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viernes, 21 de agosto de 2020

Tipos de Felicidad según los filósofos griegos.


De la felicidad hedonista (experiencias placenteras), a la eudaimónica ‎ que es una forma de felicidad con un propósito noble.
Resumen:
De la influencia de los griegos nos llegan una gran variedad de conceptos y temas asociados a la felicidad. Quizás los más recurrentes son el hedonismo y la eudaimonia. 
Los filósofos han distinguido siempre estas dos formas básicas de felicidad. La hedonista relacionada con las experiencias placenteras y la eudemonista, que es una forma de felicidad más profunda originada por un propósito noble.
Si bien, ambas felicidades coexisten y no son excluyentes, cada una tiene sus particularidades.
Hay que tener presente que la forma hedonista de entender la felicidad nos puede resultar perjudicial en un doble sentido:
          Pone directamente el foco fuera de nosotros mismos, dejándonos así a merced de aspectos exteriores toda nuestra felicidad y bienestar.
          En muchas ocasiones nos hace querer más y más, viviendo así una felicidad irreal, pues es momentánea, efímera e inestable.
La eudaimonia nos enseña que podemos cultivar y hacer crecer otro tipo de felicidad. Una que está dentro de nosotros y que es más resistente a las inclemencias del tiempo y de cualquier otro aspecto exterior.

Influencia de los griegos:
De la influencia de los griegos nos llegan una gran variedad de conceptos y temas asociados a la felicidad. Quizás los más recurrentes son el hedonismo y la eudaimonia. 
Para introducirnos en el tema, podemos consultar a Wikipedia, que nos entrega las siguientes definiciones:
Hedonismo (1):
El hedonismo es una doctrina moral que establece la satisfacción como fin superior y fundamento de la vida. Su principal objetivo consiste en la búsqueda del placer simple y natural que pueda asociarse con el bien evitando el dolor.
Eudaimonía (2)
Eudaimonía es un término griego comúnmente traducido como felicidad, bienestar o vida buena; también se ha propuesto "florecimiento humano" o "prosperidad" como su traducción más precisa.
En las obras de Aristóteles, la eudaimonía designa el mayor bienestar humano, el cual es el objetivo de la filosofía prácticay forma parte de un proyecto filosófico que busca investigar (y también experimentar) qué es realmente, y cómo puede lograrse.
En relación con estos dos términos, en el artículo “Hedonismo y la Felicidad verdadera” (3), se han entregado los siguientes antecedentes:
Los filósofos han distinguido siempre dos formas básicas de bienestar: la “hedonista” (relacionada con las experiencias placenteras) y la “eudaimónica”, que es una forma de felicidad más profunda originada por un propósito noble, que va más allá de la simple auto gratificación.
Es la diferencia, por ejemplo, entre disfrutar de una buena comida y sentirse conectado con una comunidad gracias al servicio a ésta. Ambas actividades nos producen una sensación de felicidad, pero cada una de ellas es experimentada de manera muy diferente por las células de nuestro cuerpo.
Se presenta a continuación un extracto del artículo de Amalia Panea, “La nueva felicidad se llama Eudaimonia”, que proporciona mayores antecedentes sobre los tipos de felicidad como son; el hedonista y la eudaimonía.

