A
continuación un extracto del artículo del consultor Eduardo Lan, en el que
reflexiona sobre su experiencia sobre el tema de la felicidad y su
convencimiento, apoyado en las actuales investigaciones científicas, de la
importancia de considerar la felicidad como una variable relevante para nuestra
vida.
Nos
dice:
Vivimos
una epidemia de infelicidad debido a los tiempos complejos, caer en el
negativismo es muy fácil, pero la ciencia de la felicidad puede ayudarte a
tener un enfoque más positivo
Aristóteles
dijo una vez: “La felicidad es el
significado y el propósito de la vida, el objetivo absoluto y el fin de la
existencia humana”.
Esta
crisis de infelicidad seguramente tiene también que ver con el escepticismo tan
grande que prevalece en nuestra sociedad acerca de la felicidad personal y el
positivismo en general. No es extraño ser catalogado de poco realista y hasta
ingenuo si uno se enfoca en lo positivo, en lugar de en lo negativo, en ser
feliz, en lugar de quejarse. En cualquier ámbito, ya sea político, económico,
profesional o personal, uno es tachado de ignorante si se atreve a hablar de
aquello que sí va bien y de ver las cosas desde un enfoque apreciativo. Y no es
que uno sea tonto y no se dé cuenta de la magnitud de los problemas y
dificultades que existen, pero ¿será que enfocarse en lo negativo es el acceso
a resolverlo y obtener lo que queremos? Yo pienso que no, puesto que si fuese
así entonces los problemas que nos acosan estarían disminuyendo y muchas más
personas serían felices.
Tengo
que aceptar que yo mismo caí en esta trampa autodenominada negativismo
realista. Durante gran parte de mi vida pensé que el acceso a lograr mis metas
de vida era ser implacable, conmigo y con los demás. Por ende, durante muchos
años fui extremadamente crítico, puesto que pensaba que ello me llevaría a
lograr el éxito y, por ende, la felicidad. No fue así.
La
propuesta alterna, la cual descubrí después de varios traspiés, y hoy validada
ampliamente por múltiples ciencias y disciplinas serias, tales como la ciencia
de la felicidad, la psicología positiva, la indagación apreciativa, el
desarrollo organizacional positivo y hasta la neurología, es que nuestra
actitud, enfoque, pensamientos, conversaciones e interacciones construyen la
realidad que vivimos y que aquello que percibimos, bueno o malo, está
íntimamente ligado con nosotros. Así las cosas, y dicho simplemente, un enfoque
en lo negativo, genera negatividad; un enfoque en lo positivo, genera
positividad.
A
continuación, enlistamos siete principios para ser feliz.
1. Entre estímulo y
respuesta
Viktor
Frankl, el famoso neurólogo y psiquiatra austriaco creador de la logoterapia,
quien sobrevivió tratos inhumanos a manos de los Nazis en campos de
concentración, nos dice: “Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En
este espacio se encuentra nuestro poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra
respuesta están nuestro crecimiento y nuestra libertad”.
Frankl nos recuerda
que en cualquier situación siempre tenemos la posibilidad de elegir nuestra
respuesta. La situación puede no gustarnos, pero tenemos el poder de no
permitir que ello nos desmoralice o, peor aún, nos acabe, y de elegir una
respuesta que nos haga crecer, ser libres y felices.
2. Tus palabras son
tu destino
Las
conversaciones que tenemos, con los demás y con nosotros mismos, tienen un
impacto inmenso, tanto así que hoy día la ciencia puede detectar cambios
neuronales y en la materia a partir de las palabras que emitimos. Para ser feliz es necesario detectar todas
esas conversaciones negativas que tenemos y pararlas, sustituyéndolas por
conversaciones que promuevan nuestra felicidad en lugar de nuestra miseria.
3. Actúa como si ya
fueras feliz
El
cerebro humano no distingue la diferencia entre una circunstancia real o
ficticia. Es por ello, por ejemplo, que podemos preocuparnos inmensamente, al
punto de enfermarnos, ante el miedo de hacer el ridículo o de quedarnos pobres,
solos o desamparados, aunque ello solo sea una posibilidad muy poco probable.
Utiliza esta característica del cerebro para tu bien, actuando como si ya fueras
feliz. Sonreír, reír, respirar, alzar la
cabeza, adoptar una postura erguida, hacer ejercicio, salir con amigos, cantar,
bailar y tomar acción son todas cosas que podemos hacer para desencadenar una
serie de procesos neurológicos y psicológicos que nos harán sentir bien,
independientemente de las supuestas circunstancias.
4. Agradece lo que
tienes y se generoso con los demás
Dicen
que una persona rica no es aquella que tiene más, sino aquella que está
satisfecha con lo que tiene y lo comparte con otros. Para ser feliz, dejemos de
enlistar todo aquello que no tenemos y queremos y aferrarnos a lo poco que sí
poseemos. Intenta todos los días el
ejercicio de despertarte y dormirte enlistando todas las cosas por las cuales
estás agradecido, y haz uno o varios actos de generosidad al día. Quizá te
suene tonto, pero te prometo que si lo haces te sentirás más feliz.
5. El animal social
El
ser humano, ya sea extrovertido o introvertido, es por naturaleza un animal
social. Cuando estamos enojados, tristes o deprimidos, muchas veces cometemos
el error de aislarnos. La ciencia de la
psicología positiva ha demostrado que el contacto humano conduce a sentimientos
de felicidad y satisfacción. Cuando te sientas cabizbajo, resiste la
tentación a estar solo y acércate a otras personas.
6. Dime con quién te
juntas y te diré quién eres
Ahora,
no recurras a cualquier persona. Tu
círculo social tiene un inmenso impacto sobre ti, por lo que querrás ser
cuidadoso de acercarte y juntarte con personas que por su forma de ser te
motiven en lugar de que te depriman. Estar con alguien que concuerda
contigo lo mal que están las cosas puede darte un cierto alivio temporal, pero
a la larga cimenta tu perspectiva negativa.
7. El éxito no causa
felicidad
En
esta columna y con consejos como agradece lo que tienes, no pretendo recomendar
que dejemos de buscar obtener los éxitos que deseamos, sino que cuestionemos la
manera en la que lo hacemos o el orden de los factores. Pensamos erróneamente
que el éxito causa felicidad; que si solo obtenemos el trabajo deseado, el
aumento de salario, el coche que tanto anhelamos o la atención de aquella
persona que nos gusta, entonces seremos felices. Uno de los hallazgos más sorprendentes de la ciencia de la felicidad es
que ello funciona al revés: éxito no causa felicidad; es la felicidad la que
causa el éxito.
Me
gustaría finalizar esta columna como la inicié, con una cita de Aristóteles,
uno de los grandes filósofos de toda la historia y un pionero de la ciencia de
la felicidad, quién nos dice sabiamente:
“La felicidad depende de nosotros mismos”. La felicidad, entonces, no es un
destino al que llegamos en el viaje de la vida, sino el método de transporte
que elegimos, o no, utilizar.
Referencias:
-
Citado en: Eduardo Lan, “7 principios
científicos para ser feliz con lo que haces”, http://www.altonivel.com.mx/7-principios-cientificos-para-ser-feliz-57849.html,
15 Septiermbre 2016.
-
Imagen obtenida de: https://twitter.com/rolysterling,
21 Septiembre 2016.
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