Los deseos deben ayudarnos a lograr y no
alejarnos de la felicidad.
Resumen
Los deseos son muy
importantes en nuestras vidas, porque son fuerzas impulsoras para lograr algo.
Debemos tener en cuenta si de no perder el control de estas energías y quedar
atrapado en una cadena de deseos que comprometa la felicidad y la vida misma.
Se presenta un
extracto de un artículo de Federico Figueras, “Cuando los deseos nos alejan de la felicidad”, que entrega las
precauciones que hay que tener con los deseos.
Nuestros deseos:
Si buscamos en Google
el significado de “deseo”, nos encontramos que es:
“Interés o apetencia
que una persona tiene por conseguir la posesión o la realización de algo” (1).
Es algo que se
desarrolla en nuestro plano mental y que hace actuar emociones y a la
realización de acciones para conseguir cosas.
Es por eso que muchas
veces nos encontramos diciendo si tengo esto o aquello que deseo, voy a ser
feliz. Pero una vez obtenido lo deseado, nuevamente viene otro deseo. Y así en
una escalada sin fin…
A continuación un
extracto del artículo de Federico Figueras,
“Cuando los deseos nos alejan de
la felicidad”, que en resumen nos indica:
Nuestra
cabeza vive en el futuro, esperando alcanzar eso que nos va a hacer felices.
Preferimos planear nuestra vida en lugar de vivirla. El desafío es abrir los ojos. Para
eso, primero hay que cerrarlos.
Cuando los deseos nos
alejan de la felicidad (2)
¿Qué harías si se te presentara
el genio de la lámpara y te dijera que te
concede tres deseos? ¿Qué pedirías?.
Todos nos ilusionamos alguna vez
con esa fantasía. Todos tenemos esa
lista secreta de tres o más pedidos que, a nuestro juicio, nos pueden resolver
la vida. "Los deseos nos hacen felices". Eso es lo que creemos y
por eso también cada vez que cumplimos años o cada vez que estamos en una
ocasión de festejo, pedimos deseos.
En realidad estamos constantemente deseando cosas. El deseo es parte del mundo en
el que vivimos, muchas veces es el motor para superarnos y es siempre el
objetivo de las campañas de publicidad. Nos
movemos a través del deseo. Y creemos, falazmente, que en la medida en que
conseguimos hacer realidad nuestras metas, nos
acercamos a la felicidad.
Ya hemos hablado de esto: la felicidad parece estar siempre en la próxima
estación. Entonces la vida se convierte en una carrera
desenfrenada por conseguir lo que deseamos y, desde ese punto, desear nuevas
cosas. Hay mucha gente que vive así, corriendo detrás de una zanahoria, que va
cambiando (pude ser un título, una casa, un auto, un mejor trabajo, una pareja,
una familia, más dinero, más placer), pero nunca termina por conformarnos. Los deseos solo llevan a más deseos, cuando
cumplimos uno, surge otro, y nunca llegamos a la satisfacción.
Ese es, en realidad, el punto
clave de la cuestión. El mundo, con sus formas materiales, no puede
satisfacernos. Esa
felicidad, que nuestra mente persigue incansablemente, no está ahí afuera.
Los grandes maestros de la
meditación y el yoga (entendida no como un conjunto de asanas, sino como una
disciplina que implica la unión de la mente y el cuerpo con el ser), señalan
que en realidad, nuestra avidez por la felicidad nos hace, justamente, más
infelices.
La búsqueda permanente de la felicidad, nos impide ser
conscientes de lo que tenemos. La felicidad es apenas una idea, una idea que nos escinde, que
nos separa del ahora. Nuestro cuerpo está aquí, pero nuestra mente está en otro
lado. Y sin embargo, en el único momento
en que podemos ser felices, es siempre en el ahora.
Nuestras
alertas y precauciones:
Debemos
tener deseos, porque son la fuerza motriz que impulsa nuestras vidas.
De
Brihadaranyaka Upanishad IV.4.5 (3):
Tú
eres lo que es el profundo deseo que te impulsa.
Tal
como es tu deseo es tu voluntad.
Tal
como es tu voluntad son tus actos.
Tal
como son tus actos es tu destino.
Si,
debemos estar alerta para no quedar atrapado en las cadenas de los deseos, en
la que un eslabón aprisiona un próximo deseo y así quedar encadenados a una
vida de deseos, al pensar que el próximo nos hará más felices y simplemente
vamos postergando nuestra felicidad y nuestra vida por lograr el próximo deseo.
Un
abrazo,
Referencias:
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