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sábado, 20 de octubre de 2018

Lo primero siempre debe ser primero y esto es la felicidad


El dilema de que es primero: el huevo o la gallina, también se da con la felicidad

Resumen:
Vivimos en una paradoja que indica que hemos tenido avances científicos significativos en nuestra civilización, pero siguen aumentando nuestros problemas de salud e inquietudes existenciales.

Se entregan algunas ideas del porque de lo que no está pasando, proporcionando la fórmula de Anthony de Mello, la que está dirigida a mejorar nuestro nivel de felicidad y que indica: Para ser feliz hay que estar libre de todo apego.

Nuestras prioridades:
Siempre me ha llamado la atención lo expresado por Ralph Waldo Emerson (1803-1882) - Poeta, Escritor y Pensador Estadounidense (1):

“El fin de la raza humana consistirá en que terminará muriendo de civilización”.

Una interpretación de lo expresado por el pensador norteamericano, es que a pesar de todos nuestros grandes adelantos de la ciencias médicas, no se ha logrado controlar y menos de solucionar nuestros problemas básicos de la existencia; cada vez somos “menos humanos”, con más dificultades de salud y problemas existenciales.

Una ciencia que ha llegado para poder ayudarnos en nuestras tribulaciones de la vida, es la ciencia de la felicidad (2).

Esta ciencia nace principalmente de la psicología positiva y parte del anhelo de todas las personas de ser feliz, y como consecuencia que cada día nos damos cuenta que somos menos felices.

Si analizamos nuestra existencia, podemos decir que la felicidad es un tema que siempre ha estado presente, pero que no ha sido un tema común ni que tenga prioridad para todos los mortales. Sólo lo ha tenido para algunos como los filósofos y místicos.

Desde una visión general no podemos negar que nuestra civilización no ha avanzado, porque hay muchas evidencias que demuestran que si ha ocurrido. Lo que no es del todo comprensible es en la dirección que han ocurrido todos los avances.

En palabras de Will Rogers (1879-1935) – Humorista y actor Norteamericano (3):

“No se puede decir que la civilización no avanza. En cada guerra nos matan de una manera diferente”.

Nuestra civilización se ha preocupado principalmente de la “enfermedad” de los seres humanos, y todos los esfuerzos y orientaciones han estado focalizados en poder curarla. 

Podemos decir que las ciencias médicas han tenido un desarrollo sin precedente, pero lo paradigmático es que cada vez hay más enfermos. Un explicación es que éstas ciencias han avanzado, pero esencialmente en aquellos aspectos que compromenten al plano físico (el cuerpo, la materialidad), pero muy poco en los aspectos que involucran los planos emocionales, mentales y para que decir en el plano espiritual.

Tambien, la ciencias y el desarrollo económico han tenido un gran avance, permitiendo que más personas tengan más recursos, pero cada vez hay más personas con problemas existenciales y sin lograr ser más felices.

En el último tiempo se ha empezado ha considerar las otras dimensiones del ser humano, las que son más humanas, más internas y menos visible. En mirar con mayor importancia la parte luminosa de nuestras vidas, y revisar cómo lograr desarrollarlas. En éste ámbito las investigaciones han evidenciado sorpresas, como las siguientes:

-      No se requiere salud para ser feliz, sino que hay que ser feliz para mejorar nuestra salud.
-      No se requiere tener muchos recursos para ser feliz, sino que hay que ser feliz para disponer de más recursos.

Este cambio de orden en que estábamos acostumbrado a ver las cosas, ha dado una gran importancia a la felicidad. Y desde luego se acetúa la pregunta: ¿somos felices?.

Si hacemos una revisión de lo que nos pasa, podemos concluir que no.

Con el objeto de entender más el tema de nuestra evolución,  se entrega a continuación extractos del artículo de Max Mojica: “Ideas sobre una escurridiza felicidad” (3).

Ideas sobre una escurridiza felicidad (4):

No cabe duda que los últimos 500 años han sido muy significativos para la humanidad: la economía ha revolucionado varias veces y con ella, el Homo Sapiens ha podido experimentar un nivel de confort que un Neanderthal no hubiera podido ni siquiera imaginar en sus sueños más exóticos.

Pero, ¿somos felices?

Al hacer un recorrido por la historia nos damos cuenta de un hecho cierto: el hombre ha logrado desarrollar sus capacidades cada vez de forma más notoria; y esas capacidades están siempre orientadas a procurar un mayor nivel de bienestar, salud y confort a la humanidad. Partiendo de ese hecho, podríamos decir que en atención a todos los beneficios sociales y avances tecnológicos que nos rodean, un ser humano promedio debería ser “más feliz hoy”, que en el Siglo XVII o en la Edad Media; pero ¿cómo podemos afirmar que eso es cierto? 

