A continuación un
extracto del artículo de Luis Benito Bustamante, que nos manifiesta la
importancia del entrenamiento mental para aumentar nuestro nivel de felicidad.
Nos dice:
El querer tener más
felicidad para uno mismo es una competencia positiva pero envidiando lo
material no genera felicidad. Recordemos que estamos condicionados por muchos
factores de nuestro entorno y siempre van existir cosas nuevas y atractivas que
nos llamen la atención. Pero para sentir felicidad no es necesario tener cosas
que valen mucho dinero. La felicidad es
la esperanza de vivir mejor con o sin dinero.
Para trabajar la
felicidad en nuestras vidas, nosotros tenemos que alegrarnos de la felicidad a
nuestro alrededor, aun cuando no seamos los beneficiados directamente. Si existe felicidad en nuestro entorno,
existen más probabilidades de experimentar más de la felicidad. Si podemos
estar felices por la felicidad de otros, la fe y la esperanza en nosotros se
mantendrá y las reacciones en nuestro cuerpo, mente y espíritu definitivamente
serán más benéficas para todos. La fuente
de la felicidad está en amar a otros, sentir los deseos de ayudar, compartir la
alegría de los demás, y compartir nuestra felicidad con los demás. Si somos
felices en grupo, podremos identificar la felicidad de otros como nuestra. Si
la buena fortuna está cerca de nosotros las posibilidades de que la
experimentemos son más altas independientemente de nuestras circunstancias.
Los científicos
actuales están muy interesados en los fenómenos que genera nuestra mente cuando
estamos experimentando. Hoy ya está
confirmado que la mente pude entrenarse para generar la felicidad, y nos
aseguran que si decidimos ser felices es entonces cuando experimentaremos la
felicidad.
Las reflexiones
constantes pueden educar la mente para seguir el camino de la felicidad. Está
comprobado que el cerebro tiene muchas maneras de procesar la información
recibida y los efectos en nuestro cuerpo depende mucho de cómo permitimos que
nuestros pensamientos se almacenen en nosotros. El cerebro se puede educar a no ser afectado por las circunstancias y a
mantener la felicidad. La observación es la solución para cambiar las
emociones que no nos agradan del todo.
Es la mente a la que
tenemos que convencer de llevarnos a donde necesitamos ir. Cuando lo que buscamos depende de nuestro estado mental, tenemos que
prestarle atención a nuestro cuerpo porque el cuerpo nos deja saber los efectos
de nuestros pensamientos en nuestro ser. Una motivación feliz puede cambiar
nuestros hábitos por otros mejores.
Si somos capaces de
dejarnos guiar por un instructor sin ver lo que está mal y enfocándonos en
aceptar sólo lo bueno que estoy recibiendo, los beneficios de nuestra práctica
pueden alcanzar niveles mentales más positivos para nuestra vida. En toda actividad que genere felicidad y
que perdure se requiere de disciplina, del poder mental para llevar nuestra
atención hacia la felicidad, y de saber experimentar la felicidad en todo lo
que hacemos. No tenemos que esperar
a tener el cuerpo o peso deseado para ser felices, tenemos que estar felices
por contar con el cuerpo que tenemos. Una
vez que podamos acostumbrarnos a la felicidad, todas las oportunidades de ser
felices serán un imán para nuestra mente. Me regalo cada día por gratitud a
la vida que me bendice siempre con la oportunidad de ser feliz en todo lo que
hasta hoy he recibido. ¡Namaste!
Referencias:
-
Citado en: Luis Benito Bustamante, “La
fuente de la felicidad”, http://www.am.com.mx/2016/04/29/san-francisco-del-rincon/opinion/la-fuente-de-la-felicidad-280524,
30 Abril 2016.
-
Imagen obtenida de: http://elpoderdelamor111.blogspot.cl/2015/05/tips-para-aumentar-y-mantener-la.html,
07 Mayo 2016.
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