A
continuación se reproduce el artículo del Presbítero José Martínez Colín, que presenta
algunas reflexiones del Papa Francisco sobre la felicidad, especialmente sobre
el entender y aplicar el “ser pobres de espíritu”, de las bienaventuranzas del “Sermón
de la Montaña”, que son presentados en los ámbitos del saber, del pensar y del
vivir:
Nos
dice:
1) Para saber
Hace
pocos días el Papa Francisco reflexionó
sobre las "Bienaventuranzas”, y aseguró que para ser feliz hay que
llevarlas a cabo, hacerlas concretas en la propia vida.
Francisco
señaló que Jesús quiere conducirnos a la felicidad, por eso en el “Sermón de la
Montaña”, comienza su predicación con el término ‘dichosos’, ‘bienaventurados’,
es decir, felices. Y nos muestra las condiciones: “Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de
los Cielos”.
El
Papa comentaba que el pobre de espíritu es el cristiano que no se confía en sí
mismo, en sus riquezas materiales, no se obstina en sus propias opiniones, es
dócil a la señoría de Dios, escucha con respeto y está dispuesto a aceptar las
decisiones de otros.
2) Para pensar
Hay
un cuento sobre la verdadera felicidad. Está ubicado en la antigua Rusia, donde
vivía en su lujoso palacio el zar. Pero no
obstante estar rodeado de riqueza y comodidades, estaba triste. Pensaba que si
portaba una fina ropa sería feliz y se empeñó en buscar “La Camisa de la
Felicidad”.
En
todo el reino se proclamó que se pagaría una fortuna a quien consiguiese dicha
camisa. Fueron llegando cientos de camisas de todo tipo: seda, lino, algodón,
con joyas preciosas, con hilo de oro, de todos los colores y formas…, pero
nada; aunque el zar se las ponía, seguí tan triste, o más, que al principio.
Entonces
el zar mandó a su guardia que fuesen a buscarla por todo el reino. Era
invierno, hacía frío, y por más que buscaban no la encontraban. Recorriendo las
nevadas calles escucharon unas risas y gritos de alegría. Se acercaron de donde
provenían y era una casa muy pobre de un hombre campesino que tenía muchos
hijos. En ese momento estaba jugando y divirtiéndose con ellos. Los guardias
alcanzaron a escuchar que el hombre decía: “Soy el hombre más feliz del mundo”.
Los guardias creyeron encontrar, al fin, la camisa deseada, así que tocaron
fuertemente la puerta de la pobre casa. El hombre dejó a los niños y corrió a
abrir la puerta. Cuál va siendo la sorpresa de los guardias al encontrar a ese
hombre sin camisa.
3) Para vivir
La pobreza no es
impedimento para ser feliz. En las Bienaventuranzas “se parte
de condiciones de desgracia para acceder al ‘reino’ anunciado por Jesús… No se
es dichoso si uno no se convierte en grado de apreciar y vivir los dones de
Dios”, aseguró el Papa.
Francisco
comentó que el pobre de espíritu es aquel que ha asumido las actitudes de esos
pobres que no se rebelan, sino que saben ser humildes, dóciles, disponibles a
la gracia de Dios.
“La felicidad de los
pobres de espíritu tiene dos dimensiones: respecto a los bienes materiales es
la sobriedad, la capacidad de vivir lo esencial, de compartir; sin sobrecargarse
en el consumo voraz… ‘Cuanto más tengo, más quiero’ y esto mata el alma. El
hombre o la mujer que haga esto no será feliz”,
manifestó.
Por
otro lado, “respecto a Dios y a su alabanza, es el reconocimiento de que el
mundo es bendición y que en su origen está el amor creador del Padre”.
San
Josemaría nos lo recuerda en una breve fórmula: “Lo que se necesita para
conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado”,
(Surco 795).
Referencias:
-
Citado e: Pbro. José Martínez Colín, “Fórmula
para ser feliz”, http://www.expreso.com.mx/seccion/expresion/colaboracion-especial/9285-formula-para-ser-feliz.html,
18 febrero 2017.
-
Imagen obtenida de: http://clavesparaelseguimientodejesus.weebly.com/blog/las-bienaventuranzas-de-la-amistad,
06 marzo 2017.
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