Objetivos alineados a
una vida con sentido, nos permiten una felicidad más duradera.
Resumen:
Se
menciona que en nuestras vidas cuando sólo nos interesa pasarlo bien, estamos
viviendo esencialmente en el plano físico y que esta corriente de vida se
denomina hedonismo.
Si
queremos que nuestra felicidad sea más duradera, debemos definirnos objetivos que
estén orientados a una vida con sentido y que “fluyamos” haciendo las
actividades que nos permitan avanzar hacia esos objetivos.
La
felicidad de las personas:
A
veces pensamos que nuestra vida solo tiene como fin el pasarlo bien y disfrutar
de los places de la vida, pero cuando estamos enfrascado en estos pensamientos
estamos viendo la vida desde una perspectiva del plano físico, donde los
placeres que nos dan principalmente los cinco sentidos cobran relevancia.
La
orientación planteada es conocida como hedonismo, que el especialista Martín
Seligman lo define de la siguiente manera (1):
“Una persona hedonista desea el
máximo de buenos momentos y el mínimo de malos momentos en su vida, y la teoría
hedonista más sencilla dice que la calidad de vida no es más que la cantidad de
buenos momentos, menos la cantidad de malos momentos”.
Lo
central de este pensamiento es que cuando se actúa en el plano físico, estamos considerando
sólo momentos. En otras palabras, somos felices sólo por algunos momentos.
Típico son los casos de disfrutar de una rica comida, de contemplar un bello
paisaje, de escuchar una encantadora melodía, etc., etc.
Sabemos
que en nuestras vidas no sólo la vivimos en el plano físico, sino que también
en los restantes planos como son los planos emocionales, mentales y
espirituales.
Hay
un aspecto importante que está asociado al plano espiritual, y es el tener una
vida con sentido.
En
palabras de Juan Pablo II (1920-2005) – Papa de la Iglesia Católica (2):
“El hombre tiene la urgencia de
encontrar un porqué a la existencia, a cada uno de los instantes, a las etapas
importantes y decisivas, así como a los momentos más comunes de la vida”.
O
en lo expresado por Viktor Emil Frankl (1905-1997) - Psiquiatra y
Psicoterapeuta Austriaco (3):
“Tratar de encontrar sentido a la
vida de cada uno es el factor de motivación más importante en el hombre”.
Una
vez que conocemos el sentido de nuestra vida, vivimos la vida comprometida con
las tareas que nos permitan avanzar hacia los objetivos que nos imponemos y que
están relacionados con nuestro sentido de la vida.
En
los términos expresados por Viktor Emil Frankl (4):
“Lo que el hombre realmente
necesita no es un estado libre de tensiones, sino de búsqueda y lucha por
conseguir un objetivo que tenga valor para él”.
Cuando
logramos esta inter-relación entre los diferentes planos, empezamos a fluir, que
es cuando lo pasamos bien haciendo algo y entre las características es que el
tiempo se pasa “volando”.
A
continuación se comenta la interrelación de los diferentes planos, de acuerdo a
las orientaciones del especialista Martin Seligman.
La
Felicidad según Martín Seligman (5):
Martin
Seligman afirma que la felicidad se relaciona más estrechamente con una vida
comprometida y con una vida con sentido.
Una vida comprometida es la de aquellos
que se ocupan de tareas que coinciden con sus gustos intensos y con sus
fortalezas notorias. Estar ocupados
así, los lleva a un estado de disfrute intenso, llamado estado de flujo.
En
estado de flujo, olvidamos el tiempo y el espacio, dejamos de razonar y de
racionalizar y nos adentramos en algo muy parecido a la contemplación. Posiblemente el músico, el poeta,
el artesano y el deportista, todos en el momento de ejercer su talento, sean un
ejemplo de vida comprometida.
La
vida con sentido ocurre cuando nuestras fortalezas cardinales se utilizan con
altruismo al servicio de algo que consideramos superior: el bien común para los buenos
políticos; la verdad para el filósofo y el científico; la buena crianza para
los padres; la salud del paciente para los dispensadores de cuidados médicos;
el desarrollo de colaboradores y discípulos para los buenos jefes y maestros.
La felicidad es
gestionable. No es un estado que ocurre al azar.
Lograr
el alineamiento:
Es
muy potente cuando logramos el alineamiento del plano espiritual (vida con sentido),
con el plano mental (fluir en realización de tareas en post de lograr objetivos
definidos). En este caso se camina en la vida realizando actividades que se
disfrutan el llevarlas a cabo y están enmarcada en una vida con sentido, lo que
nos hacen ser más felices.
Un
abrazo,
Referencias.
(1) Citado
en: Martin E.P. Seligman, "La Autentica Felicidad", Ediciones B.S.A.,
2011, Buenos Aíre, Argentina, Marzo 2012, pp24.
(2) Citado
en: "Agenda 2007 - 365 días con CRISTO y mis hermanos", Editorial SAN
PABLO, Buenos Aíre Argentina, AGO-2006,
16 Febrero de 2007.
(3) Citado
en: Tal Ben-Shahar, "Ganar Felicidad", Editorial del Nuevo Extremo
S.A., 1ra. Edición Marzo 2008, Buenos Aire, Argentina, pp81.
(4) Citado
en: Tal Ben-Shahar, "Ganar Felicidad", Editorial del Nuevo Extremo
S.A., 1ra. Edición Marzo 2008, Buenos Aire, Argentina, pp82.
(5) Citado
en: Álvaro Cedeño, “Gestión de la felicidad”, http://www.nacion.com/economia/gestion-de-la-felicidad/ZRRW6XMMRVHOZCQO6DTPL2NUL4/story/,
23 diciembre 2017.
(6) Imagen
obtenida de: http://www.cosasparamimuro.com/image/1816/ya-encontre-el-sentido-de-la-vida,
consultado 18 enero 2017.
Gracias Víctor; quizá para muchos, no es fácil encontrarle sentido a la vida cuando no se tiene claro cuáles son sus propios talentos (para qué sirvo?, qué me motiva?, cuál es mi misión?). Algunos descubren sus talentos a temprana edad, otros en su edad madura y muchos nunca los decubren. Para estos últimos quizá su talento sea dejar huellas en los seres que le rodearon, hermosas vivencias y buenos recuerdos.
ResponderEliminarEstimado Luis:
EliminarGracias por vuestros comentarios.
Completamente de acuerdo que es un desafío tener una vida con sentido, pero hay que tener presente que es relevante hacerlo.
Hay una analogía que nos aclara este aspecto: “una vida sin sentido es como un yate si velas ni motor en la inmensidad del océano”.
Nuestra vida es maravillosa y no debemos dejarla a la deriva y debemos “encender nuestro motor interno” para buscar nuestro sentido de vida y definir los objetivos y actividades que nos hacen avanzar y disfrutar del camino para lograrlo.
Debemos dedicar tiempo, que es nuestro recurso más escaso, para lograr una vida con sentido.
Un abrazo,
Víctor Hugo Ramón Vergara Medina