Interesante antecedentes desde un punto de vista teológico de la felicidad, del hoy Papa Benedicto XVI, que en el año 1975, era Joseph Ratzinger:
El ahora Papa considera en primer lugar que la historia de la evolución de las palabras es como un espejo en el que se lee el progreso del pensamiento humano. Y «la palabra felicidad ha ido sustituyendo progresivamente al término clásico de salvación». Pero mientras el término salvación significa salvación del mundo, en el que se incluye la salvación de la persona individual, «el término felicidad reduce el contenido de la salvación a una especie de bienestar individual, a una calidad de vida del hombre visto como un individuo». En esa perspectiva, «el mundo ya no se considera por sí mismo y de forma global, sino de una forma individualista».La teología «debe ayudar a los hombres y a las mujeres de hoy a encontrar posibilidades, las más profundas y verdaderas, para cambiar el mundo». La estrategia debe ser nueva en el sentido de que sea capaz de «ampliar y superar, precisamente, las esferas tanto de la racionalidad tecnológica occidental como la racionalidad revolucionaria del Este». Porque -aquí llega el punto central- «el hombre ya no se conforma ni con un suplemento, una adición cuantitativa de la felicidad, ni con una mera distribución más justa de los bienes presentes. Pide algo total, verdaderamente nuevo y más profundo».
Esas frases las pronunció en el marco de un ciclo de conferencias en Roana (Italia), el 2 de abril de 1975. Eran difícilmente accesibles. Y en estos días han sido editadas en un tomo, junto a otras contribuciones
Referencia:
“Lo que el joven profesor Ratzinger entendía por «felicidad»”, josé graur, 23/03/2012http://www.abc.es/20120323/sociedad/abci-papa-viaje-felicidad-ratzinger-201203221909.html
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