A continuación se
transcribe el artículo de Daniela Blanco y Valeria Chavez, que hacen una
revisión de los estudios realizados sobre la Felicidad y los aspectos clave que
se deben tener en cuenta:
Existe una ciencia de
la felicidad que es objeto de estudio de las universidades del mundo. En esta
nota, las últimas conclusiones. Por qué es clave la administración del ocio
Felicidad,
¿quién no la persigue?, ¿no la anhela? ¿no la desea? Es el sentimiento que
prácticamente rige el sentido de nuestras vidas.
Ahora, un concepto tan vasto y que se desdibuja y redefine permanentemente es
buena idea concebirlo de manera más asible, más cercano.
"La
clave para ser feliz, básicamente, es hacer algo tan intensamente que no puedas
pensar en otra cosa, ya que lo que haces te llena. Es la experiencia de
fluir". Así lo definió la licenciada en
Psicología Cristina Benchetrit (MN 10707) consultada por Infobae.
La especialista
reseñó a un autor muy reconocido en esta área, Martin Seligman, escritor de La
auténtica felicidad, quien asegura que hay
tres maneras de ser feliz: una es la de estar relacionado con lo placentero,
otra, lo que él llama la buena vida (una vida donde están cubiertas las
necesidades de confort y lo socialmente establecido, por ejemplo tener una
familia) y la tercera, es una vida significativa (es decir que la vida tiene
sentido para vos y para los otros, tiene trascendencia. Esta última es la que
daría una felicidad más completa.
Aquí reunimos una
serie de conclusiones de las últimas investigaciones científicas realizadas por
las principales Universidades de los Estados Unidos y Europa sobre la
felicidad, al menos para que no se convierta en un problema, sino en una
solución para tu vida.
Acércate
a la música.
La prestigiosa
Universidad de Groningen, fundada en 1614, es una de las universidades más
antiguas, con 28.000 estudiantes y probablemente es también una de las universidades más
grandes de los Países Bajos. La casa de estudios posee una reputación
internacional como una de las universidades europeas líderes en investigación.
Según Groningen, escuchar música alegre
aumenta la sensación de felicidad y dibuja una sonrisa en nuestro rostro.
También incrementa nuestra capacidad para percibir caras felices alrededor.
Según la especialista
consultada por Infobae, "la música
es una de las cosas que más conecta a las personas y la conexión es fundamental
para ser feliz". "Alguna vez alguien me preguntó qué haría la
humanidad si no hubiera música. Y yo le respondí que la crearía porque es una
de las artes que más se vincula con las emociones profundas", aseguró.
Felicidad
paras ellos y ellas.
Según un estudio de
la Universidad de Ulster (Irlanda), sólo una cuarta parte de los chicos se
sienten felices leyendo, escribiendo y yendo a la escuela, mientras que el 44%
se describen como "completamente felices" realizando estas mismas
actividades. Sin embargo, al final de nuestras vidas las mujeres se sienten más
infelices y descontentas con los logros alcanzados. Concretamente, las mujeres
son más felices hasta los 47 años de edad, y a partir de ese momento los
hombres les toman el relevo, según publicaba Anke Plagnol, de la Universidad de
Cambridge, en la revista Journal of Happiness Studies.
Valorar
lo que se tiene.
Un estudio
norteamericano que dio a conocer la consultora Personality and Social
Psychology Bulletin planteaba que para
mantener un estado permanente de felicidad hacen falta dos cosas: la primera,
tener experiencias nuevas que supongan cambios positivos y la segunda, apreciar
lo que tenemos, en lugar de desear lo que no pudimos conseguir.
Dicho de otro modo,
la variedad es "una de las grandes emociones de la vida", y la felicidad no consiste en obtener lo que
uno desea, sino en valorar lo que se tiene.
Ser
feliz alarga la vida.
Según un análisis
publicado en la revista Journal of Happiness Studies, la felicidad prolonga la
existencia de las personas sanas porque evita enfermedades y es un buen
antídoto contra la depresión. Los investigadores lo atribuyen, por un lado, a
que la infelicidad crónica causa estrés y altera el funcionamiento del sistema
inmune, y por otra parte a que cuando nos sentimos felices somos más propensos
a escoger un estilo de vida saludable. Una investigación de la Universidad de
Nebraska realizada con 10.000 adultos también confirmaba que las personas felices y satisfechas con su
vida gozan de mayor salud y padecen menos enfermedades crónicas.
La
felicidad lleva al éxito, y no al revés
El psicólogo de
Harvard y autor del libro La ventaja de la felicidad (2010), Shawn Achor, llegó
a la conclusión de que, por el contrario de lo que se creía, la felicidad no es
una meta que se alcanza como consecuencia de factores externos. O sea, el éxito
no nos hace felices; es la felicidad la que conduce al éxito.
