A
continuación un extracto de lo presentado por Rogelio López Nava, sobre el
libro de Ricardo Eiriz “Un curso de
felicidad”, de la Editorial Sirio.
Rogelio
López no dice:
Con
mucha frecuencia nos topamos con la idea de que el fin último de todos los
pobladores de la tierra, es encontrar la dicha total, pero lejos de pensar en
lo que realmente la produce, nos inclinamos por creer que en la medida en que
podamos adquirir cuanto objeto material se nos antoje o nos dé estatus en el
medio en el que nos desenvolvemos, generemos dinero o nos hagamos de títulos
académicos y ganemos jerarquía en el lugar en el que trabajamos.
Afortunadamente, la realidad es muy diferente
y el hecho de experimentar la felicidad
no es un bien que esté limitado para unos cuantos, sino que cualquier persona,
por el simple hecho de desearla, puede aspirar a ella debido a que nacemos con
esa predisposición, sin embargo, por curioso que parezca, hay quienes no
están dispuestos a buscarla o lo hacen en el lugar equivocado.
-
“No se trata de desprestigiar los
bienes materiales, ni los logros, pues son elementos que nos brindan bienestar,
pero esto es pasajero. La verdadera
felicidad no viene de algo externo, es algo interior que se consigue gracias al
control que poseemos sobre nuestra vida interna, y es algo que se da solamente
en el presente. Cuando nos focalizamos emocionalmente en recuerdos del
pasado o nos preocupamos por lo que nos depara el futuro, le damos vida a esas
situaciones ya sea para bien o para mal, lo cual nos distrae de lo que ahora
sucede e impide disfrutar de lo que ahora tenemos”, explica Ricardo Eiriz.
Cree que la felicidad
es para ti
Ciertamente todos tenemos derecho a la
felicidad, pero hay que recordar la premisa del libre albedrío: aunque todo
está a la disposición de cada persona, uno tiene la opción de seleccionar lo
que desea para sí. Entonces, si nuestro anhelo es alcanzar este estado, lo primero es aceptar que
merecemos ser felices en el momento mismo que estamos viviendo y con las
condiciones que tenemos, sin condicionar a que algo suceda o lleguemos a poseer
un bien material e incluso que depositemos esa esperanza en otra persona.
-
“La
propuesta es generar un cambio interior, vibrar con emociones y pensamientos
positivos. Si por ahora observamos que no los tenemos, o que están
condicionados a traer a la mente eventos pasados o que puedan registrarse en el
futuro, es momento de volver al aquí y
ahora, enfocarnos en el tiempo presente, cómo nos sentimos y qué podemos hacer
para generarnos bienestar. Si conquistamos esta parte, podemos tener acceso
a la felicidad”, dice el autor Ricardo Eiriz.
Siempre
hay oportunidad de cambiar la perspectiva, debemos esforzarnos por obtener lo
que deseamos, pero sin perder de vista que ni las propiedades, ni los títulos e
incluso ni las personas, son lo que nos proporcionan la felicidad, pues ésta la conseguimos a partir de que estamos en
equilibrio con nosotros mismos, lo que hace posible que todo lo demás sea
circunstancial en nuestra vida.
Referencia:
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Citado en: Rogelio López Nava, “¿Te
mereces la felicidad?”, http://www.desdelared.com.mx/noticias/2014/01-familia/0512-rogelio-felicidad-1232246448.html,
12 Mayo 2014.
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Imagen obtenida de: http://www.socializarte.net/espiritualidad/,
15 Mayo 2014.
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