“La moral no es
realmente la doctrina de cómo ser felices sino de cómo ser dignos de
felicidad.” Kant, Crítica de la razón práctica.
Resumen:
Para el filósofo Immanuel
Kant, la felicidad no depende del destino ni de los demás, sino de uno mismo,
de nuestros propios comportamientos y carácter.
Indica que no puede
definir con precisión, pues la felicidad significa cosas distintas para cada
ser. Que es imposible para una persona definir con exactitud qué considera
que le produciría felicidad.
Menciona que “el
estar contento consigo mismo sí dependería por entero de nosotros”. Y que “el sosiego de hallarse satisfecho y
estar en paz consigo mismo sería la clave kantiana para ser feliz al margen de
las contingencias”.
La felicidad de Kant
Sabemos que, para
Kant, la felicidad no depende del destino ni de los demás, sino de uno mismo,
de nuestros propios comportamientos y carácter.
De acuerdo con el
artículo de Enrique Suárez-Íñiguez: “La felicidad en la obra de KANT” (1):
Kant acepta que la
felicidad es el fin al que todos aspiramos. Sin embargo, dar
un concepto definido de ella no es posible, nos dice, pues la idea de
felicidad es un absoluto, en tanto que los elementos que la componen son
empíricos (tomados de la experiencia). Tampoco se puede definir con
precisión, pues la felicidad significa cosas distintas para cada ser. Aún
más: es imposible para una persona definir con exactitud qué considera que
le produciría felicidad. Si quiere riquezas, esto le producirá envidias,
ansiedades, intrigas, que serán un peso sobre sus hombros; si desea conocimiento,
el propio saber le puede mostrar cosas desagradables que ahora no conoce o
añadirle nuevas necesidades; si pretende una larga vida, ¿Quién le garantiza
que no será un largo sufrimiento?; si desea salud, deberá sacrificar muchos
deseos para conservarla. No es posible, pues, definirla con precisión, y por
consiguiente tampoco determinar qué medios universales permitirían conseguirla.
La felicidad –dice– no es un ideal de la razón, sino de la imaginación. Es una
necesidad natural y pertenece a la esencia del ser humano, pero por ser
distinta para cada uno, sólo puede concebirse como imperativo hipotético, es
decir, como medio para conseguir algo.
Para conocer más
antecedentes sobre el pensamiento de Kant y la felicidad, se entregan a
continuación extractos del artículo de Roberto R. Aramayo: “¿Cómo se conquista
la felicidad? Algunas reflexiones filosóficas” (2).
¿Cómo se
conquista la felicidad? Algunas reflexiones filosóficas (2)
A qué llamamos
felicidad
¿Cuál es el núcleo duro
de lo que llamamos felicidad? Para realizar esta breve incursión por la
historia del pensamiento, conviene hacerse con un buen guía. Contra lo que
suele creerse, a Kant le preocupó mucho el tema de la felicidad y lo aborda
muchas veces a través de toda su obra.
Resulta curioso
comparar las distintas definiciones que va dando Kant. Comienza por definir
a la felicidad como una cabal y plena satisfacción de todas nuestras
necesidades e inclinaciones en lo tocante a su número, intensidad y duración.
Más adelante, sin
desdecirse, la cifrará en que todo nos vaya con arreglo a nuestro deseo y a
nuestra voluntad, siendo así que, por consiguiente, la segunda podría no
coincidir con el primero, al pretender hacernos dignos de la felicidad y
advertir que la mera complacencia de las inclinaciones nos dejaría
insatisfechos.
Kant adopta la
perspectiva de quien hubiera podido diseñar al ser humano y entiende que, si
hubiera querido programarle para ser feliz, le habría dotado únicamente con el
aparato instintivo que comparte con otros animales. Al dotarle de razón y
hacerle reflexivo, le permitía cultivar sus disposiciones naturales y moderar
sus pulsiones egoístas para vivir en comunidad. Cualquier cosa que perjudique a
los demás valdría con miras al deseo, pero sería matizada por nuestra facultad
volitiva orientada moralmente.
Inalcanzable y
fortuita
El planteamiento
kantiano añade que, al bosquejar nuestra felicidad, utilizamos trazos
aportados por la sensibilidad, combinándolos con otros que allega la
imaginación y el entendimiento. Además, no dejamos de modificar ese boceto
a cada instante y, por lo tanto, resulta imposible acomodar a un estado
efectivo esa situación tan ideal como mutable, lo que la hace prácticamente
inalcanzable.
Para lograr conseguir
lo que nos hace feliz, nuestro calculo siempre dependerá en última instancia
del azar, salvo que apostemos por el sucedáneo de una felicidad como la
definida en primer lugar.
El secreto de la
permanencia
Según Kant, el estar
contento consigo mismo sí dependería por entero de nosotros. El sosiego
de hallarse satisfecho y estar en paz consigo mismo sería la clave kantiana
para ser feliz al margen de las contingencias. En definitiva: no se
trataría de conseguir nada en particular, sino de ponernos una meta que podemos
perseguir por nuestra cuenta y riesgo.
En realidad, Kant
hace suyo el espíritu del estoicismo. Se trata de conquistar nuestra
ciudadela interior y no consentir que se vea sojuzgada por dictados ajenos.
Al divorciarse del éxito y sus ataduras, la buena voluntad kantiana deviene
completamente autónoma, en la estela del sabio estoico que desprecia los bienes
materiales para sosegar su ánimo domeñando las cuitas imaginarias.
El pensamiento de Kant
sobre la felicidad:
La primera definición
de Kant sobre la felicidad es que “la felicidad es una cabal y plena
satisfacción de todas nuestras necesidades e inclinaciones en lo tocante a su
número, intensidad y duración”.
Indica que, si se
hubiese podido diseñar el ser humano, y se “hubiera querido programarle para
ser feliz, le habría dotado únicamente con el aparato instintivo que comparte
con otros animales”.
“El
estar contento consigo mismo sí dependería por entero de nosotros. El sosiego de hallarse
satisfecho y estar en paz consigo mismo sería la clave kantiana para ser feliz
al margen de las contingencias”.
Un abrazo,
Referencias:
(1) Citado
en: Enrique Suárez-Íñiguez, “La felicidad en la obra de KANT”, https://www.revistaciencia.amc.edu.mx/images/revista/61_1/PDF/09-Kant_61_1.pdf,
consultado 14 julio 2021.
(2) Roberto
R. Aramayo, “¿Cómo se conquista la felicidad? Algunas reflexiones filosóficas”,
https://www.prensalibre.com/vida/salud-y-familia/como-se-conquista-la-felicidad-algunas-reflexiones-filosoficas/,
4 abril 2021.
(3) Imagen
obtenida de: https://www.ofrases.com/frase/9390,
16 julio 2021.
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