Paradoja de Easterlin: El
crecimiento económico, no provocan un aumento de la felicidad en las personas.
Resumen:
Las paradojas nos
permiten usar expresiones que parecen contrario a la lógica, pero que pueden
tener una verdad oculta.
Así como en la cultura
popular existe la del huevo o la gallina, en el tema de la felicidad está la
que: “todos queremos ser felices, pero no sabemos qué es la felicidad, ni para
qué queremos ser felices.
Una de las paradojas
que más produce estudios es sobre si ¿el dinero da o no la felicidad?
Se entregan mayores
antecedentes sobre la historia de la paradoja de Easterlin, que es un concepto
empleado hoy en la economía de la felicidad, que indica que el aumento de los
ingresos no provocan un aumento de la felicidad en las personas.
Las paradojas
Si consideramos que una
paradoja es cuando se emplean expresiones que parecen contrario a la lógica o
que son contradictorias, pero que pueden tener una verdad oculta, nos damos
cuenta de que en nuestras vidas hay un sin número de ellas.
Quizás la más conocida
en la cultura popular sea la del huevo o la gallina:
¿Qué ocurrió primero,
el huevo o la gallina?, teniendo respuestas para las dos opciones. Por ejemplo,
los filósofos nos hacen pensar con esta paradoja sobre el origen del universo.
Para la felicidad
también existen paradojas, siendo la más común la paradoja de la felicidad: “todos
queremos ser felices, pero no sabemos qué es la felicidad, ni para qué queremos
ser felices”. Puede preguntarse: ¿Qué es la felicidad?, ¿Para qué quiero ser feliz?
Se encontrará con interesantes respuestas…
La paradoja que más
produce estudios es sobre si ¿el dinero da o no la felicidad?
Sobre este tema y para
conocer mayores antecedentes de la paradoja de Easterlin, se adjunta a
continuación extractos del artículo de Ariosto Manrique Moreno: “La economía de
la felicidad” (1).
La economía de
la felicidad (1)
Hace más de 200 años,
el economista Robert Malthus se hizo una serie de preguntas profundas sobre el
objetivo final de la economía y el desarrollo económico; por todos lados se
hablaba de “la riqueza de las naciones” (Adam Smith), pero nadie sobre las causas
que provocan la felicidad en las naciones.
¿Por qué? Con la
pregunta de Malthus, se provocó una serie de reflexiones globales entre
académicos y economistas que terminaron por impulsar una nueva corriente de
pensamiento sobre cómo debería concebirse a la economía como parte fundamental
para lograr la felicidad de las personas.
Pasaron dos
siglos y finalmente el economista Richard Easterlin tomó la teoría de Malthus y
la puso a prueba investigando. Como resultado de estos trabajos complejos hoy
conocemos la famosa “Paradoja de Easterlin” que dice que el crecimiento
económico - el aumento de los ingresos y la abundancia de productos - NO
provocan un aumento de la felicidad en las personas.
Si la felicidad es
subjetiva, como lo aseguran numerosos expertos, entonces, ¿cómo se logra ella a
través de economía? Aquí es donde se pone interesante el dilema porque cada
cabeza es un mundo, pero afortunadamente existe la investigación científica y
estudios serios como los de Oxa, Arancibia y Campero, proponen que las
variables a considerar son: el nivel de satisfacción que se tiene con la vida,
el nivel de ingreso disponible, la riqueza o bienes acumulados, el nivel de
educación formal, la importancia asignada a la religión y la exposición a un
entorno seguro o inseguro.
Habiendo comentado
esto, dejo una pregunta para la reflexión: si los gobiernos son un instrumento
fundamental para el desarrollo de una sociedad, entonces ¿cómo impulsar una
economía en donde se logre la felicidad de sus ciudadanos?
La felicidad interna
bruta de Bután
Es muy probable que
basado en los conceptos del economista Robert Malthus, que permitió dar a luz la
paradoja de Easterlin, el gobierno de Bután se haya estimulado en el desarrollo
del índice de la felicidad interna bruta, considerando factores materiales,
sociales, espirituales y medioambientales, en reemplazo de sólo los aspectos
económicos del tradicional índice de producto interno bruto.
Un abrazo,
Referencias:
(1) Citado
en: Ariosto Manrique Moreno, “La economía de la felicidad”, https://www.elimparcial.com/tijuana/columnas/La-economia-de-la-felicidad-20211025-0005.html,
25 octubre 2021.
(2) Imagen
obtenida de: https://blog.uclm.es/fabiomonsalve/?cat=30,
consultado 30 diciembre 2021.
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