Cita:
“Vive tu vida como si
subieras una montaña. De vez en cuando mira la cumbre, pero lo más importante
es admirar las cosas bellas del camino. Sube despacio, firme, y disfruta cada
momento. Las vistas desde la cima serán el regalo perfecto tras el viaje.”
El rey noruego Harold V. Melchert
Reflexión:
Recordemos siempre mirar hacia
la cumbre, pero nunca olvidemos las bellezas del camino. Que nuestras vidas
sean una celebración constante de cada paso, un aprecio sincero por cada
instante. Y cuando alcancemos la cima, sabremos que las vistas que disfrutamos
no son solo el premio por llegar, sino también la culminación de una vida
vivida con intención, plenitud y amor por el viaje en sí.
Enseñanzas:
La vida es una montaña que
ascendemos día a día, una ascensión que está tejida con hilos de experiencias,
emociones y descubrimientos. En este viaje, nuestra mirada se alza
hacia la cumbre, hacia los sueños y objetivos que deseamos alcanzar. Pero en
nuestro afán por llegar a la cima, a menudo olvidamos lo que yace a nuestros
pies, las maravillas que adornan el camino mismo.
Cada paso que damos es una
oportunidad para maravillarnos con la belleza que nos rodea. Las
flores que florecen en los campos, los rayos de sol que acarician nuestra piel,
los rostros sonrientes de quienes cruzan nuestro camino: estas son las pequeñas
joyas que dan color y significado a nuestra ascensión. Al mirar a nuestro
alrededor, encontramos momentos que merecen ser celebrados, instantes que
merecen ser atesorados.
La lentitud en nuestra subida es una lección en sí misma. Cuando avanzamos con pasos pausados y firmes, absorbemos cada detalle con mayor profundidad. Es como saborear un manjar, degustando cada nota de sabor. La prisa solo nos hace perder la esencia misma del camino, nos roba la posibilidad de conectarnos con cada experiencia y aprender de ella.
En esta danza con la montaña de la vida, hay desafíos que enfrentar y obstáculos que sortear. Cada subida empinada nos pone a prueba, cada desvío nos enseña la importancia de la adaptabilidad. Pero cada vez que nos encontramos con un revés, también hallamos oportunidades de crecimiento y resiliencia. Cada desafío superado es una piedra más en el sendero que nos conduce a la cima, y cada momento de superación es un escalón hacia la felicidad que buscamos.
Y cuando finalmente llegamos a
la cima, cuando nuestros esfuerzos nos coronan con el regalo de la realización,
nos encontramos con un panorama que nos quita el aliento. Desde lo alto, vemos
la trayectoria que recorrimos, los valles y picachos que forman el tapiz de
nuestra historia. Pero lo más hermoso no es solo la vista en sí, sino la
sabiduría que hemos ganado en el proceso, la gratitud que sentimos por cada
paso y la alegría que nos embarga al saber que hemos vivido cada momento
plenamente.
Referencias:
Libro “Felicidad de la Vida”,
Amazon.com
Imagen obtenida de: https://shop58002.bruniversitat.org/category?name=frases%20monta%C3%B1a,
consultado 25 agosto 2023.
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