Hernán
Mejía, nos comenta de la importancia del disfrute duradero, que es más que sólo
interesarse en los aspectos físicos:
Un
resumen nos dice:
El
fin de toda filosofía humana –por más compleja o sencilla que ésta sea– es
conducirnos a la felicidad.
Un
auténtico cultivo de la salud del alma hace que nuestra vida sea más rica, más
profunda y, en consecuencia, más noble y "feliz".
El
valor de la experiencia demuestra que la felicidad del espíritu es superior a
la del cuerpo y que el placer de los sentidos está incompleto y es efímero sin
el del espíritu. No hay carencia, sino plenitud a través de la realización
alegre de los placeres y gozos duraderos, puesto que la virtud realza al ser
humano para con sus semejantes por medio de la prudencia del pensamiento y la
moderación del sentimiento.
El
hombre del siglo XXI, para ser feliz, deberá desarrollar su corazón tal como ha
desarrollado su cerebro. Esa será la mejor sensación de que controlamos algo de
nuestras vidas.
Referencia:
-
Citado en: Hernán Mejía, “Sobre la
felicidad”, http://www.milenio.com/firmas/hernan_mejia/felicidad_18_268353234.html,
25 Marzo 2014.
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Imagen obtenida de: http://3cero.com/la-felicidad/, 29 Marzo
2014.
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