“La felicidad
está en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad”. Enrique
Rojas
Resumen:
Una línea de definición
de la felicidad es considerar que la felicidad no depende de la realidad
sino de cómo interpretamos la vida.
Se entregan
antecedentes del psiquiatra Enrique Rojas, que nos indica que:
- La
felicidad está en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad, sino de
cómo interpretas la vida.
-
La felicidad depende de la
capacidad para interpretar de forma positiva la realidad personal, depende de
enfatizar lo positivo y minimizar lo negativo.
A su vez, manifiesta
que:
El argumento
esencial de la vida, para la felicidad, es el amor. Y que el amor es un
trabajo, es artesanía, dedicación.
La felicidad es una
interpretación de la vida
La definición de felicidad
no es sencilla, porque tiene variadas dimensiones y diferentes maneras de plantearla.
Una línea es considerar
que la felicidad no depende de la realidad, sino de cómo interpretamos la
vida.
En “La Felicidad no es
lo que nos pasa sino cómo los interpretamos” (1), se ha citado:
“La
felicidad también es una forma de interpretar el mundo, ya que, si bien puede
ser difícil cambiar el mundo, siempre es posible cambiar la forma en la que lo
vemos”. Matthieu Ricard.
“La
felicidad no es lo que te pasa, sino cómo interpretas lo que te pasa”.
Mariam Rojas Estapé.
Y en “Los hábitos que
nos ayudan a ser más Felices” (2), se ha presentado dos hábitos que tienen que
ver con la interpretación de la vida y que nos ayudan a mejorar nuestro nivel
de felicidad:
1.
La atención.
En qué nos enfocamos.
Dirigir
nuestra atención es crucial para aumentar nuestra felicidad.
2.
La interpretación.
Cómo entendemos las cosas en las que nos enfocamos.
Las
personas felices tienen claramente un sesgo positivo en sus hábitos de percibir
e interpretar el mundo.
A continuación,
extractos del artículo de Ana Abelenda: “La felicidad está en tu cabeza, no
depende de la realidad” (3), que proporciona antecedentes entregados en una
entrevista por el psiquiatra Enrique Rojas, que profundizan sobre la
interpretación que se le da a la vida y que conecta con nuestro nivel de
felicidad.
La felicidad
está en tu cabeza, no depende de la realidad (3)
Con una anécdota de una
parada imprevista en una gasolinera, la fortaleza de su matrimonio y su sentido
del humor, Enrique Rojas (Granada, 1949), psiquiatra hijo de psiquiatra y padre
de psiquiatra (de Marián Rojas Estapé), «médico del alma», explica sin
ambigüedades ni fórmulas complejas de qué va la felicidad, cómo superar una
depresión o afrontar la vida en pareja…
—Su fórmula de la
felicidad es ya un clásico: buena salud y mala memoria. Pero a menudo se nos
olvida...
—La fórmula mía de
tener buena salud y mala memoria significa que la capacidad para olvidar y para
perdonar, para perdonarte a ti mismo y a los que te han ofendido, es salud
mental.
—Vemos felicidades por
todas partes, pero cómo se encuentra la real, la que no necesita filtros. ¿Es
genética o depende de las circunstancias?
—Hay dos tipos de
felicidad. La felicidad absoluta, que no existe, que se da en el otro barrio
cuando te mueres, y la relativa, que es la real. La felicidad relativa
consiste en lo siguiente: que haya buena relación entre lo que yo siento, lo
que yo pienso y lo que yo hago.
—La memoria escoge lo
bueno, edulcora. ¿Fuimos más felices en la infancia o solo somos capaces de ver
lo felices que fuimos a toro pasado?
—Hay una relación
entre la felicidad y la temporalidad. La felicidad en relación con el pasado es
sufrimiento superado. En relación con el presente, es carpe diem, saber
disfrutar de la vida cotidiana, con lo que uno hace, y en relación con el
futuro, la felicidad consiste en ilusión. El hombre viejo es aquel que mira
más hacia el pasado que hacia el futuro. El joven, el que tiene siempre
ilusiones por cumplir, aunque tenga 80 años. La juventud va por dentro.
—¿Cómo se entrena la
felicidad?
