos muy fuertemente que no se puede ser feliz si no conseguimos determinado objetivo.
Ya que vamos a hablar de felicidad, recordemos la fábula de “La zorra y las uvas”, aquella en donde una zorra, como no puede alcanzar un racimo porque está demasiado alto, finalmente se cansa y lo desprecia, diciendo, mientras se va: “no importa, igualmente estaban verdes”.

¿La fábula de la Felicidad Sintetizada?
La moraleja “oficial” habla en contra de la zorra: “algunos desprecian lo que no pueden tener”. Sin embargo, ante lo irreversible de la situación, el animalito estaba haciendo un uso concreto de la síntesis de felicidad, transformando algo supuestamente negativo en positivo.

Dan Gilbert, sicólogo, condensó varios estudios, y nos habla de la corteza prefrontal de nuestro cerebro; la cual, además de relacionarse con cuestiones de la personalidad y los procesos de atención, es un simulador de experiencias. Así como los futuros pilotos de avión practican en un simulador de vuelo, los seres humanos tenemos la capacidad de poder experimentar cosas dentro de nuestra cabeza antes de probarlas en la vida real. Se basa, entre otras cosas, en los estudios de otro sicólogo, León Festinger, con sus trabajos acerca de las disonancias cognitivas.
También nos cuenta que nuestro simulador cerebral suele funcionar mal. Esto se traduce en algo llamado prejuicio de impacto, una tendencia a sobreestimar la intensidad y duración de nuestras reacciones emocionales a distintas situaciones. Los estudios lo corroboran: diferentes eventos, incluso los traumáticos, consistentemente nos afectan menos, en intensidad y duración, que lo que imaginamos que nos van a afectar. Y en el mediano plazo, no tienen efecto en nuestra “felicidad percibida”. Este mecanismo simulador de experiencias nos puede ayudar a revertir nuestras sensaciones de frustración.

En pocas palabras, podemos inventar nuestra felicidad. La felicidad puede ser sintetizada. Los seres humanos tenemos algo que podemos entender como un sistema inmunológico psicológico.
Gilbert marca esta diferencia entre la felicidad “sintética” y la felicidad “natural”:
·        La felicidad natural es cuando obtenemos lo que queremos.
·        La felicidad sintética es lo que hacemos para conformarnos cuando no obtenemos lo que queremos.

Gilbert: “Resulta que la libertad –la habilidad de decidirse y cambiar de opinión– es la amiga natural de la felicidad, porque permite elegir entre todos esos deliciosos futuros y encontrar el que más vamos a disfrutar. Pero la libertad de elección –tomar decisiones y cambiar de idea– es la enemiga de la felicidad sintética. El sistema inmunológico psicológico funciona mejor cuando estamos totalmente atascados, cuando estamos atrapados”.
Pues bien, en nuestra sociedad tenemos la fuerte creencia que la felicidad sintética es de menor calidad. ¿Por qué? Volviendo a Gilbert: “Es muy sencillo, ¿qué tipo de maquinaria económica seguiría girando si creyésemos que no tener lo que queremos nos hará igualmente felices que tenerlo?”.

¡He ahí la cuestión! Nuestro mundo de hoy está organizado para que seamos “felices” si cumplimos los designios del dios dinero.
Pero podemos superar esta “trampa capitalista”: las pruebas demuestran que, tarde o temprano, la felicidad sintetizada nos es indistinguible de la felicidad natural.

Referencia:
Gianni Sabbione, “To bit or not to bit: ¡Sepa cómo conseguir felicidad sintetizada!”, 11 Enero 2013,  http://www.neoteo.com/to-bit-or-not-to-bit-sepa-como-conseguir-felicidad

No hay comentarios:

Publicar un comentario