A
continuación un extracto del artículo del consultor Miguel Ramírez Barber,
sobre aspectos relevantes sobre la Felicidad.
El
autor nos indica:
La
felicidad esta en nuestras manos, depende de nuestras actitudes y nuestros
comportamientos.
Una
de las principales enseñanzas viene de Victor Frankl, sobreviviente del
holocausto, autor y terapeuta, que nos dice, que el hombre tiene que tener un
sentido de la vida, para mantener la voluntad de vivir, aun en las peores
circunstancias. Comenta que la persona,
siempre tiene la libertad de reaccionar como quiera, en cualquier
circunstancia, incluso ante las peores adversidades…
Una
persona puede ser feliz si su vida tiene sentido, pero seguramente será infeliz
si no lo tiene. El sentido tiene dos vertientes: “que mi vida tenga sentido” y
“que la vida tenga sentido”. El primer aspecto corresponde al “sentido personal”
y el segundo al “sentido trascendente.”
El
sentido personal se deriva de nuestras relaciones humanas, nuestro trabajo y
las causas en las que creemos. Las
relaciones humanas, con la pareja, la familia y los amigos, nos dan el sentido
de amar y ser amados, de pertenencia y ser necesitados. El trabajo le da sentido a nuestro esfuerzo
mas allá de una retribución económica y las causas por las que luchamos
ennoblecen nuestra existencia.
El
sentido trascendente se deriva de nuestra creencia en Dios y en una vida
después de la muerte. La religión nos
proporciona la tranquilidad de esperar una vida mejor pero también nos exige un
comportamiento ejemplar para no recibir un castigo permanente.
La
felicidad suele llegar aparejada de otras acciones.
El
crecimiento humano también nos hace felices.
El crecimiento implica trabajo y esfuerzo pero el resultado puede ser
que logremos ser una persona mas profunda.
La profundidad implica mayor conocimiento intelectual, emocional y
psicológico. Así podemos aspirar a la
sabiduría, que implica “conocer”, pero sobre todo “entender”.
En
todo caso, debemos buscar la claridad, es decir, entendernos a nosotros mismos
y a la vida. Si no hay claridad viene el
caos, después se pierde el sentido de la vida y finalmente somos infelices.
Esto
nos lleva a desarrollar una filosofía de la vida, ya que sabemos que no existe
una correlación directa entre las circunstancias de la vida de las personas y
su nivel de felicidad. Conocemos a
personas que tienen todo en la vida y que son infelices y por el contrario
existen otros que no tienen nada y son felices.
Nuestra reacción ante la vida depende de nuestras actitudes que se
reflejaran en nuestros comportamientos.
Conviene
tener la actitud de encontrar algo bueno en todo lo malo que nos sucede. “No hay mal que por bien no venga”, dice el
refrán popular y es cierto, pues en todo momento existen lecciones que aprender
para crecer como ser humano. Las personas
que eligen buscar lo positivo en la vida son bendecidas…
Para
ser feliz, también es esencial ejercer el auto-control. Las personas siempre
buscan la libertad y desdeñan el control, pero la verdadera libertad radica en
“ser capaces de realizar aquello que les brinde felicidad”, para esto se
requiere un alto grado de auto-control.
En
suma, la felicidad implica pasión pero también moderación. Si le damos sentido personal y trascendental
a nuestra vida, con nuestras actitudes y comportamientos, podremos decir que la
felicidad es un serio problema, que requiere de mucho trabajo y esfuerzo, pero
que efectivamente está en nuestras manos.
¿Cuáles
son tus actitudes y comportamientos?
¿Cómo le das sentido personal y trascendental a tu vida?
Referencia:
Miguel
Ramírez Barber, “Actitudes y comportamientos conducentes a la felicidad”, 05
Octubre 2012, http://blogs.cnnexpansion.com/asesor-en-empresas-familiares/2012/10/05/actitudes-y-comportamientos-conducentes-a-la-felicidad/
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