Los placeres hay que disfrutarlos, pero no hay que confundirlos con la felicidad
Resumen:
La puerta de acceso a los placeres es normalmente a través de nuestros sentidos y debemos disfrutarlos con responsabilidad y precaución, teniendo presente que debido a los mecanismos con los que se activan siempre está latente el riesgo de la adicción.
Un aspecto importante que se debe tener presente es que los placeres son más bien “momentos de placer”, que muchas veces se quiere repetir consumiendo nuevas “dosis” para continuar disfrutando de las sensaciones placenteras… y de ahí nacen los riesgos de la adicción.
La felicidad, en los que los placeres son parte, es más integral y no tiene los riesgos de la adicción, y dependiendo de los planos en la que se desarrollen las actividades cada vez la felicidad es más duradera.
El plano de los placeres según MIFE:
Cuando hablamos de placeres, tendemos a pensar que es lo que se requiere para ser feliz, pero hoy se tienen más antecedentes para decir que es parte de la felicidad, pero no es la ruta completa para lograrla.
Para explicar lo indicado, podemos recurrir al Modelo MIFE – Modelo Integrado de Felicidad (1):
EL modelo MIFE considera una propuesta de mejoramiento del nivel de felicidad, compuesto por los tres aspectos que impactan el nivel de felicidad de las personas como son la “genética”, la “voluntad” y las “circunstancias de la vida” (desarrollados por la especialista Sonja Lyubomirsky), y las actividades que pueden llevarse a cabo en los planos físico, emocional, mental y espiritual, que nos permiten incrementar el aspecto de la “voluntad”, y que actualmente se entrega como “Taller de la Felicidad basado en el Modelo MIFE”.
En este modelo, se considera que los placeres ocurren en el plano físico (2):
Plano físico:
Plano base de nuestra vida terrena, que está asociado principalmente a nuestro cuerpo e incorpora todos los aspectos externos de nuestro vivir.
Y, tomamos una definición de felicidad, de acuerdo con el modelo MIFE, expresada en “La evolución de la definición de Felicidad” (3):
La felicidad es cuando en la vida aflora el presente y están en armonía nuestras creencias, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestro accionar.
Podemos concluir que los placeres son elementos importantes de nuestras vidas, pero sólo son una parte en el contexto de la felicidad que considera todos los demás aspectos de los planos: emocional, mental y espiritual.
Para más información se presenta a continuación un extracto del artículo “Por qué el camino del placer no es suficiente para alcanzar la felicidad” (4), basado en los antecedentes aportados por la psicóloga Celia Antonini, en los que se expresa también los cuidados que se deben tener en el ámbito de los placeres.
El camino del placer no es suficiente para alcanzar la felicidad (4):
El placer y la felicidad pueden parecer similares, pero son muy diferentes entre sí.No comparten los mismos circuitos ni sustancias cerebrales, y tienen resultados y consecuencias muy diferentes en las personas.
"El placer y la motivación son sinónimos de la dopamina, un neurotransmisor del cerebro",explicó en diálogo con Infobae la escritora y psicóloga Celia Antonini. "La dopamina es una sustancia química que se secreta durante situaciones agradables y alimenta los sentimientos de deseo y motivación, y que está implicada en la regulación de muchas cosas en nuestro cerebro: recompensas, motivación, placer".
¿Qué significa esto?
"Que aquellas acciones que nos causan placer inmediato como la comida, el sexo, el cigarrillo, el juego en el casino o la tecnología son estimulantes de la secreción de dopamina y nos estimulan a buscar más de aquella ocupación o actividad que nos genera placer, alimentando un circuito de motivación y recompensa que nos hacen repetir aquellas conductas que nos proporcionan placer", aseguró la experta.
El riesgo al que estamos expuestos cuando abusamos de la búsqueda de placer es caer en la adicción, según la psicóloga. "Quedar presos de una necesidad imperiosa de repetir una conducta que dura poco tiempo y que nos incita a volver a buscar el mismo placer una y otra vez. Quizás, la corta duración del efecto dopaminérgico sea el motivo por el cual nos es tan fácil abusar de los placeres. Es como si el cerebro dijese: 'Qué bien se siente, ¡quiero más!'".
