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sábado, 27 de octubre de 2018

La Felicidad según los filósofos españoles


Felicidad es ese algo que anhelamos y que muchas veces no sabemos qué es, pero seguimos buscándolo.

Resumen:
Una forma de aprender más de la felicidad es conocer la orientación planteada por los filósofos.

Por lo indicado, se presentan antecedentes de filósofos españoles sobre el tema de la felicidad, especialmente en definir qué es la felicidad, así como poder delinear orientaciones para lograrla.

Un enfoque de la felicidad:
Cuando tocamos el tema de la felicidad, se presentan muchas interrogantes: ¿Qué es la felicidad?, ¿Es momentánea o permanente?, ¿Podemos ser felices?, ¿Cómo podemos ser felices?, Etc.

Una forma de enfrentar la felicidad es conocer lo indicado por filósofos, en este caso por el pensamiento de filósofos españoles.

La importancia del pensamiento de los filósofos sobre la felicidad lo podemos cotejar en lo expresado por la filósofa Ada Galán (2):

La filosofía nació en la antigua Grecia como un modo de vida y una opción existencial y, de hecho, se la consideraba el principal arte de vida…

La verdadera filosofía está, pues, plenamente conectada con la vida y permanece atenta a las dimensiones y problemas humanos, ya sean de naturaleza individual como social.  Su práctica nos modifica y transforma, compromete lo que somos.

A continuación se trascribe el artículo de Juan Antonio Monroy: “La felicidad, según cuatro autores“ (1), que entrega lo escrito por autores españoles y que refleja sus visiones sobre el tema de la felicidad, desde definir que es la felicidad, así como poder delinear orientaciones para lograrla.

La felicidad, según cuatro autores (1): 
El poeta Francisco Villaespesa, nacido en Almería en 1877 y desnacido en 1936, escribió estas seis líneas sobre la felicidad imposible: 

“¿La felicidad? ¡Quién sabe lo que es la felicidad!
 ¿Es un sueño que soñamos y no se vuelve a soñar? 
¿Es algo que perseguimos y no encontramos jamás?”

Este artículo lo compongo a base de citas de cuatro conocidos escritores españoles.

ENRIQUE ROJAS, PSIQUIATRA. 
El objetivo de la vida humana es la felicidad.La vida se hace al compás de un curso, pero su flecha intencional apunta hacia el futuro. Para seguir avanzando en ella y evitar que ésta se convierta en algo puramente vegetativo, hace falta un programa… …Cuando el hombre vive sin dirección, sin expectativa, vive vacío… El hombre feliz sabe lo que quiere. Saberlo no quiere decir que lo haya alcanzado… Saber lo que se quiere significa ante todo tener ideas claras sobre uno mismo, tener un programa de vida y poner todos los medios para que éste se haga realidad”. (Una teoría de la felicidad).

JOSÉ MARÍA DELGADO, FISIÓLOGO. 
Platón y Aristóteles hacen una distinción bastante clara entre el placer y la felicidad; esta última, o el “bienestar” y no el placer, es el bien supremo. El placer es fugaz e inestable, la felicidad es precisamente el alcanzar una estabilidad básica. La confusión del placer con la felicidad ha sido la razón de muchas inútiles discusiones éticas… El hombre feliz tiene que ser capaz de la “contemplación” de artes, ciencia, filosofía o cualquier otra actividad. Esta es la función humana más elevada siendo autosuficiente, permitiendo encontrar la felicidad dentro de uno mismo”. (La Felicidad).

JULIÁN MARÍAS, FILÓSOFO. 
El hombre no cesa de buscar la felicidad. Todo lo que hace, lo hace con el propósito más o menos deliberado, al menos con la esperanza de aumentar su felicidad.Es algo que llena nuestra vida, al menos en la forma de la ausencia, de la privación, de la busca, pero la ocupa entera. Es la gran envolvente de todo lo demás. Las cosas que buscamos, que queremos, que nos interesan, por las cuales nos afanamos, todas tienen como un trasfondo que es esa elusiva, esa improbable felicidad”. (La felicidad humana).

FERNANDO SAVATER, FILÓSOFO. 
El placer o la utilidad o aun el bien nada significan en cuanto ideales de vida si no se los refiere a la felicidad, mientras que ésta se obstina en no dejarse agotar por ninguno de ellos, ni siquiera por su conjunto… Felicidad es aquello que brilla donde yo no estoy, o aún no estoy o ya no estoy. Para ser feliz tendría que quitarme yo. Y, sin embargo, es el yo el que quiere ser feliz, aunque no se atreve a proclamarlo a gritos por las calles del mundo”. (El contenido de la felicidad).

Con un poema inicié el artículo y con otro lo concluyo. Este es del poeta peruano José Santos Chocaro, hombre de vida turbulenta. 

Felicidad: Yo te he encontrado más de una vez en mi camino; 
pero al tender hacia ti el ruego de mis dos manos, has huido
dejando en ellas solamente, cual una dádiva, cautivo, 
algún mechón de tus cabellos o algún jirón de tus vestidos”. 

