A
continuación una revisión del artículo de Mario Gensollen, el que plantea la
premisa: “los griegos lo sabían: la felicidad no es para todos”.
Los
argumentos entregados a favor sobre esta premisa son:
Los griegos concebían la felicidad no como un estado momentáneo de satisfacción, placer o alegría. Si la felicidad es el fin último de los seres humanos, al cual se ordenan todos los demás fines, éste debe ser perfecto. No es concebible una felicidad fugaz ni pasajera.
La ética griega, casi
en su totalidad, puede ser entendida como una respuesta a cómo vivir a merced
de la fortuna.
Esta
premisa es apoyada por el espíritu posmoderno. La desestructuración de la vida posmoderna hace imposible la
consecución jerarquizada de nuestro fin último: la felicidad.
Para
los griegos el orden vital y la jerarquización son condiciones necesarias para
ser felices.
En
contraposición del enfoque de los griegos está asociada a la llegada del
cristianismo. Los seguidores de Cristo
democratizaron la felicidad: todos somos iguales a los ojos de Dios, y por ello
todos podemos ser felices.
A
su vez, se indican los errores de los enfoque de la felicidad a través de
aspectos externos:
Aquellos que dedican
su vida a la consecución de distintos placeres se equivocan:
se comportan como pequeñas bestias, haciendo su vida semejante a la de los
animales. Una vida así -pensaron- es indigna para un ser humano. También hay aquellos que dedican su vida a
la acumulación de dinero o fama: otra vez se equivocan. Confunden medios
con fines. Buscamos dinero u honor porque éstos nos permiten algo más, son
medios para la obtención de otras cosas: con el dinero compramos comida, ropa y
distintos útiles; el honor nos otorga favores. Pero también hay otras formas de
vida más adecuadas para la felicidad: aquellas volcadas a la vida práctica o al
conocimiento. La más perfecta es la última.
Enfoque
hay muchos, siendo la perspectiva integral la que genera mayor aceptación, al
reconocer que el ser humano no sólo debe considerar los aspectos externos (ambiente
físico en el que se vive), sino que también los aspectos internos (espíritu y
el pensamiento de los seres humanos).
Referencias:
-
Citado en: Mario Gensollen, “Felicidad, suerte y
democracia / El peso de las razones”, http://www.lja.mx/2015/12/felicidad-suerte-y-democracia-el-peso-de-las-razones/,
29 Diciembre 2015.
-
Imagen obtenida de: http://davidvergaradc.blogspot.cl/2008/03/aaa.html,
22 Enero 2015.
No hay comentarios:
Publicar un comentario