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sábado, 5 de marzo de 2016

La Felicidad es un camino sencillo pero no fácil

 
A continuación un extracto del artículo del Padre Hugo Cisneros, reflexionando sobre la felicidad y la enseñanza de Jesús apara ser feliz, principalmente el ser pobre de espíritu, de la pureza del corazón, y la dicha y alegría de dar la vida por los hermanos.
 
Nos dice:
 
A lo largo de mi vida no he encontrado una sola persona humana que no quiera ser feliz, pero si he encontrado muchas personas que hacen todo lo posible para ser "infelices" y para impedir que los otros “sean felices”.
 
En estos días en reflexiones juveniles hemos buscado de definir lo que es la felicidad y nos hemos preguntado que caminos propone Dios y Jesucristo para llegar a la dicha y la felicidad. Ante todo descubrirnos que la felicidad es un “estado de vida”, de satisfacción y gusto por lo que somos y por lo que hacemos.
 
Nunca la felicidad viene por el camino del tener. No porque uno tiene riquezas es feliz, no porque uno tiene prestigio, dinero, placeres es feliz. Descubrimos que la felicidad se inscribe en la linera del ser, por ello lo del estado de vida. La dicha y la felicidad es algo innato del hombre, uno nace para ser dichoso y feliz, por ello todo esfuerzo que hace es para sentirse y ser dichoso de verdad. Nada de lo que hace el hombre sería comprensible si no se lo hace en función de su dicha y de su felicidad.
 
Los caminos que Cristo propone, especialmente en el sermón de la montaña los podemos reducir a los siguientes: quien quiera ser dichoso y feliz ante todo tiene que revestirse de una pobreza de espíritu. Los sobrados, los autosuficientes, los que se hacen valer por el poder del dinero; del placer y el prestigio; nunca serán felices. El pobre de espíritu es simple: lleno de esperanza, alegría, sin poder, confiado, abierto y por lo tanto tiene todo los elementos para construir, su ser de felicidad.
 
La segunda pista que Cristo propone para ser dichoso es la de la pureza del corazón. Un corazón mal intencionado, un corazón con dobleces, un corazón lleno de impurezas y prejuicios no es garantía de dicha y felicidad.
 
El corazón puro nos capacita para descubrir en el otro lo mejor que tiene y que es porque refleja a Dios. Claro que el discurso que estamos haciendo para muchos es un discurso religioso y cristiano y tienen razón, pero es la comprobación que la dicha y la felicidad no pueden estar lejos de Dios, cuyo signo humano y externo es el corazón puro. Pero hay algo que completa y da razón a la dicha y a la felicidad del hombre.
 
Nunca la dicha y felicidad será completa sino se la compromete en la lucha para que el otro, los semejantes, el otro que pueden ser los pueblos y naciones alcancen un estado de Paz y un estado de justicia y de solidaridad plena cumpliendo así lo que Cristo proclamó con su vida: “No hay mejor dicha y alegría que dar la vida por los hermanos”.
 
Referencias:
-      Citado en:  P. Hugo Cisneros C, “La felicidad : un derecho y una dificultad”, http://www.elheraldo.com.ec/index.php?fecha=2016-02-20&seccion=Editoriales&noticia=66029,  20 Febrero 2016.
-      Imagen obtenida de: http://www.risasinmas.com/el-camino-de-la-felicidad/, 05 Marzo 2016.

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