—La felicidad está
en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad. Te voy a contar una
anécdota. Volvía yo de Ávila con mi mujer de visitar a una de mis hijas. Íbamos
con un par de nietos y paré en una gasolinera, la más cutre de la zona, pero
uno de mis nietos quería ir al baño y otro tenía carraspera... Cuando entro a
preguntar por el baño, me dice la chica que estaba atendiendo la gasolinera:
«¡Mire usted qué suerte tiene, que acabo de arreglar el baño!». Le digo que
quiero unos caramelos porque mi nieto tiene carraspera de garganta y me dice:
«Mire, la mejor miel de la zona la hace mi abuela, se la traigo ahora. Y además
me dice: «¿Quiere llevarse un saco de naranjas, que son de aquí y son
buenísimas?». Y yo, que no sé decir que no, salgo con las naranjas, con los
caramelos, con la miel, con unos bollos... Asombrado con la chica. Vuelvo al
coche con todo y le pregunto a la chica: «¿Usted es feliz?». Y responde: «¿Cómo
no voy a ser feliz si lo tengo todo?». La felicidad no depende de la
realidad, sino de cómo interpretas la vida. La chica también me preguntó a
qué me dedicaba yo y le dije: «Soy médico, médico de la cabeza». «¿De toda la
cabeza?». «No, de la frente para dentro. Soy psiquiatra». «El de los
nervios...». La felicidad depende de la capacidad para interpretar de forma
positiva la realidad personal, depende de enfatizar lo positivo y minimizar lo
negativo.
—¿Todas las cabezas
tienen arreglo?
—Pues sí. La psicología
y la psiquiatría han cambiado el mundo. Me quedo asombrado con lo que es hoy la
psicoterapia, el arte de ver el lado bueno de las cosas. La derrota es el gran
aprendizaje, la derrota te enseña lo que el éxito oculta.
—Igual tiene todo,
salvo lo esencial...
—Claro. El argumento
esencial de la vida, para la felicidad, es el amor. Decían los clásicos,
los escolásticos, que el amor es el primer movimiento de la voluntad hacia el
bien. El amor es un trabajo, es artesanía, dedicación. No es un señor
que está a tu lado y te dice: «Te amo, te adoro, eres maravillosa». La
convivencia conyugal, ese es el gran examen.
—El amor que nos
alucina, que nos venden, no tiene que ver con eso...
—El amor es entrega
y magia, códigos secretos. Su meta es hacer feliz al otro, preguntarse:
«¿Qué puedo hacer por hacer feliz a mi mujer?». El amor es sentirse feliz
haciendo feliz al otro. Y esto lo saben las madres... Uno ama como ha sido
amado.
La felicidad según Enrique
Rojas.
El psiquiatra Enrique
Rojas nos indica que:
-
Hay dos tipos de felicidad. La
felicidad absoluta, que no existe, que se da en el otro barrio cuando te
mueres, y la relativa, que es la real. La felicidad relativa consiste en lo
siguiente: que haya buena relación entre lo que yo siento, lo que yo pienso y
lo que yo hago.
- La
felicidad está en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad, sino de
cómo interpretas la vida.
-
La felicidad depende de la
capacidad para interpretar de forma positiva la realidad personal, depende de
enfatizar lo positivo y minimizar lo negativo.
A su vez, manifiesta
que:
El argumento
esencial de la vida, para la felicidad, es el amor. Y que el amor es un
trabajo, es artesanía, dedicación.
Un abrazo,
Referencias:
(1) Citado
en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La Felicidad no es lo que nos pasa sino
como los interpretamos”, https://prisma101-1.blogspot.com/2022/09/la-felicidad-no-es-lo-que-nos-pasa-sino.html,
20 septiembre 2022.
(2) Citado
en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Los hábitos que nos ayudan a ser más
Felices”, https://prisma101-1.blogspot.com/2022/10/los-habitos-que-nos-ayudan-ser-mas.html,
23 octubre 2022.
(3) Citado
en: Ana Abelenda, “Enrique Rojas, catedrático de Psiquiatría: «La felicidad
está en tu cabeza, no depende de la realidad», https://www.lavozdegalicia.es/noticia/yes/2022/05/14/felicidad-tu-cabeza-depende-realidad/0003_202205SY14P10991.htm,
19 mayo 2022.
(4) Imagen
obtenida de: https://www.facebook.com/emocionsanaorg/photos/a.103127184836488/154313289717877/?type=3,
consultado 28 octubre 2022.
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