A continuación un extracto del artículo presentado en www.religionenlibertad.com:
Juan del Carmelo nos dice:
La
eterna felicidad que tendremos en el cielo, será una felicidad perfecta y ello
es importante considerarlo, porque a lo que nosotros aquí abajo lo que llamamos
felicidad no es tal felicidad, ya que existe un principio lógico, que nos dice
que si la felicidad no es para siempre, no es felicidad por que la
disfrutaremos siempre con la zozobra de que cualquier día se acabará.
Solo
con un correcto desarrollo de las potencialidades de crecimiento que tiene el
alma humana, es posible alcanzar una felicidad plena en esta vida. Y esto es
así, por muchas y variadas razones. La primera de todas, es que solo por medio
de los sentidos de nuestra alma, es como podemos acercarnos al Señor, y
comprender al menos un poco, lo que significa la grandeza del Señor y las
cualidades divinas que el son propias, como la omnipotencia, la omnisciencia,
la inmutabilidad, su simplicidad y sobre
todo para este caso su eterna felicidad de la que el día de mañana seremos
nosotros participes de ella.
Amen
de la felicidad que nos proporciona en esta vida el goce del amor al Señor, son
muchas las ventajas que se obtienen de tener un alma entregada al amor del
Señor, pues si se ama de verdad a Dios, uno esta a salvo de las envidias y del
deseo de posesión de bienes materiales. Uno se da cuenta de que nada de lo que
hay en esta vida es deseable anteponiéndolo al
amor al Señor. La tremenda dificultad que se tiene para perdonar ofensas
o daños de otros, si se ama al Señor, es fácil pues uno comprende enseguida que
el no perdonar, puede llevarle a la animadversión y lo que es peor al odio, lo
cual es tanto como, caer en una trampa demoniaca de sufrimiento. Es justificar
en otros, por amor a Dios, lo que de momento resulta injustificable, pero a la
larga ya en esta vida nos producirá satisfacción y felicidad, justificar la
conducta de los demás. Amar a los demás es difícil, pero cuando uno está
impulsado por el superior amor al Señor, es cosa fácil y rentable.
En
conclusión, si de verdad queremos ser felices en esta vida, olvidémonos del camino
que quiere seguir nuestro cuerpo material y mortal y sigamos lo que nos pide
nuestra alma inmortal, que es la que de verdad desea gustar de esa desconocida
felicidad para la que todos hemos sido creados.
Citado en:
“Camino a la
felicidad”, Juan del Carmelo, es autor, editor y responsable del
Blog El Blog de Juan del Carmelo, alojado en el espacio web de www.religionenlibertad.com, 25
Octubre 2012, http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=25323&mes=&ano=
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