La felicidad es cosa que todo el mundo persigue. Es la alegría que generalmente acompaña a toda actividad positiva. Sin embargo, al igual que la riqueza, a menudo se entiende de muy variadas formas.
Se da tanto en el placer de descubrir como en la alegría de saber, o
de conocer. Acompaña a menudo a aquellos que son plenamente conscientes de los
colores, los sonidos y la armonía de vivir. Y también es el gozo de los que se
marcan una meta en la vida y la alcanzan con maestría.
La felicidad consiste
en la habilidad para reaccionar receptiva y forzosamente ante lo que la vida
nos ofrece. Se
consigue de ambas maneras, dando y recibiendo, al cosechar y al repartir. Es la
capacidad para disfrutar tanto de la armonía como de la comida, de las ideas como
del pan.
La felicidad se arrima a los que amplían sus horizontes y sus
experiencias. La felicidad reside en los hogares de los que tienen capacidad
para soportar los fracasos sin perder su sensación general de satisfacción.
Pertenece a los que mantienen bajo control a sus circunstancias y a sus
emociones.
La felicidad es
también sentirse libre de las nefastas secuelas del miedo, como la preocupación,
la envidia, la avaricia, los resentimientos, la baja estima personal, los prejuicios
y el odio.
Los que sienten la verdadera felicidad, a menudo son conscientes del
poder tremendamente positivo de la vida y del amor. Pero la felicidad es algo
más que una sensación general; ese también un método, una forma de pensar, que
organiza todos los sentimientos, actividades y modos de vivir. En otras
palabras, es una manera de interpretar el mundo y sus acontecimientos.
La felicidad consiste en valorar y apreciar lo que tenemos. Es la
satisfacción por la labor diaria, incluyendo también las tareas ingratas, de
las que muy pocos nos libramos.
La felicidad es disfrutar de la vida y rodearnos de personas con
sentido común. Es una amplia variedad de experiencias y recuerdos que se
convierten en inapreciables valores a la hora de gastar o de invertir.
La felicidad es una
actividad con un propósito. Es amor en ejercicio. Es también la consciencia de
lo obvio y el temor por lo misterioso.
De todos modos, la mayoría de nosotros pensamos en la felicidad como
algo perdido en el pasado, o como la cima que alcanzaremos en un distante
futuro (seré feliz tan pronto como...). Pocos
son capaces de comprender que la felicidad sólo se puede sentir en el presente.
Y la felicidad, como todas las cosas buenas, es algo esquiva, pero yo afirmo
que alcanzarla no es imposible.
Entonces, ¿cómo se captura al ave fénix de la felicidad? Aunque
parezca mentira, comprendiendo bien y aplicando un concepto que raras veces
asociamos con la felicidad: la disciplina.
Referencia:
Jim Rohn, “Estrategias para Alcanzar Riqueza y
Felicidad”, Capítulo 1 – Las Cinco
Palabras Clave.
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