A
continuación se presentan extractos del artículo de Matilde Garzón, que expresa
la relación de la felicidad con la vida.
Nos
dice:
Estamos
configurados para ser felices a pesar de
que nos han inculcado que la vida “es un valle de lágrimas”.
Es
cierto que la Felicidad es una conquista pues no excluye las limitaciones
propias de la finitud: fragilidad, desarraigo, soledad,…. Tampoco podemos vivir
azuzados constantemente por el aguijón de alcanzar la felicidad; más bien debería
ser algo cotidiano y en estrecha relación con VIVIR o el redundante VIVIR la
VIDA,…
Al
milagro de la VIDA esta unido al milagro de la FELICIDAD que alcanzará más o
menos plenitud si la VIDA desarrolla sus
potencialidades: si nuestra consciencia se hace responsable de ella como de un
tesoro, si la cuida como el jardinero una flor, la alimenta con los productos
adecuados, escarba y retira los que pueden dañarla, hace acopio de lo bello,
bueno y justo que puede hermosearla…
La
felicidad no se puede imponer ni por decreto ni por moda, ni publicidad. Parece
que en ciertas épocas del año tenemos que ser felices por narices y todo, en la
calle, en las tiendas, parecen reclamos para la felicidad. Porque la Felicidad
es sencilla, gratuita, pero frágil como todo lo bello y verdadero y a veces se
hace perdidiza y hay que hallarla.
Podemos
ser libres para aceptarnos y aceptar todas las minusvalías y discapacidades,
circunstancias y acontecimientos que intentan alterar nuestra paz y hacer de
nuestro jardín un recinto de felicidad. Podemos ser felices, sobre todo, si
vivimos en permanente ejercicio de fraternidad, en jornada continua de puertas
abiertas en especial con los más excluidos de la sociedad. “Salvar lo pequeño,
lo frágil, lo que ha sido arrumbado, rescatar la cultura, el silencio, la
soledad…entrar con frecuencia dentro de uno mismo” (Fermín Herrero). Vivir,
sembrar y recoger lo de cada día – el carpe diem horaciano- con expectativas y
esperanzas a corto y largo plazo y sin cejar en el intento de conseguir la Felicidad
para todos. “Ama y haz lo que quieras” es la fórmula irrebatible.
Referencia:
Matilde
Garzón, “Felicidad ¿para todos?”, http://salamancartvaldia.es/not/57966/felicidad-para-todos-,
11 Octubre 2014.
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