La dopamina tiene en el cerebro cinco receptores ubicados en una misma zona, a diferencia de la serotonina -la hormona del bienestar-, que propaga señales de felicidad a muchas partes diferentes del cerebro, tocando al menos a 14 receptores distintos. Algunos científicos sostienen que, en parte, esta es la razón por la cual la felicidad puede sentirse de muchas maneras diferentes: sensaciones de amor, satisfacción o alegría pueden aparecer durante diversas situaciones e interacciones que tiene la serotonina con los receptores en diferentes zonas del cerebro.
"A diferencia del placer, la felicidad no es adictiva, dura largo tiempo, y está relacionada con el dar, el ayudar, el hacer algo por los otros y con los otros. Está unida al compartir momentos con amigos, familia, colegas. La interacción con los otros hace fluir el sentimiento de felicidad. Esto hace que el cerebro diga: 'Esto se siente bien, y me es suficiente'", afirmó.
"Podríamos decir que con el placer uno toma cosas y con la felicidad uno tiende a dar. Lo efímero versus lo duradero. Mientas que para la felicidad estar bien es suficiente, para el placer nada es suficiente.Siempre está dispuesto a ir por más. Somos nosotros los que tenemos que ponerle el freno y decirle 'basta' al helado, a la comida o al shopping para que no nos lleve a una adicción. En cambio, con la felicidad no corremos riesgos".
Placer versus felicidad:
Accedemos a los placeres a través de nuestros sentidos y podemos disfrutarlos con las responsabilidades y precauciones normales, teniendo siempre presente que por los mecanismos con los que se activan siempre está latente el riesgo de la adicción.
Disfrutar del comer… precaución con la obesidad…
Disfrutar del sexo… precaución con los trastornos sexuales.
Disfrutar del escuchar… precaución con la sensibilidad de los oídos.
Disfrutar del ver… precaución con tener la tolerancia de nuestros ojos.
Disfrutar del comprar… precaución porque “las tarjetas también se pagan”.
Es importante tener presente que los placeres son “momentos de placer”, y que por lo bien que se siente, se quiera repetir, y muchas veces aumentando la “dosis”, para seguir disfrutando de las sensaciones placenteras… y de ahí los riesgos de la adicción.
En cambio, la felicidad, en los que los placeres son parte, es más integral y no tiene los riesgos de la adicción, y dependiendo de los planos en la que se desarrollen las actividades, cada vez la felicidad es más duradera.
En el Modelo MIFE – Modelo Integrado de Felicidad, se considera:
Si quieres Ser Feliz un momento… come chocolate… (Plano físico).
Si quieres Ser Feliz un día… disfruta la compañía de familiares y amigos… (Plano emocional).
Si quieres Ser Feliz un mes… piensa y define ser feliz… (Plano mental).
Si quieres Ser Feliz toda la vida… vive la ley del Amor de Dios (Plano espiritual).
Un abrazo,
Referencias:
(1) Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Sensibilidades sobre la Felicidad y el Modelo MIFE”, http://prisma101-1.blogspot.cl/2017/04/sensibilidades-sobre-la-felicidad-y-el.html, 18 abril 2017.
(2) Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Transmisión información “interna” para ser más Feliz”, http://prisma101-1.blogspot.com/2018/11/transmision-informacion-interna-para.html, 4 noviembre 2018.
(3) Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La evolución de la definición de Felicidad”, http://prisma101-1.blogspot.com/2019/02/la-evolucion-de-la-definicion-de.html, 22 febrero 2019.
(4) Citado en: “Por qué el camino del placer no es suficiente para alcanzar la felicidad”, https://www.infobae.com/tendencias/2018/10/31/por-que-el-camino-del-placer-no-es-suficiente-para-alcanzar-la-felicidad/, 31 octubre 2018.
(5) Imagen obtenida de: http://consentido2.blogspot.com/2018/06/placer-felicidad-alegria-dicha.html, consultado 14 Marzo 2019.
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