Resumen:
Al
hacernos la pregunta: ¿cuánto tiempo he
sido feliz en mi vida?, no tenemos una respuesta directa y necesitamos
reflexionar para poder vislumbrar una respuesta.
A
través del cuento “El buscador”, nos podemos sensibilizar que más que ser longevo, es relevante vivir
feliz y no ser un “muerto en vida”.
Es
importante trabajar en todo momento para ser feliz, teniendo presente que entre
más intangible sean los planos en los que actuemos (como son los emocionales,
mentales y espirituales), los momentos de felicidad serán más duraderos.
Pregunta
de la vida:
Si
un día determinado te realizaran la siguiente pregunta: ¿cuánto tiempo ha sido feliz en su vida? ¿Qué respondería?.
Es
una interrogante compleja que demanda reflexión y que no es del todo sencillo
responderla.
Como
una ayuda para lograr obtener una respuesta, los invito a leer el cuento “El
Buscador” (1):
Cuento
“El Buscador”
Un
buscador (alguien para quien su vida es
una búsqueda), guiado
por su intuición interna se dirigió al pueblo de Kammir. Cuando estaba pronto a
llegar, le llamó la atención una colina con paisaje maravilloso con flores y
pájaros como si fuera un lugar encantado.
Tentado
por lo fantástico del entorno…
El buscador traspasó el
portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban
distribuidas al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos se posaran como
mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un
buscador, y quizás por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella
inscripción...
Abdul Tareg, vivió 8
años, 6 meses, 2 semanas y 3 días.
Se sobrecogió un poco
al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una
lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en
ese lugar. Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de
al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía:
Yamir Kalib, vivió 5
años, 8 meses, y 3 semanas.
El buscador se sintió
terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra,
una tumba. Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones
similares: un nombre y el tiempo de vida exacto. Pero lo que lo conectó con el
espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas
los 11 años... Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar.
El cuidador del
cementerio pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y
luego le preguntó si lloraba por algún familiar.
"No, ningún
familiar..." -dijo el buscador- "¿Qué pasa con este pueblo? ¿Qué cosa
tan terrible hay en esta ciudad?... ¿por qué tantos niños muertos enterrados en
este lugar?... ¿cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que
los ha obligado a construir un cementerio de niños?"
El anciano se sonrió y
dijo: "Puede Ud. serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí
tenemos una vieja costumbre. Le contaré... Cuando un joven cumple quince años
sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del
cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno
disfruta intensamente de algo, abre su libreta y anota en ella:
A la izquierda, qué fue
lo disfrutado... A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.
Conoció a su novia, y
se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de
conocerla?... ¿una semana? ¿dos? ¿tres semanas y media?
Y después... la emoción
del primer beso, el placer maravilloso del primer beso... ¿cuánto duró? ¿el
minuto y medio del beso? ¿dos días? ¿una semana?...
¿Y el embarazo o el
nacimiento del primer hijo?...
¿Y el casamiento de los
amigos?...
¿Y el viaje más
deseado?...
¿Y el encuentro con el
hermano que vuelve de un país lejano?...
¿Cuánto tiempo duró el
disfrutar de esas situaciones?...
¿Horas? ¿días?...
Así...vamos anotando en
la libreta cada momento que disfrutamos... cada momento.
Cuando alguien se
muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el tiempo que ha sido
feliz, para escribirlo sobre su tumba, porque ese es, para nosotros, el único y
verdadero tiempo vivido".
¿Cuánto
tiempo he vivido?
Se
imaginan si se cambiara la forma de contabilizar el tiempo que vivimos, a la usada
por el “pueblo de Kammir”. La pregunta que deberíamos responder sería: ¿cuánto
tiempo he vivido?, que sería lo mismo que responder: ¿cuánto tiempo he sido
feliz en mi vida?.
Si
tratáramos de preparar nuestra libreta de vida con el propósito de responder en
forma objetiva, nos encontraríamos que no es fácil de acordarse de todos los
momentos felices, y sobre todo en un mundo evolutivo en que predominan nuestros
recuerdos tristes.
Un
camino más práctico es proponerse desde hoy el registrar en nuestra libreta de
vida, los momentos felices. Pero sobre todo definir como uno de nuestros
desafíos (quizás el más importante) el ser, en cada momento y cada día más
feliz.
Las
preguntas indicadas nos ayudan a sensibilizarnos que no es tan importante ser
longevo, sino que asegurase de vivir feliz y no ser un “muerto en vida”. Por eso
es relevante empezar hoy, o como dice el Proverbio Chino: “Disfruta hoy. Es más tarde de lo que crees”, y debemos aprovechar
todos los instantes como lo dice Pearl S.
Buck (1892-1973) - Escritora Estadounidense: “Muchas personas se pierden las
pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”.
Debemos
considerar también que el ser humano vive en una interrelación de los planos
físicos, emocionales, mentales y espirituales, en los que la duración de los
momentos felices no son iguales:
Tomado
antecedentes del Modelo Integrado de la Felicidad (2):
Si
quieres ser Feliz un momento… come chocolate… (plano físico).
También:
-
Disfruta de los placeres.
-
Realiza ejercicio físico.
-
Adopta una buena nutrición.
Si
quieres ser Feliz un día… siente la emoción de ayudar a alguien… (plano
emocional).
También:
-
Cultiva la bondad.
-
Logra buena interrelación con las
personas.
-
Ten siempre una actitud positiva.
Si
quieres ser Feliz un mes… piensa y define ser feliz… (plano mental)
También:
-
Define y trabaja den desafíos que sean
estimulantes.
-
Desarrolla el pensamiento positivo.
-
Cultiva el aprendizaje continuo.
Si
quieres ser Feliz toda la vida… vive la ley del amor de Dios (plano
espiritual).
También:
-
Se siempre una persona agradecida.
-
Perdónate a ti y a los demás.
-
Actúa de acuerdo al sentido de tu vida.
Debemos
trabajar para ser feliz en todo momento, teniendo presente que entre más
intangible sean los planos en los que actuemos (como son los emocionales,
mentales y espirituales), los momentos de felicidad serán más duraderos.
Referencias:
-
(1) Citado en: http://www.inteligencia-emocional.org/perlas/elbuscador.htm,
Consultado 05 octubre 2017.
-
(2) Víctor Hugo Ramón Vergara Medina,
“Sensibilidades sobre la Felicidad y el Modelo MIFE”, http://prisma101-1.blogspot.cl/2017/04/sensibilidades-sobre-la-felicidad-y-el.html,
18 abril 2017.
-
Imagen obtenida de: http://imagenescristianas.juanbernal.net/2013/04/en-los-momentos-felices-ama-dios.html?m=0,
consultado 11 octubre 2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario