A continuación
extracto del artículo de Macarena Carrasco, que nos entrega los antecedentes aportados
por el médico siquiatra Daniel Martínez, sobre la importancia de la felicidad
en la salud de las personas.
No indica:
El escritor y
periodista colombiano Gabriel García Márquez lo decía mejor que nadie: “No hay medicina que cure lo que cura la
felicidad”. Y es que en la medida que pasan los años, combatir las
enfermedades ha dejado de reducirse exclusivamente a los tratamientos médicos.
De esta manera, se han incorporado terapias alternativas o naturales dentro de
las estrategias para afrontar dolencias físicas y mentales. En este cambiante
escenario, la búsqueda y promoción de la felicidad también ha comenzado a
labrarse un espacio.
Según el doctor
Daniel Martínez, médico siquiatra y director del Instituto del Bienestar, esta
es una vía que permite superar distintos padecimientos. El profesional, quien
se encuentra a la cabeza de esa organización dedicada a promover las relaciones
saludables y la felicidad en las personas y la comunidad, afirma que la ciencia
muestra hoy variadas evidencias que relacionan el sentirse bien y feliz con
cómo se vive la salud física y mental.
“Está
comprobado que las personas felices tienen mayores expectativas de vida, viven
más tiempo, tienen mejor calidad física y, por supuesto, se enferman menos y se
recuperan más rápido, pues sus defensas son fuertes”,
explica Martínez.
¿Ser
más felices nos ayuda a sanar?
Martínez explica que una terapia de felicidad o bienestar
definitivamente previene enfermedades y, además, ayuda a tratarlas cuando ya
están presentes. En este sentido, existen tratamientos que abarcan desde el
enfoque de la sicología positiva a herramientas que ayudan a las personas a sobrellevar
sus males. Entre los aspectos más importantes se cuentan sugerencias sobre cómo
cultivar la gratitud, aprender a perdonar o tener un optimismo realista acerca
de la vida, en la medida que nos hacemos cargo de nuestra realidad y cultivamos
la esperanza de que las cosas serán mejores mañana. Junto a ellas se cuenta el
sentido del humor y aprender a reír de verdad.
Saber
perdonar y perdonarse
El director del
Instituto de Bienestar hace notar que existen enfermedades sicosomáticas, como
la fibromialgia, las cefaleas tensionales o el colon irritable, que sólo tienen
relación con sentirse feliz o no y que se desencadenan en algo físico. Lo mismo
ocurre en el caso del tratamiento de adicciones, en el que evitar recaídas
depende del apoyo de los cercanos y experimentar felicidad al poder dejar el
pasado atrás.
Incluso en desórdenes
tan graves como el cáncer, una terapia de felicidad puede ayudar a enfrentarlo
de mejor manera, además de mejorar el estado anímico en etapas terminales, e
incluso ayudar en algo tan importante como es asumir un buen morir”, agrega.
“Así como hay gente que trabaja por tener un buen cuerpo, hay otros que
buscan tener una buena mente y ser felices: realizarse completamente,
perdonarse y perdonar, apoyarse en los grupos humanos cercanos, incorporar el
sentido del humor y el servicio a los demás. Así lograremos llevar no sólo un
estilo de vida saludable y alejarnos de las enfermedades, sino también afrontar
felices la vida que nos tocó”, finaliza.
Referencias:
-
Citado en: Macarena Carrasco, “ ¿Puede
la felicidad sanar enfermedades?”, http://www.publimetro.cl/nota/cronica/puede-la-felicidad-sanar-enfermedades/xIQpcu!o8UUF2NBzhgpA/, 20 Marzo 2016.
-
Imagen obtenida de: http://www.clubsaludnatural.com/profiles/blogs/la-felicidad-las-emociones-y-la-salud,
09 Abril 2016.
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