Las dos fuentes de la felicidad (4):
Según nos señala Sol Sánchez fundadora de Conscienthia, “en ese camino, nos hemos dado cuenta también de que parte de nuestras vidas estaban conducidas en busca de una felicidad externa, o lo que llamamos una felicidad hedonista”.
Esta forma de entender la felicidad nos enreda en una espiral sin fin. Una espiral que puede resultar perjudicial en un doble sentido”, explica la fundadora de Conscienthia:
               Por un lado, pone directamente el foco fuera de nosotros mismosdejándonos así a merced del exterior toda nuestra felicidad y bienestar.
              Por otro lado, en muchas ocasiones, nos hace querer más y más, viviendo así una felicidad irreal, pues es momentánea, efímera e inestable.
Es lo que los griegos ya llamaron “eudaimonia” y que podría ser traducido al español como “bienestar” o “vida buena”.
Esta felicidad se cultiva a través de todo aquello que nos hace crecer como personas. Ambas, la felicidad hedonista y la eudaimonia coexisten y no son excluyentes.
Además, una vez tomada perspectiva, según nos indica, lo vital es decidir qué fuente de felicidad queremos hacer crecer.
Las 5 claves para cultivar una felicidad ‘eudaimónica’
Según nos señala Sol Sánchez; fundadora de Conscienthia, 5 son las áreas en las que es necesario trabajar para disfrutar de una felicidad eudaimónica y una vida más plena.
1.  Aprender a vivir el momento presente, con sus pros y sus contras, dejando a un lado las expectativas de cómo nos gustaría o nos gustaría que fuesen las cosas. Las expectativas o pensamientos a cerca de acontecimientos futuros son una de las principales fuentes de ansiedad de nuestra sociedad.
2.    Reconocer y aceptar el tono emocional presente en cada momento, evitando así que se convierta en una fuente adicional de estrés. Intentar evitar una emoción no hace más que avivarla e intensificarla, agravando así las posibles consecuencias de emociones más desagradables e intensas.
3.    Compartir y relacionarse, pues somos seres sociales y, como tales, necesitamos del contacto y la relación con otras personas. Cuidar de nuestras relaciones más cercanas, como familia y amigos, pues son, sin duda, soporte de nuestras vidas, nos ayuda a crear una estabilidad en medio de la incertidumbre.
4.   Darnos cuenta de los momentos en los que estamos cultivando una actitud materialista y abogar por el consumo consciente y responsable.
5.    Mantener una actitud positiva antes las adversidades. Según nos indica la experta, “La felicidad no nos libera de vivir momentos difíciles, pero sí nos permite reciclar estas experiencias y utilizarlas en beneficio propio, favoreciendo el crecimiento personal y desarrollo de recursos para hacer frente a situaciones futuras”.
LA FELICIDAD ESTÁ EN EL CAMINO
Para Sánchez, inconvenientes y dificultades han existido y van a seguir apareciendo en nuestras vidas. La vía hacia la nueva felicidad “eudaimónica” consiste en “olvidarse del mito de que la felicidad reside en el punto o estado final y vivir en el presente, pues en verdad es el único momento que tenemos para vivir”.
… Pero, sobre todo, hemos aprendido que las cosas que verdaderamente nos hacen felices y son importantes en la vida no dependen de lo externo, sino que están al alcance de nuestra mano.

Hedonismo y eudaimonía:
Debemos entender que la felicidad hedonista y la eudaimonía coexisten y no son excluyentes.
No obstante, lo anterior, se debe considerarse las siguientes particularidades de cada una.
Hedonismo:
La forma hedonista de entender la felicidad nos lleva a una espiral sin fin, que puede resultar perjudicial en un doble sentido:
         Pone directamente el foco fuera de nosotros mismos, dejándonos así a merced de aspectos exteriores toda nuestra felicidad y bienestar.
           En muchas ocasiones, nos hace querer más y más, viviendo así una felicidad irreal, pues es momentánea, efímera e inestable.
Eudaimonía:
La eudaimonía nos enseña que podemos cultivar y hacer crecer otro tipo de felicidad. Una que está dentro de nosotros y que es más resistente a las inclemencias del tiempo y de cualquier otro aspecto exterior.

Un abrazo,
  





Referencias:
(1)  Citado en: https://es.wikipedia.org/wiki/Hedonismo, consultado 18 agosto 2019.
(2)  Citado en: https://es.wikipedia.org/wiki/Eudaimonia, consultado 18 agosto 2019.
(3)  Citado en: “Hedonismo y la Felicidad verdadera”, https://prisma101-1.blogspot.com/2013/08/hedonismo-y-la-felicidad-verdadera.html, 7 agosto 2013.
(4)  Citado en: Amalia Panea, “La nueva felicidad se llama 'Eudaimonia'”, https://www.elle.com/es/living/psico/a33231566/eudaimonia-felicidad/, 19 julio 2020.

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