A
continuación extracto del artículo de www.diariodemocracia.com,
que entrega antecedentes del libro ‘Ser feliz es fácil’ de García Novella, que manifiesta
que para ser feliz no existen trucos ni recetas.
Nos
dice:
Para
ser feliz hay trabajar con empeño y sentido común centrándonos en los aspectos
que solo dependen de nosotros, como la clase de persona que consigamos ser,
nuestra actitud y amabilidad hacia los otros y el mundo, y nuestra capacidad
para disfrutar de los pequeños momentos y los placeres sencillos.
Para
García Novella “la felicidad se puede aprender”, sin embargo, para que las
lecciones vitales de los grandes sabios acaben dando el fruto deseado, que
seamos personas más felices, debemos ponerlas en práctica, aplicándolas en
nuestro día a día.
"Ante
las dificultades de la vida, la pregunta más adecuada es "¿qué puedo
hacer?", pero evitamos actuar porque requiere un esfuerzo, aunque sea
pequeño, y una constancia para repetirlo hasta ver los resultados",
señala.
Advierte
que, ante un problema, nuestra parte racional puede ser consciente de cuál es
la solución verdadera y definitiva, pero nuestra parte emocional buscará una
salida rápida, un truco sin dificultades aparentes, como tomarse un
ansiolítico.
"En
cambio, si usamos el sentido común, nos damos cuenta de que para eliminar unos
hábitos que nos perjudican y aportan infelicidad hay que reemplazarlos por
otros mejores", destaca.
La perspectiva correcta
Para
vivir la vida color de rosa, según este autor, también es importante trabajar
con empeño, "lo que no implica una gran nivel de esfuerzo o dificultad,
sino tomar la decisión de hacer algo en vez de no hacer nada, adoptar una
resolución y repetir lo decidido hasta que se convierta en un reflejo, como
respirar".
Hábitos de gente que
logró ser feliz
Un
60% de nuestra felicidad está determinada por la genética y el ambiente, pero
el otro 40% está en nuestra mano.
Para
este pensador, en ocasiones, sabemos lo que debemos hacer para alcanzar el
bienestar, pero no lo llevamos a la práctica... "Esto sucede porque no
hacer nada es mucho más cómodo que hacer algo. Pero, a medio plazo, si no
pasamos a la acción, todo seguirá igual.
Si hacemos lo que siempre hemos hecho (no hacer nada), tendremos lo que
siempre hemos tenido (infelicidad). En el momento en el que nos demos cuenta de
esa paradoja, tomaremos la decisión de empezar a hacer algo".
Sobre
la manera de gestionar las emociones que obstaculizan nuestra felicidad, el
autor afirma: "Ante los pequeños contratiempos de la vida, como una cola
excesiva en el supermercado, muchas personas tenemos el reflejo de estresarnos
de inmediato. Empezamos a imaginar todos los contratiempos adicionales que el retraso
inesperado nos va a acarrear, añadiendo más estrés al enojo instintivo y
automático del primer momento. La aceptación no sirve para resolver el problema
original, pero es una herramienta extraordinaria para deshacerse del estrés
posterior, generado por el acoso de los pensamientos repetitivos".
"Además hemos de aprender a aceptar nuestro pasado. Recordar con
insistencia hechos que nos sucedieron y no nos gustaron, no parece demasiado
positivo. Nos impide avanzar. Y además la memoria dista mucho de ser perfecta;
tal vez lo que uno recuerda no coincide con lo que realmente pasó",
concluye.
Siete secretos para
ser feliz
El
autor presenta siete claves para que,
tanto nuestras emociones como nuestra parte racional y nuestro cuerpo, trabajen
a favor de nuestro bienestar:.
1.
Un sabio aforismo dice "si haces
lo que siempre has hecho, tendrás lo que siempre has tenido".
¡Es
hora de hacer muchas de esas cosas que, a nivel teórico, casi todos sabemos que
tendríamos que haber hecho antes para encontrarnos mejor!.
2.
La felicidad también tiene una base
física:
Reducir los alimentos que nos quitan la salud y
aumentar los que la mejoran; movernos más en nuestra vida diaria y practicar
regularmente una actividad física que nos guste; librarnos con ayuda
profesional de las adicciones como el alcohol, el tabaco o el juego; y dormir y
descansar bien, procurando seguir unos horarios uniformes.
3.
Importa mucho menos lo que nos sucede
en la vida que la manera en la que lo sufrimos (o disfrutamos, si es bueno) en
nuestra cabeza. Podemos trabajar sobre nuestros pensamientos e interpretaciones
sesgadas de lo que nos rodea, para eliminar las que no nos convengan, ¡Con la
práctica lo conseguiremos!.
4.
Para ser felices tenemos que dejar de
buscar culpas y culpables, de culparnos a nosotros mismos, de sentirnos
ofendidos, de ser pesimistas, de tener miedo a la decisión incorrecta y de
tener expectativas imposibles, así como
abandonar ese hábito tan arraigado en la mayoría de nosotros de
quejarnos siempre por todo, en cualquier circunstancia y aunque sea
innecesario.
5.
Para aumentar nuestro bienestar
tenemos que aprender a aceptar, practicar la amabilidad, el sentido del humor,
el altruismo y su pariente cercano, la empatía, así como esforzarnos por vivir
el momento, elegir placeres sencillos y,
por encima de todo, aprender a confrontar nuestros pensamientos con la
realidad.
6.
Recibir calor humano, compartir
momentos agradables con gentes queridas para salir del “yo” y entrar en el
“nosotros”, es una de las grandes fuentes de la felicidad. ¡Cuantos más amigos,
más calor! y los conseguiremos más interesándonos en otras personas, en vez de
intentar que ellas se interesen en nosotros.
7.
Para ser feliz es necesario el
suficiente dinero para cubrir las necesidades básicas propias y de la familia,
y recordar como señaló Schopenhauer que “lo que uno tiene en sí mismo, lo que
le acompaña en la soledad sin que nadie se lo pueda dar o quitar, es mucho más
importante que todo lo que posee o lo que es a los ojos de otros”.
Referencia:
-
Citado en: “¿La felicidad se puede
aprender?”, http://www.diariodemocracia.com/notas/2015/5/31/felicidad-puede-aprender-105653.asp, 31 Mayo 2015.
-
Imagen obtenida de: http://www.mamaslatinas.com/group/10/forums/read/43679/Si_tu_quieres_ser_feliz_estar_saludable_y_tener_valiosas_relaciones_personales_debes_leer_esto,
12 Junio 2015.
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