Y cuenta con cifras
que avalan su teoría: sólo el 10% de la felicidad, según él, está dada por
factores, como la pobreza, la riqueza, la salud o la enfermedad. Para él, al
observar a la gente, fácilmente se puede ver la misma fórmula: si trabajas duro
serás exitoso y cuando seas exitoso serás feliz. Y la gente vive pensando
"si consigo la meta de ventas seré feliz", "si subo las notas
seré feliz", "si pierdo esos kilos seré feliz": primero el
éxito, después la felicidad. Pero esta fórmula está rota. Es al revés. Cuando
se consigue una meta, rápidamente aparecen otras y la felicidad se pospone
hasta encontrar una conformidad que, probablemente, no existe.
Luego de más de 12
años de investigación en Harvard, Achor descubrió que la felicidad conduce y aumenta el éxito y que, más que ser una
condición natural, la felicidad se aprende.
Achor explicó que el
cerebro funciona mucho mejor cuando está positivo. "Tanto es así que,
estadísticamente, sólo el 25% del éxito se puede explicar con el coeficiente
intelectual; el resto de los indicadores (el optimismo, el apoyo de una red
social y enfrentar el estrés como un reto) está relacionado con la
felicidad".
Día
propio
La Organización de
las Naciones Unidas (ONU) fijó en su calendario internacional un día dedicado a
la felicidad. ¿Desde cuándo se celebra? ¿Cuál es el objetivo del nombramiento
de este día?
Según la propia ONU,
el 20 de marzo se estableció como el Día Internacional de la Felicidad para
"reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones
universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las
políticas de gobierno". Y fue
exactamente en la 118ª sesión plenaria celebrada el 28 de junio de 2012 cuando
se proclamó este día, explicando que "la búsqueda de la felicidad es un
objetivo humano fundamental".
En cualquier caso, la
felicidad es un valor bastante subjetivo que no siempre está vinculado, a los
bienes materiales. Es por ello que desde la ONU han reconocido la necesidad de
aplicar al crecimiento un enfoque más "inclusivo, equitativo y
equilibrado" de cara a promover el "desarrollo sostenible, la
erradicación de la pobreza, la felicidad y el bienestar de todos los
pueblos".
El secretario general
de la ONU, Ban Ki-Moon, apuntó su compromiso con esta nueva celebración.
"En este 2013 se celebra por primera vez el Día Internacional de la
Felicidad; fortalezcamos nuestro compromiso con el desarrollo humano inclusivo
y sostenible y reafirmemos nuestra promesa de ayudar a los demás. Obrar por el
bien común también nos enriquece. La compasión fomenta la felicidad y nos
ayudará a construir el futuro que queremos", señaló Ban Ki-Moon.
Manejar
el ocio para ser feliz
Lo que haces en tu
tiempo libre define en algún punto el estatus de tu felicidad. Un estudio de la
Universidad de Maryland basado en datos acumulados de tres décadas demostró que
las personas felices suelen dedicar su
tiempo libre a las actividades sociales, a leer el periódico y son ciudadanos
cívicamente más responsables que las personas infelices. Estas últimas
dedican la mayor parte de su tiempo a ver la televisión.
"Cualquier cosa
que no sea producir, merece una explicación y acaso una disculpa", explica
Carlos González Vallés en su libro Disfruta tu ocio (Editorial Edhasa).
El autor propone una
reevaluación del ocio y comprender que se trata de un componente básico de
nuestras vidas. Si nos falta, no podemos alcanzar nuestra plenitud.
Según el escritor
español Guzmán López Bayarri, es necesario hacer una distinción importante
entre el ocio activo y el ocio pasivo.
El ocio pasivo es
"no hacer nada", esperar a los estímulos y reaccionar, por lo tanto
nos convertimos en seres re-activos. Un
ejemplo de esto sería ver la TV o ir al cine.
El ocio activo, por
el contrario, es el tiempo que invertimos en proyectos, con el que nos
desarrollamos personalmente y con el que podemos potenciar nuestra creatividad.
Esta clase de ocio
sería más pro-activo, ya que no reaccionamos a los estímulos externos sino que
proyectamos, planeamos, y creamos lo que queremos hacer.
En este sentido,
Benchetrit consideró que "es necesario el ocio para poder ser productivo y
creativo. Sin ocio no hay entretenimiento y la mente no descansa. Pero si es
mucho este ocio se vuelve aburrimiento y tampoco crea nada".
Referencia:
Daniela Blanco y
Valeria Chavez, “Cuáles son las claves
para ser feliz”, http://www.infobae.com/notas/706033-Cuales-son-las-claves-para-ser-feliz.html, 15 Abril 2013
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