A
continuación la transcripción de antecedentes sobre la Felicidad en los “años
dorados”, basada en la entrevista
realizada a la Psicóloga Nuria Pedrals en los “Años Dorados de Agricultura”.
El ser humano de una u otra forma está programado para
ver el vaso medio vacío. Siempre nos fijamos en los defectos y no en las
virtudes, en los errores pero no en lo que hacemos bien.
¿Podremos darle una vuelta a esta negatividad que nos
corre por las venas?
La psicología positiva plantea que si, que son las
emociones positivas las que florecen en el ser humano, y estas lo hacen
funcionar mejor. Pero para obtener los beneficios de la vida positiva,
hay que dar un gran paso, cambiar la forma en que pensamos y actuamos ante los
demás.
El estilo de vida actual nos lleva a no pensar ni valorar
lo que tenemos, sino en lo que no tenemos. Los sucesos negativos son
comunicados y expandidos de forma viral. La Psicóloga Nuria Predals plantea que
si se puede ser feliz si se decide serlo, pero depende de la vuelta de tuerca
que debemos dar a nuestra forma de ver y vivir.
Esta profesional dice que las emociones positivas mejoran
la salud, nos dan fuerza, energía. Una sonrisa, mejora las capacidades
interpersonales, e incluso se es más creativo, productivo, etc.
¿Pero qué pasa si ya no pudimos cambiar nuestras vidas?
Nunca es tarde para cambiar nuestras vidas, la felicidad
es tener una actitud positiva. Muchos adultos mayores a veces se quedan
entrapados en la amargura, en las quejas, siempre fueron así, por qué cambiar
ahora. Ya dijimos que la positividad mejora la salud. Bajo este punto de vista,
las actitudes negativas nos enferman más. Un punto importante que debemos reflexionar es
sobres las quejas, pues uno de los miedos del adulto mayor es quedarse sólo “y
la queja no convoca, aleja”.
Para los adultos mayores y sus cercanos la salud siempre
es un tema: el doctor, los exámenes, y los medicamentos suelen ser motivo de
amargura. Sin embargo, un buen consejo es no estar todo el día pendiente, la
alegría y optimismo es un remedio para el alma. Disfruten la vida, la comida, caminar, disfrutar
el tiempo. Ahora es cuando se tiene.
Un aspecto positivo en que los adultos mayores deberían
enfocarse es que, en el minuto que están viviendo tienen algo que las nuevas
generaciones no poseen: tienen
tiempo. Muchas veces nos quejamos que no nos visitan, pero
cuando lo hacen, cuantas veces en lugar de disfrutar aquello, no nos dedicamos
a alegar por el tiempo que ha pasado de la última visita.
Cuando se ha vivido por más tiempo, no sólo son años los
que se acumulan, también experiencia y se aprende que los problemas son
transitorios y que no nos deben hundir, esto hay
que traspasarlo a las nuevas generaciones que muchas veces se ahogan en un vaso
de agua.
El adulto mayor es más libre, ya no tiene que ganarle a
nadie, debe ver la felicidad en cosas simples. Si hizo cosas mal, no sentir culpa, ya no se
arregla lo que se hizo y lo que no, pero si se puede pedir perdón, por que el
perdón, conlleva una carga, y cuando se es libre de ella, produce felicidad.
Referencia:
AMANOZ, “La terapia de la
felicidad”, 13 Septiembre 2012, http://www.amanoz.cl/?p=760
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