A continuación
extractos de un análisis de las visiones actuales de la vida y la felicidad,
realizado por Ángeles Álvarez, en www.hechosdehoy.com:
La sociedad distingue
la felicidad como un objeto a conseguir en algún momento. Una felicidad basada
en la posesión de riquezas, objetos materiales, una adquisición compulsiva de
la última tecnología y por supuesto, en avanzar a la par del estilo y la moda
predominante del momento. También como posesión de un estatus social, un buen
puesto de trabajo y una pareja que responda a las demandas y necesidades que
cada persona pueda presentar.
Se trata de una
felicidad confundida por el confort, el bienestar y el placer. Se trata de
situaciones que evidentemente ayudan y que sean necesarias en nuestra vida pero
que al mismo tiempo no deben identificarse con lo que supone la felicidad en
sí.
Saber vivir muchas
veces resulta complicado. Nacemos con posibilidades, pero tarde o temprano
somos y obtenemos lo que hemos sido capaces de sembrar.
Proyectos y
posibilidades
La vida de cada
persona se va creando y haciendo en cada momento. Cuando esas proyecciones
tienen una base de creación, colaboración y participación con el resto, la
felicidad aflora como síntoma.
Muchas son las
invitaciones a vivir de espaldas a aquello que permite subsistir plenamente
como persona. Ganar, tener éxito, disfrutar al máximo con el mínimo esfuerzo,
ejercer un cierto poder sobre el resto, etc. son sólo algunos caminos
perseguidos y valorados por muchos.
Vivir y ser feliz es
una conquista propia, y pocas personas serán capaces de ver más allá de lo que
ofrece el dinero, la imagen, las apariencias, la superioridad y todos aquellos
hábitos placenteros y dañinos para uno mismo.
Ante la realidad, la
persona huye y sólo busca la distracción. Lucha constantemente contra los
fantasmas de sus deseos incumplidos. Aceptar la realidad no significa aceptar
que sea buena, sino aceptar cada situación tal como es. Aceptar la realidad y
saber responder de forma que esa misma respuesta sirva para seguir viviendo mejor.
Y
es que la felicidad no se esconde en el consumo, en el dominio o las
distracciones, sino en la valoración de todo pequeño detalle, en la entrega,
gratitud y generosidad. En el amor a uno mismo y a los demás.
"Algunos
persiguen la felicidad, otros la crean".
Referencia:Ángeles Álvarez, “Ser feliz no es difícil si se sabe en qué consiste la felicidad”, 3 octubre 2012, http://www.hechosdehoy.com/ser-feliz-no-es-dificil-si-se-sabe-en-que-consiste-21010.htm
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