Los dilemas de la felicidad:
Lo planteado por los filósofos españoles considera el gran desafío de poder definir que es la felicidad. Tema que es considerado como un objetivo de vida, y que el hombre no cesa en su búsqueda. Lo que recomiendan es tener claro la diferencia del placer (que compromete esencialmente el plano físico) y la felicidad propiamente tal, que involucra todos los planos en lo que coexiste el ser humano.
Otro desafío relevante es comprender que donde se “materializan” los placeres es en el plano físico. Donde se “sienten” los deseos es en el plano emocional, y donde está nuestro yo (que quiere ser feliz), es en el plano mental.
Es importante internalizar que, para la felicidad suprema se deben armonizar los planos mencionados con el plano espiritual, donde la felicidad es más permanente y donde los énfasis están puestos en la gratitud, el perdón y la bondad, que están muy alejados de nuestro ego y nuestros apegos.

La felicidad es importante en nuestra vida y debemos entender que para ser más feliz es relevante alcanzar la armonía de los diferentes planos de coexistencia del ser humano, lo que debe ser alcanzado en forma particular e individual por cada una de las personas.

Un abrazo,








Referencias:
(1)  Citado en: Juan Antonio Monroy, “La felicidad, según cuatro autores“, http://protestantedigital.com/blogs/44925/La_felicidad_segun_cuatro_autores, 13 junio 2018.
(2)  Citado en: Ada Galán, “¿Qué es la filosofía y para qué sirve?, https://florecejonia.wordpress.com/2011/05/01/¿que-es-la-filosofia-y-para-que-sirve/, 1 mayo 2011.

sábado, 20 de octubre de 2018

Lo primero siempre debe ser primero y esto es la felicidad


El dilema de que es primero: el huevo o la gallina, también se da con la felicidad

Resumen:
Vivimos en una paradoja que indica que hemos tenido avances científicos significativos en nuestra civilización, pero siguen aumentando nuestros problemas de salud e inquietudes existenciales.

Se entregan algunas ideas del porque de lo que no está pasando, proporcionando la fórmula de Anthony de Mello, la que está dirigida a mejorar nuestro nivel de felicidad y que indica: Para ser feliz hay que estar libre de todo apego.

Nuestras prioridades:
Siempre me ha llamado la atención lo expresado por Ralph Waldo Emerson (1803-1882) - Poeta, Escritor y Pensador Estadounidense (1):

“El fin de la raza humana consistirá en que terminará muriendo de civilización”.

Una interpretación de lo expresado por el pensador norteamericano, es que a pesar de todos nuestros grandes adelantos de la ciencias médicas, no se ha logrado controlar y menos de solucionar nuestros problemas básicos de la existencia; cada vez somos “menos humanos”, con más dificultades de salud y problemas existenciales.

Una ciencia que ha llegado para poder ayudarnos en nuestras tribulaciones de la vida, es la ciencia de la felicidad (2).

Esta ciencia nace principalmente de la psicología positiva y parte del anhelo de todas las personas de ser feliz, y como consecuencia que cada día nos damos cuenta que somos menos felices.

Si analizamos nuestra existencia, podemos decir que la felicidad es un tema que siempre ha estado presente, pero que no ha sido un tema común ni que tenga prioridad para todos los mortales. Sólo lo ha tenido para algunos como los filósofos y místicos.

Desde una visión general no podemos negar que nuestra civilización no ha avanzado, porque hay muchas evidencias que demuestran que si ha ocurrido. Lo que no es del todo comprensible es en la dirección que han ocurrido todos los avances.

En palabras de Will Rogers (1879-1935) – Humorista y actor Norteamericano (3):

“No se puede decir que la civilización no avanza. En cada guerra nos matan de una manera diferente”.

Nuestra civilización se ha preocupado principalmente de la “enfermedad” de los seres humanos, y todos los esfuerzos y orientaciones han estado focalizados en poder curarla. 

Podemos decir que las ciencias médicas han tenido un desarrollo sin precedente, pero lo paradigmático es que cada vez hay más enfermos. Un explicación es que éstas ciencias han avanzado, pero esencialmente en aquellos aspectos que compromenten al plano físico (el cuerpo, la materialidad), pero muy poco en los aspectos que involucran los planos emocionales, mentales y para que decir en el plano espiritual.

Tambien, la ciencias y el desarrollo económico han tenido un gran avance, permitiendo que más personas tengan más recursos, pero cada vez hay más personas con problemas existenciales y sin lograr ser más felices.

En el último tiempo se ha empezado ha considerar las otras dimensiones del ser humano, las que son más humanas, más internas y menos visible. En mirar con mayor importancia la parte luminosa de nuestras vidas, y revisar cómo lograr desarrollarlas. En éste ámbito las investigaciones han evidenciado sorpresas, como las siguientes:

-      No se requiere salud para ser feliz, sino que hay que ser feliz para mejorar nuestra salud.
-      No se requiere tener muchos recursos para ser feliz, sino que hay que ser feliz para disponer de más recursos.

