La dopamina se
considera el centro del placer ya que regula la motivación y el deseo.
Resumen;
La dopamina es la
hormona del placer, se libera cuando tenemos desafíos, nos ayuda a mantener el
interés por la vida y a sentir satisfacción cuando logramos nuestros objetivos.
Este neurotransmisor proporciona
placer y relajación e interviene en los procesos de memoria y aprendizaje
porque regula la duración de los recuerdos. Y lo consigue fomentando que la
memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones.
Se debe tener presente
que la dopamina está vinculada con nuestras adicciones, porque su liberación
nos puede convertir en adictos al impulsar una búsqueda continua del placer.
A su vez, se conoce
cada vez más que la dopamina está relacionada con muchas enfermedades
psiquiátricas y neurológicas.
Sobre todo, no debemos
olvidar que la dopamina es conocida por ser uno de los neurotransmisores de la
felicidad.
La dopamina
En “Las hormonas de la
felicidad” (1), se ha indicado que:
Las cuatro
“hormonas de la felicidad” (dopamina, endorfina, oxitocina y serotonina), son
sustancias químicas que producimos en nuestro organismo y que son responsables
de nuestros estados de júbilo, alegría, confianza, equilibrio y felicidad.
La dopamina es la
hormona del placer, se libera cuando luchas por una meta, ayuda a mantener el
interés por la vida y a sentir satisfacción cuando logras tus objetivos.
Se presentan a
continuación extractos del artículo de José A. Morales García: “La dopamina es
un neurotransmisor que nos da la felicidad, pero también nos la quita”, que
proporciona las características principales de la dopamina de acuerdo con las
investigaciones realizadas.
Dopamina: el
neurotransmisor que nos da la felicidad, pero también nos la quita
La dopamina es
un neurotransmisor, es decir, una molécula que se encarga de llevar un mensaje
desde las neuronas que lo producen hacia otras células.
Por eso interviene en una gran cantidad de procesos como el control del
movimiento, la memoria, la recompensa cerebral –ese mecanismo de nuestro
cerebro que nos refuerza a repetir una conducta– o el aprendizaje.
También influye en
numerosas funciones fuera del cerebro como la motilidad gastrointestinal, la
liberación de hormonas, la presión arterial e incluso en la actividad de las
células del sistema inmune.
Almacenar
recuerdos a través de las emociones
La dopamina es
conocida mundialmente por ser una de las moléculas de la felicidad.
No en vano, es una de las herramientas que Cupido usa para enamorar.
También proporciona
placer y relajación. Interviene en procesos de memoria y aprendizaje porque
regula la duración de los recuerdos. Es decir, decide si una determinada
información se puede almacenar durante un tiempo o se elimina inmediatamente.
Y esto lo
consigue fomentando que la memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones.
En este proceso interviene la dopamina en el accumbens -una parte del cerebro
muy implicada en el control de las emociones, que comunica con zonas encargadas
de la memoria, como el hipocampo-.
Por eso, el
aprendizaje que contiene una carga emocional dura más, porque aprender
provoca placer y la información se retiene durante más tiempo.
La cantidad de
dopamina en el cerebro da información sobre su personalidad
Nuestro horóscopo no
influye ni determina para nada nuestra personalidad. La dopamina, sin embargo,
sí. Y es que numerosos estudios científicos sostienen que la dopamina podría
estar relacionada con rasgos de la personalidad como la inseguridad, la
cobardía o incluso el grado de extroversión.
Tanto es así que la
cantidad de dopamina en la amígdala cerebral -región del cerebro relacionada
con emociones como la ira, el placer o el miedo- nos permitiría saber si una
persona es tranquila o insegura o si se estresa con facilidad.
Dopamina,
adicciones y motivación
La dopamina es
la culpable de nuestras adicciones, de las malas y de las menos malas.
Entre las malas, las drogas aumentan la cantidad de dopamina en el sistema de
recompensa del cerebro, lo que produce un estado de placer que refuerza que
sigamos consumiéndolas. Algo parecido pasa con las menos malas, como el dulce o
la comida basura.
De esta manera las
personas con tendencia a la obesidad tendrían menos de estos receptores y por
tanto necesitarían comer más para notar la misma satisfacción que produce el
acto de comer. Son, por tanto, “más adictos” a la comida. Y esta es otra
característica de la dopamina: su liberación nos puede convertir en adictos ya
que nos impulsa a una búsqueda continua del placer.
La cara oculta
de la dopamina
Pero no todo son
alegrías. La dopamina también está relacionada con muchas enfermedades
psiquiátricas y neurológicas.
Cuando tenemos
un exceso de dopamina pueden aparecer trastornos como la esquizofrenia o el
trastorno bipolar.
En caso de que
la cantidad de dopamina disminuya, aparecen el trastorno depresivo mayor, el
trastorno por déficit de atención e hiperactividad,
la enfermedad de Huntington y la neurodegeneración asociada al VIH-1.
Aunque si hay una
enfermedad que irremediablemente nos viene a la cabeza cuando hablamos de un
déficit en dopamina es la enfermedad de Parkinson, cuyo Día Mundial se
celebra el 11 de abril. En este caso, la causa de este trastorno es la muerte
de las neuronas que producen dopamina en una región del cerebro que se llama
sustancia negra. Esta dopamina está implicada en el control de la actividad
motora, de ahí los síntomas que presentan los pacientes que la sufren.
En resumen, la
dopamina es la Mary Poppins de nuestro organismo, “prácticamente perfecta en
todos los sentidos”. En cuanto a sus acciones, al igual que la niñera
inglesa, puede ser severa pero también amable y educada.
Las
características principales de la dopamina
La
dopamina proporciona placer y relajación e interviene en los procesos de
memoria y aprendizaje porque regula la duración de los recuerdos. Y lo consigue fomentando
que la memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones.
Se
debe tener presente que la dopamina está vinculada con nuestras adicciones, porque
su liberación nos puede convertir en adictos al impulsar una búsqueda continua
del placer.
A
su vez, se conoce cada vez más que la dopamina está relacionada con muchas
enfermedades psiquiátricas y neurológicas.
Cuando
tenemos un exceso de dopamina pueden aparecer trastornos como la
esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Si
la cantidad de dopamina disminuye, aparecen el trastorno depresivo mayor, el
trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la enfermedad de Huntington y la
neurodegeneración asociada al VIH-1. Y un déficit está asociado a la
enfermedad de Parkinson.
Desde
luego y sobre todo no debemos olvidar que la dopamina es conocida por ser uno
de los neurotransmisores de la felicidad.
Un abrazo,
Referencias:
(1) Víctor
Hugo Ramón Vergara Medina, “Las hormonas de la felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2016/05/las-hormonas-de-la-felicidad_18.html,
18 mayo 2018.
(2) José
A. Morales García, “La dopamina es un neurotransmisor que nos da la felicidad,
pero también nos la quita”, https://theconversation.com/dopamina-el-neurotransmisor-que-nos-da-la-felicidad-pero-tambien-nos-la-quita-180637,
10 abril 2022.
(3) Imagen
obtenida de: https://www.facebook.com/mundoentrenamiento/photos/qu%C3%A9-hacer-para-incrementar-la-dopamina-sobretodo-evita-o-combate-el-estr%C3%A9s-el-es/2649531621988381/,
consultado 30 agosto 2022.
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