A
continuación un extracto del artículo Pedro Regojo Otero que nos relata una
leyenda de los dioses del Olimpo, con el objeto de sensibilizarnos de donde
encontrar la felicidad.
Se
menciona:
¿Qué relata la
leyenda?
Cuentan
que en la antigüedad griega los dioses del Olimpo habían encontrado la
felicidad y se dijeron: esto es maravilloso, pero lo tenemos que esconder para
los seres humanos.
Se
reunieron para conseguir tal fin, decidieron esconderlo en algún planeta del
firmamento, pero llegó Zeus, que era el padre de los dioses, y dijo que no. No
es buen sitio para esconder la felicidad, pues el hombre es inteligente y algún
día llegará a ese planeta.
Se
volvieron a reunir los dioses y decidieron esconderlo en el abismo de los
océanos. Volvió Zeus y dijo: el hombre es inteligente y un día llegará a ese
abismo.
Los
dioses estaban desconcertados y Zeus dio la solución: la felicidad la esconderemos
en el interior de los seres humanos, porque los humanos se fijan más en el
mundo exterior que en su mundo interior, y por eso el hombre nunca encontrará
la felicidad.
¿Cuándo dejamos de
ser feliz?
Por
eso el ser humano tiene que luchar por no vivir tan pendiente del mundo exterior
y ver más su mundo interior, donde nacen las fuentes de la grandeza y la
nobleza del ser humano.
La
felicidad se viene abajo cuando estamos demasiado pendientes del mundo
exterior. Seguramente alguien tiene un coche mejor que el nuestro, o es más guapo
que nosotros, etc.
¿Cuándo seremos
felices?
El
ser más feliz es Dios y uno puede ser feliz en la medida en que nos parecemos
más a Dios.
Cuando
somos generosos con los demás, primero con tu cónyuge, con tus hijos, tu
familia, con tus compañeros de trabajo y con tus vecinos.
Cuando
sonreímos. La sonrisa eleva el ánimo y rompe muchas barreras.
Cuando
somos misericordiosos y perdonamos a todos. Tenemos que tener mala memoria y
solamente recordar lo bueno y olvidarnos de lo malo.
Cuando
dejamos los caprichos y somos almas austeras que nos acostumbramos a vivir con
lo necesario y no nos creamos nuevas necesidades.
Seremos
felices cuando disfrutemos del bien ajeno y seamos capaces de valorar a los
demás, pues seguro que no todo es negativo en el prójimo y habrá cosas
positivas que uno debe valorar y manifestarlo.
Uno será feliz cuando
esté en paz con Dios, con uno mismo y con los demás.
Referencias:
- - Citado en: Pedro Regojo Otero, “La
felicidad”, http://www.farodevigo.es/opinion/2016/05/08/felicidad/1456743.html,
8 Mayo 2016.
-
Imagen obtenida de: https://www.pinterest.com/pin/352477108313909605/visual-search/?x=25&y=20&w=528&h=476,
19 Mayo 2016.
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