Si cuidamos nuestro jardín
mental, cosecharemos felicidad más duradera.
Resumen:
Uno
de los planos de la vida en la que coexistimos los seres humanos es el plano
mental, el cual es muy relevante y que debe ser considerado para lograr una
felicidad más duradera.
Para
el plano mental se presentan las enseñanzas de la filosofía Budista, en base a
la opinión del Dalai Lama, así como el punto de vista científico que se
presentan a través de una teoría unificada de la felicidad del neurocientista Dr. Richard J. Davidson.
Nuestro
jardín mental:
En
un artículo publicado anteriormente (1) se mencionaba:
“… lo aprendido al cultivar un jardín terrenal, nos permite aplicarlo para
ser jardineros de nuestro corazón, de nuestra mente y de nuestra alma y así
lograr que nuestra felicidad sea más duradera”.
El
Dalai Lama ha manifestado la importancia de tener una buena salud mental,
indicando (2):
“Si disfrutas de una buena salud, los virus no pueden dañarte. En
cambio, si tu estado general es más bien débil, hasta el virus más pequeño
resulta peligroso. Del mismo modo, si tu
salud mental está en buenas condiciones, cuando tengas algún contratiempo, este
te afecta pero te recuperaras en seguida. Pero si tu salud mental no es
buena, hasta el problema más pequeño te causará mucho dolor y sufrimiento.
Tendrás miedo, estarás triste y preocupado, enfadado e irritable”.
Una
forma de tener una buena salud mental, es cuidar adecuadamente nuestro “jardín
mental”, cuidando las flores plantadas (pensamientos) e ir eliminando
continuamente las malezas (por ejemplo el pesimismo) que pueden debilitar las
flores que se quieren conservar.
Una
forma del cuidado de nuestro “jardín mental” es a través de la teoría unificada
de la felicidad que se presenta a continuación.
La
teoría unificada de la Felicidad (3):
Del
artículo de José Silié Ruíz, presenta los antecedentes de la teoría unificada de
la felicidad siguiente:
El neurocientista Dr.
Richard J. Davidson, profesor de psiquiatría de la Universidad de Wisconsin,
autoridad en el campo del estudio de las emociones combinadas con las modernas
neuroimágenes sostiene que podemos “entrenar” nuestro cerebro, para que podamos
ser más resistentes, menos negativos y posiblemente más felices. Él ha creado una teoría unificada de la
felicidad, basada en cuatros aspectos principales:
- primer circuito, nuestra habilidad para mantener estados positivos de alegría;
- segundo circuito, la capacidad de recuperarnos de un estado negativo,
- tercer circuito, se refiere a la capacidad de concentrarnos mentalmente, para evitar la dispersión mental y
- cuarto y último circuito, es la habilidad de ser generosos.
Veamos estos puntos de
vista, al parecer nacemos equipados para la cooperación social, la compasión y
la generosidad, experimentamos un gran bienestar cuando ayudamos al prójimo. Procurar la alegría de los demás, es la
forma más rápida de experimentar nosotros felicidad. El primero de los
circuitos es ese estado positivo es una emoción agradable que debemos procurar,
no podemos decretar la felicidad, ni
puede ser como un acto de magia, debe ser la consecuencia de un viaje a nuestro
interior navegando dentro de nuestro propio ser, con deseos de conocernos y
aceptarnos como somos.
En cada persona, hay
una naturaleza única e inimitable que tiene sus elementos propios. Cuando esa
naturaleza se desarrolla en un mundo dinámico, armonioso y creativo, la persona
alcanza su plenitud. Por desgracia, somos nosotros mismos los que nos creamos
las condiciones que socavan la alegría y la felicidad y ello se debe
principalmente a las tendencias negativas de nuestra mente, a la reactividad
emocional equivocada, a nuestra incapacidad para apreciar y hacer uso de los
recursos que tenemos en nuestro interior. La
felicidad radica solo en el yo íntimo, en una visión de equilibrio, creador de
la ansiada serena paz interior, como una ofrenda voluntaria a uno mismo.
¡Seamos felices por el amor, la generosidad y la mansedumbre! La felicidad
duradera, se halla tan solo en nuestra mente y el corazón.
Los
planos de la vida:
Debemos
tener presente lo indicado por el Dr. Richard J. Davidson, que indica que
debemos mantener estados mentales positivos, potenciando la capacidad de recuperarnos
de los estados negativos, evitando la dispersión mental y cultivando la
habilidad de ser generosos.
Pero
también, si hablamos de felicidad, no sólo debemos hablar del plano mental,
sino que necesariamente debemos referirnos a los diferentes planos en que
coexistimos los seres humanos, como se menciona en el modelo MIFE – Modelo
Integrado de la Felicidad (4). Sabemos que mientras más elevado sean los planos
(físico-emocional-mental-espiritual), podemos obtener una felicidad más prolongada.
Si
estamos en el plano físico, que es el plano base, siempre debemos considerar
que la felicidad serán momentos, pero a medida que avanzamos a los planos emocionales
(corazón), mentales y espirituales, lograremos que nuestra felicidad sea más
duradera.
Un
abrazo,
Referencias:
(1) Víctor
Hugo Ramón Vergara Medina, “Cultiva tu jardín, que te dará Felicidad”, http://prisma101-1.blogspot.cl/2017/07/cultiva-tu-jardin-que-te-dara-felicidad.html,
24 julio 2017.
(2) Dala
Lama, Desmond Tutu, “El libro de la Alegría”, Pinguin Random House Grupo
Editorial S.A., Santiago Chile, 2017.
(3) José
Silié Ruíz, “El cerebro de la felicidad”, http://hoy.com.do/el-cerebro-de-la-felicidad/,
23 diciembre 2017.
(4) Víctor
Hugo Ramón Vergara Medina, “Sensibilidades sobre la Felicidad y el Modelo MIFE”,
http://prisma101-1.blogspot.cl/2017/04/sensibilidades-sobre-la-felicidad-y-el.html,
18 abril 2017.
(5) Imagen
obtenida de: http://www.imgrum.org/media/1531285127694835967_4874820063,
consultado 9 enero 2018.
gracias por toda la información yo actualmente estoy usando una manguera de goteo que compre en esta tienda https://www.latiendadeljardin.com/goteros eso me ha permitido ahorrar tiempo
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