Si bien el dinero no compra la felicidad, un artículo de Rafael Espinosa se demuestra que
a nivel global, los Países ricos son más Felices que los Países Pobres.
En 1975 el
economista Richard Easterlin publicó un libro con una paradoja que lleva su
nombre, lo cual lo hizo famoso a nivel mundial. Esta paradoja intenta responder
una pregunta que parece muy simple; ¿el dinero compra la felicidad? Esto fue lo
que Easterlin respondió.
1. Es verdad,
las personas ricas son más felices, ¿pero cuánto?
2. Pero las
sociedades ricas no son por mucho más felices que las sociedades pobres.
3. Si un país
es 1% más rico no necesariamente va a ser 1% más feliz.
En pocas
palabras lo que quiero decir es que el dinero otorga seguridad y la seguridad
da felicidad.
Si vemos a
las personas como entes independientes podemos mencionar que el dinero no hace
la felicidad, y si la hacen otros aspectos de la vida cotidiana; pero visto
desde un punto de vista macroeconómico, el dinero si compra la felicidad, pero
más que la felicidad, el dinero compra la seguridad de tener solución a los
problemas que se nos presenten, en especial de salud y el empleo.
Puedo
concluir que la felicidad es un bien que está sujeto a muchísimas cosas no cuantificables,
pero puedo asegurar que una sociedad o país satisfecho es un país más
productivo, lo que genera valor agregado a lo que hace. La felicidad si va
relacionada con el PIB per cápita, pero no va relacionada con la riqueza
individual de las personas.
¿Cuál es la relación
entre la Felicidad y el Ingreso?
2 Mayo 2012
Rafael Espinosa
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