A
continuación extracto del artículo de Pilar Aristy, que nos indica la
importancia de dar para ser feliz:
Nos
dice:
Este año queremos
entregarles el secreto de la felicidad: ¡Dar de corazón!
Se
nos ha enseñado desde muy pequeños a conservar. Acumulamos demasiadas cosas en
el trayecto de nuestras vidas, tanto a nivel emocional como material.
Nos
parece un proceso natural, pero no lo es. Hemos olvidado, que somos parte de la
naturaleza y ella es un manual para nuestra existencia. En su evolución natural
están todos los misterios de la vida en el universo.
¿Por
qué dar de corazón?
Observando
algo tan simple como el agua en la naturaleza, encontramos la respuesta. El mar
se entrega al descubierto, cada día, sin barreras ni censura. Permite que el
cielo, la acaricie con su calor y se lleve un poco de si, en la evaporación de
su agua.
El
firmamento se llena de esta entrega desinteresada, convirtiéndose en vientre,
llenándose de retoños, que se germinan rápidamente.
Cuando
ya está listo, sus hijos (lluvia), no permanecen en casa. Caen a la tierra,
llenándola de vida, brillo y prosperidad.
A
su vez, la tierra se vuelve fértil, los arboles agradecidos retoñan y nos
entregan su fruto… ¡Es un ciclo de entregar y recibir que no tiene final! ¡Eso
es balance natural!
En
el momento, que este dar y recibir en la naturaleza se detuviera, la vida
dejaría de existir. No tenemos más que ver lo que hemos hecho con nuestro
planeta, por el insaciable deseo de poder y retener.
Lo
queremos todo, sin entregar nada a cambio y esto nos está cobrando un alto
precio. El agua, que se acumula, se estanca, se pudre. No oxigena, se muere.
Nuestro
cuerpo no los está gritando a cada segundo. Cada vez que acumulamos emociones
negativas, nuestras defensas bajan, nos enfermamos y envejecemos rápidamente.
Incluso,
aunque parezca mentira, afecta todas las cosas positivas que recibimos y nos
quedamos con ellas, sin dar nada a cambio.
Muchos
son los que reciben amor y no lo devuelven, por ejemplo. Pensamos que el amor
es tan infinito como el agua y hasta el agua se termina si no existe un
intercambio de dar y recibir.
El regalo más grande
que nos ha dado el Señor, es precisamente la capacidad para dar y recibir.
Nos ha regalado la vida, desinteresadamente, con libre albedrío, con tan solo
la esperanza, de que a través de ese dar y recibir, crezcamos como seres
humanos y seamos felices.
Referencia:
-
Citado en: Pilar Aristy, “¡La felicidad que entregas se
multiplica!”, http://www.enterato.com/la-felicidad-que-entregas-se-multiplica/,
21 Diciembre 2015
-
Imagen obtenida de: http://buscandouncaminodistinto.blogspot.cl/2011/07/feliz-bajo-la-lluvia.html,
06 Enero 2016.
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