Este cambio de orden en que estábamos acostumbrado a ver las cosas, ha dado una gran importancia a la felicidad. Y desde luego se acetúa la pregunta: ¿somos felices?.

Si hacemos una revisión de lo que nos pasa, podemos concluir que no.

Con el objeto de entender más el tema de nuestra evolución,  se entrega a continuación extractos del artículo de Max Mojica: “Ideas sobre una escurridiza felicidad” (3).

Ideas sobre una escurridiza felicidad (4):

No cabe duda que los últimos 500 años han sido muy significativos para la humanidad: la economía ha revolucionado varias veces y con ella, el Homo Sapiens ha podido experimentar un nivel de confort que un Neanderthal no hubiera podido ni siquiera imaginar en sus sueños más exóticos.

Pero, ¿somos felices?

Al hacer un recorrido por la historia nos damos cuenta de un hecho cierto: el hombre ha logrado desarrollar sus capacidades cada vez de forma más notoria; y esas capacidades están siempre orientadas a procurar un mayor nivel de bienestar, salud y confort a la humanidad. Partiendo de ese hecho, podríamos decir que en atención a todos los beneficios sociales y avances tecnológicos que nos rodean, un ser humano promedio debería ser “más feliz hoy”, que en el Siglo XVII o en la Edad Media; pero ¿cómo podemos afirmar que eso es cierto? 

… las personas más ricas, más lindas, más sanas y mejor alimentadas deberían automáticamente ser también las más felices, pero la evidencia de estudios sociológicos y psicológicos muestran que la abundancia de bienes materiales no asegura la felicidad, ni son la clave para superar el vacío existencial de las personas.

Entonces, ¿qué hay de esa afirmación que el dinero, la salud y el alivio de las carencias materiales causa “felicidad”?Pues podemos decir que es una afirmación correcta, pero hasta cierto punto; y es que con base en la “ley de los rendimientos decrecientes” se puede comprobar que entre más se prolongue el disfrute de un bien o una sensación determinados, estos, progresivamente, dejarán de brindarnos el mismo nivel de placer y satisfacción que, inicialmente, brindaban a quien la experimenta.

Por tanto, se debe concluir algo que cotidianamente es confirmado por la experiencia: todo evento, toda sensación, toda emoción —y, por lo tanto, la felicidad asociada a esta— llega a desaparecer, o al menos, minimizarse, cuando ésta se vuelve cotidiana. Parece ser que la evolución nos ha dotado de un “mecanismo regulador de las emociones”, nuestro cerebro no está diseñado para experimentar una euforia constante, al igual que tampoco podemos vivir permanentemente tristes.

Entonces, ¿no será que el hombre se equivoca y en vez de buscar una felicidad momentánea, escurridiza y temporal? ¿No debería preocuparse por buscar estar pleno y satisfecho con lo que ya tiene y con lo que es?

Al ser humano se le hace difícil aceptar esta verdad: Estar satisfechos con nuestra realidad, es el secreto de la verdadera felicidad. 

Ser felices aceptando lo que somos y lo que tenemos es un procedimiento tan sencillo que quizá, por su misma sencillez, es tan escurridizo y tan costoso de poner en práctica.

La fórmula de felicidad de Anthony de Mello (5):

De todos los aspectos señalados, podemos concluir la importancia de mejorar nuestro nivel de felicidad, y Anthony de Mello nos dejó una fórmula para lograrlo:

La fórmula se puede resumir en: Para ser feliz hay que estar libre de todo apego.

Estar libre de todo apego a la vida significa estar feliz de vivir y estar feliz de abandonar la vida.

Hay personas que lo han logrado, de modo que es posible.

El fundamento de la fórmula es: Si no estuvieras ocupado activamente en volverte desdichado, serías feliz. Nacimos felices. Toda la vida está atravesada de felicidad. Pero… nos han enseñaron a trabajar activamente para volvernos desdichados.

Ya sabemos una fórmula (un camino). Ahora es decisión nuestra el tomarla y aplicarla a nuestra vida.

Un abrazo,







Referencias:

(1)  Citado en: Laurence J. Peter & Bill Dana, "La mejor Receta: La Risa", Editorial Atlantida, 1ra.Edición, 1990, Buenos Aires, Argentina, pp36.
(2)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La ciencia de la Felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2018/05/la-ciencia-de-la-felicidad.html, 31 mayo 2018.
(3)  Citado en: Laurence Peter, "La Mejor Receta: La Risa", Editorial Atlantida S.A., Buenos Aíre, Argentina, 1990, pp135.
(4)  Citado en: Max Mojica, “Ideas sobre una escurridiza felicidad”, https://www.elsalvador.com/opinion/editoriales/489398/ideas-sobre-una-escurridiza-felicidad/, 11 junio 2018.
(5)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La fórmula de la Felicidad de Anthony de Mello”, https://prisma101-1.blogspot.com/2017/11/la-formula-de-la-felicidad-de-anthony.html, 21 noviembre 2017.
     (6)  Imagen obtenida de: http://www.desmotivar.com/desmotivaciones/162875_no-busques-un-motivo-para-ser-feliz, consulta 20 octubre 2018.