… las personas más ricas, más lindas, más sanas y mejor alimentadas deberían automáticamente ser también las más felices, pero la evidencia de estudios sociológicos y psicológicos muestran que la abundancia de bienes materiales no asegura la felicidad, ni son la clave para superar el vacío existencial de las personas.

Entonces, ¿qué hay de esa afirmación que el dinero, la salud y el alivio de las carencias materiales causa “felicidad”?Pues podemos decir que es una afirmación correcta, pero hasta cierto punto; y es que con base en la “ley de los rendimientos decrecientes” se puede comprobar que entre más se prolongue el disfrute de un bien o una sensación determinados, estos, progresivamente, dejarán de brindarnos el mismo nivel de placer y satisfacción que, inicialmente, brindaban a quien la experimenta.

Por tanto, se debe concluir algo que cotidianamente es confirmado por la experiencia: todo evento, toda sensación, toda emoción —y, por lo tanto, la felicidad asociada a esta— llega a desaparecer, o al menos, minimizarse, cuando ésta se vuelve cotidiana. Parece ser que la evolución nos ha dotado de un “mecanismo regulador de las emociones”, nuestro cerebro no está diseñado para experimentar una euforia constante, al igual que tampoco podemos vivir permanentemente tristes.

Entonces, ¿no será que el hombre se equivoca y en vez de buscar una felicidad momentánea, escurridiza y temporal? ¿No debería preocuparse por buscar estar pleno y satisfecho con lo que ya tiene y con lo que es?

Al ser humano se le hace difícil aceptar esta verdad: Estar satisfechos con nuestra realidad, es el secreto de la verdadera felicidad. 

Ser felices aceptando lo que somos y lo que tenemos es un procedimiento tan sencillo que quizá, por su misma sencillez, es tan escurridizo y tan costoso de poner en práctica.

La fórmula de felicidad de Anthony de Mello (5):

De todos los aspectos señalados, podemos concluir la importancia de mejorar nuestro nivel de felicidad, y Anthony de Mello nos dejó una fórmula para lograrlo:

La fórmula se puede resumir en: Para ser feliz hay que estar libre de todo apego.

Estar libre de todo apego a la vida significa estar feliz de vivir y estar feliz de abandonar la vida.

Hay personas que lo han logrado, de modo que es posible.

El fundamento de la fórmula es: Si no estuvieras ocupado activamente en volverte desdichado, serías feliz. Nacimos felices. Toda la vida está atravesada de felicidad. Pero… nos han enseñaron a trabajar activamente para volvernos desdichados.

Ya sabemos una fórmula (un camino). Ahora es decisión nuestra el tomarla y aplicarla a nuestra vida.

Un abrazo,







Referencias:

(1)  Citado en: Laurence J. Peter & Bill Dana, "La mejor Receta: La Risa", Editorial Atlantida, 1ra.Edición, 1990, Buenos Aires, Argentina, pp36.
(2)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La ciencia de la Felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2018/05/la-ciencia-de-la-felicidad.html, 31 mayo 2018.
(3)  Citado en: Laurence Peter, "La Mejor Receta: La Risa", Editorial Atlantida S.A., Buenos Aíre, Argentina, 1990, pp135.
(4)  Citado en: Max Mojica, “Ideas sobre una escurridiza felicidad”, https://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/489398/ideas-sobre-una-escurridiza-felicidad/, 11 junio 2018.
(5)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La fórmula de la Felicidad de Anthony de Mello”, https://prisma101-1.blogspot.com/2017/11/la-formula-de-la-felicidad-de-anthony.html, 21 noviembre 2017.
     (6)  Imagen obtenida de: http://www.desmotivar.com/desmotivaciones/162875_no-busques-un-motivo-para-ser-feliz, consulta 20 octubre 2018.

3 comentarios:

  1. Estimado Víctor,
    Me ha parecido muy interesante tu artículo, muy buena información a revisar y meditar.
    Agradezco tu tiempo, tu aporte. Veo en ti un crecimiento personal.
    Muchas gracias.
    Jorge González R.

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  2. La afirmacion mas estupida que he oido es que "venimos al mundo a ser feliz...como una lombriz". La verdad es que venimos al mundo a tener experiencia que no podemos cambiar, para hacernos cambiar. La forma como te sientas antes, durante y despues de la experiencia...es tu elección.

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    1. Rafael: Gracias por tus comentarios.
      Como sabes, cada ser humano es único por lo que creemos, pensamos, sentimos y actuamos. Comparto que venimos al mundo y tenemos experiencias, pero si creo que lo que llegamos a ser dependerá de las decisiones que tomemos con las experiencias que tenemos.
      Para un cristiano, la creencia de que “venimos al mundo a ser feliz” son muy potente y eso influye en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.
      Saludos,

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