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jueves, 17 de abril de 2014

Perdón es una fuente de Felicidad


A continuación un extracto del artículo de Juan Linares, SDB, que nos entrega en Semana Santa una enseñanza magnífica para nuestra vida y una “herramienta” importante para nuestra felicidad:

Nos dice:

Son muchas las características de estos días, y ciertamente una de ellas es la del perdón. Estos días son días de perdón. Nuestro Dios, en su infinita misericordia nos concede el don de perdonarnos, pues precisamente para eso murió en la cruz. Acudamos a la fuente del perdón que es el Sacramento de la Reconciliación y experimentemos esta gracia.

Acudamos, de la misma manera, al hermano al que hemos ofendido y pidámosle perdón. También nosotros hemos lastimado a mucha gente, con intención o sin ella, hemos herido profundamente el alma de nuestros seres queridos; hay que pedirles perdón. Las situaciones que recordamos en las que estamos conscientes que los hemos ofendido, necesitamos anotarlas, y debemos decirles: “perdóname”. Y en estos días lo podemos hacer.

Pero, también nosotros podemos convertirnos en “perdonadores”. Estos son días propicios para personar a todos.

Cuando perdonamos, entramos en un camino de sabiduría y de felicidad. Perdonando nos convertimos en misericordiosos y liberamos al hermano de la falta que contra nosotros ha cometido y, al mismo tiempo nos liberamos nosotros de la amargura que dejó la ofensa en nuestro corazón. Cuando no perdonamos la ofensa, es fácil que aparezca en nosotros el rencor y el deseo de venganza.

El perdón es un mecanismo para que nuestro corazón sane las heridas, para que nuestra alma brille, para que nuestra vida vaya creciendo, para que todos podamos desarrollar este potencial que poseemos y que nadie nos puede quitar nunca.

La etimología de conceder el perdón lo expresa muy bien “per donare”, que implica siempre una donación gratuita, un acto de generosidad. Por este motivo, el perdón es un verdadero lujo que se convierte en exclusivo de las personas maduras y liberadas y no de las personas infantiles o reprimidas.

Todos necesitamos el perdón y todos hemos de creer en el perdón. El Credo nos invita a “creer en el perdón de los pecados”.

Dado que todos queremos ser felices, tenemos en nuestras manos una de las claves más bellas para lograrlo: el perdón.

La fuente del perdón está en el amor. Solo quien verdaderamente ama es capaz de perdonar. Transmitamos esta convicción y seamos educadores del perdón.

Referencia:
-      Citado en: Juan Linares, SDB, “Perdón: fuente de felicidad“, http://www.listindiario.com.do/puntos-de-vista/2014/4/16/318580/Perdon-fuente-de-felicidad, 16 Abril 2014.

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