A continuación un
extracto del artículo de Gianni Sabbione, publicado en www.neoteo.com, sobre investigaciones
realizadas por el Sicólogo Dan Gilbert:¿Sabías
que nuestro cerebro tiene la capacidad de crear felicidad sintética, la cual es
indistinguible de la felicidad natural? En nuestra sociedad
creemos muy fuertemente que no se puede ser feliz si no conseguimos determinado
objetivo.
Ya que vamos a hablar
de felicidad, recordemos la fábula de “La zorra y las uvas”, aquella en donde una
zorra, como no puede alcanzar un racimo porque está demasiado alto, finalmente
se cansa y lo desprecia, diciendo, mientras se va: “no importa, igualmente
estaban verdes”.
¿La fábula de la
Felicidad Sintetizada?
La moraleja “oficial”
habla en contra de la zorra: “algunos desprecian lo que no pueden tener”. Sin
embargo, ante lo irreversible de la situación, el animalito estaba haciendo un
uso concreto de la síntesis de felicidad, transformando algo supuestamente
negativo en positivo.
Dan Gilbert,
sicólogo, condensó varios estudios, y nos habla de la corteza prefrontal de
nuestro cerebro; la cual, además de relacionarse con cuestiones de la
personalidad y los procesos de atención, es un simulador de experiencias. Así
como los futuros pilotos de avión practican en un simulador de vuelo, los seres
humanos tenemos la capacidad de poder experimentar cosas dentro de nuestra
cabeza antes de probarlas en la vida real. Se basa, entre otras cosas, en los
estudios de otro sicólogo, León Festinger, con sus trabajos acerca de las
disonancias cognitivas.
También nos cuenta
que nuestro simulador cerebral suele funcionar mal. Esto se traduce en algo
llamado prejuicio de impacto, una tendencia a sobreestimar la intensidad y
duración de nuestras reacciones emocionales a distintas situaciones. Los
estudios lo corroboran: diferentes eventos, incluso los traumáticos,
consistentemente nos afectan menos, en intensidad y duración, que lo que
imaginamos que nos van a afectar. Y en el mediano plazo, no tienen efecto en
nuestra “felicidad percibida”. Este mecanismo simulador de experiencias nos
puede ayudar a revertir nuestras sensaciones de frustración.
En
pocas palabras, podemos inventar nuestra felicidad. La felicidad puede ser
sintetizada. Los seres humanos tenemos algo que
podemos entender como un sistema inmunológico psicológico.
Gilbert marca esta
diferencia entre la felicidad “sintética” y la felicidad “natural”:· La felicidad natural es cuando obtenemos lo que queremos.
· La felicidad sintética es lo que hacemos para conformarnos cuando no obtenemos lo que queremos.
Gilbert: “Resulta que
la libertad –la habilidad de decidirse y cambiar de opinión– es la amiga
natural de la felicidad, porque permite elegir entre todos esos deliciosos
futuros y encontrar el que más vamos a disfrutar. Pero la libertad de elección
–tomar decisiones y cambiar de idea– es la enemiga de la felicidad sintética.
El sistema inmunológico psicológico funciona mejor cuando estamos totalmente
atascados, cuando estamos atrapados”.
Pues bien, en nuestra
sociedad tenemos la fuerte creencia que la felicidad sintética es de menor
calidad. ¿Por qué? Volviendo a Gilbert: “Es muy sencillo, ¿qué tipo de
maquinaria económica seguiría girando si creyésemos que no tener lo que
queremos nos hará igualmente felices que tenerlo?”.
¡He ahí la cuestión!
Nuestro mundo de hoy está organizado para que seamos “felices” si cumplimos los
designios del dios dinero.
Pero podemos superar
esta “trampa capitalista”: las pruebas
demuestran que, tarde o temprano, la felicidad sintetizada nos es
indistinguible de la felicidad natural.
Referencia:
Gianni Sabbione, “To bit or
not to bit: ¡Sepa cómo conseguir felicidad sintetizada!”, 11 Enero 2013, http://www.neoteo.com/to-bit-or-not-to-bit-sepa-como-conseguir-felicidad
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