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sábado, 30 de abril de 2016

Para estar más feliz todos los días y en cada momento

A continuación se reproduce el artículo de www.economiahoy.mx que nos entrega “tips” para mejorar nuestro nivel de felicidad todos los días y en cada momento.
 
Nos dice:
 
Ser felices las 24 horas del día no es una tarea fácil, ya que siempre existe algo que nos atormenta, nos agobia o nos estresa. Por ello, le mostramos una serie de ideas para que se ponga de buen humor y feliz cada día y en cualquier momento.
 
1. Agradezca
Empiece el día agradeciendo cualquier situación de su vida. Es más barato y útil que un libro de autoayuda.
 
2. Beba más agua
La hidratación suaviza el temperamento.
 
3. Dese una ducha y lávese el pelo
Sentirse fresco, limpio y guapo es la mejor arma para mejorar nuestro estado de ánimo.
 
4. Coja su móvil y llame
Si lleva mucho tiempo sin hablar con un amigo o un familiar y no sabe de él o ella, llámelo. Es mejor llamar y hablar que mandar un mensaje, ya que estos son más fríos.
 
5. Deje el pasado atrás
Piense en si mismo comenzando una nueva etapa, limpia y alejada de los problemas anteriores. Así, verá como es su vida realmente, sin cargas emocionales.
 
6. Sepa que es atractivo
No nos referimos a ser guapo o a tener un cuerpo perfecto, sino a la energía que desprende. Si proyecta seguridad en si mismo y energía positiva, atraerá a la gente.
 
7. Vida sana
Existe una conexión directa entre el ejercicio físico, la alimentación y la felicidad. Además, en el caso del ejercicio físico, si lo realiza escuchando su música favorita le dará un extra de energía y subidón que hará desaparecer los problemas del día.
 
8. Abrace a alguien
Tenga presente que dar cariño es igual de reconfortable que recibirlo.
 
9. Diga "no" sin sentirse culpable
Rechazar lo que no nos gusta no es ser egoísta. Si le cuesta decirlo, responda con un "déjeme pensarlo", de este modo, ganará tiempo para decidir si quiere hacerlo o no.
 
10. Dese un respiro
Practique la respiración 4/7. Es decir, cuando se encuentre estresado o tenso respire y mantenga la respiración mientras cuenta hasta cuatro, después suelte el aire contando hasta siete. Repítalo cinco veces, verá cómo se encuentra mejor.
 
11. Ejercite sus sentidos
Mientras camina, come o se ducha, preste atención a lo que hay a su alrededor, lo que puede oír, ver o sentir. Moverse alrededor de sus sentidos es muy gratificante y relajante.
 
12. Cómprese un “capricho”,
De vez en cuando debemos mimarnos y darnos algún regalo en forma de capricho.
 
13. Coma chocolate negro
El chocolate negro ayuda a levantar el ánimo. Además, está delicioso.
 
Referencias:
-      Citado en: EconomiaHoy, “Cómo aumentar el factor felicidad”, http://www.economiahoy.mx/life-style-eAm-mx/noticias/7530177/04/16/Como-aumentar-el-factor-felicidad.html, 29 Abril 2016.

domingo, 24 de abril de 2016

Para no confundir: placer, deseo, Felicidad


A continuación un extracto del artículo del jurista y profesor universitario Enrique Santín, que aclara los términos de placer, deseo y felicidad:

Nos dice:

Placer y Felicidad

El placer es una sensación agradable, fugaz y pasajera, que produce satisfacción: la felicidad, en cambio, es un estado de ánimo por el que una persona se siente satisfecha consigo misma y con el entorno y ambiente que disfruta y le rodea.

La felicidad es, pues, un “estado anímico” y no un “suceso” o “episodio”. Por eso, de una persona puede decirse que “es feliz” cuando su vida se desarrolla conforme a sus deseos y círculo vital. La expresión “ser feliz” no es aplicable al placer, pues éste es un goce más o menos ­transitorio.

“El placer tiene un breve efecto momentáneo, pues se consume en sí mismo”; “la felicidad produce un bienestar más profundo que se instala en lo más íntimo de la persona”, según el teólogo Aurelio Fernández Fernández. El placer se agota o extingue con el goce que produce; la felicidad, en cambio, es una situación que perdura y se mantiene.

“Ser feliz” es atribuir a una persona la conformidad de su vida y actividad con sus deseos y preferencias; “tener placer” es la sensación de goce o agrado que puede experimentar la persona aunque no sea feliz. No debe confundirse, por consiguiente, la felicidad con el deseo.

Deseo y Felicidad

El ansia o deseo de felicidad es común a todo ser humano; pero no todo deseo proporciona la felicidad, ni todas las personas sienten, para ser felices, el mismo deseo, ni éste colma siempre, plenamente, su felicidad. El deseo es un impulso que produce ansiedad e incluso angustia, mientras no se consigue. La felicidad comporta serenidad y equilibrio en quien la tiene y disfruta.

Lo anterior pone de manifiesto que la felicidad es una opción personal y, por lo tanto, difícil de objetivar como pretenden filósofos y teólogos que identifican la felicidad con el bien. Feliz no es el que más tiene, ni tampoco el que menos desea; feliz es, precisamente, el que “tiene lo que desea”.

Que la felicidad sea “el objetivo de la vida” o, como dice Aristóteles, San Agustín y otros autores, “el supremo bien del hombre”, no prejuzga que, invariable y necesariamente, todos los humanos tengan la misma idea del bien o de lo bueno. La sabiduría popular identifica el bien con lo deseable; por eso a una mala conducta la califica de “indeseable”.

Referencias:
-      Citado en: Enrique Santín, “Placer, deseo, felicidad”, http://www.elcorreogallego.es/opinion/ecg/enrique-santin-placer-deseo-felicidad/idEdicion-2016-04-14/idNoticia-991351/, 14 Abril 2016.
-      Imagen obtenida de: http://www.dbien.org/felicidad/mitos-e-ideas-erroneas-sobre-la-felicidad/, 24 Abril 2016.

sábado, 23 de abril de 2016

El beso uno de los secreto de la Felicidad

A continuación un extracto del artículo del sitio www.eldiadevalladolid.com, que nos manifiesta la importancia del beso en las personas.
 
Nos dice:
 
Ya sabíamos que besar es reconfortante y altamente agradable, pero lo que no sabíamos es que realizar este gesto también supone un beneficio para la salud. Para llegar a esta conclusión de manera científica, un grupo de especialistas de los Hospitales Quirón Salud de Valencia y Torrevieja (Alicante) han realizado un estudio en donde confirman que el acto de besar reduce las dolencias, refuerza el sistema inmunitario y ayuda a los seres humanos a perdurar en el tiempo como especie.
 
En un comunicado, el grupo de médicos destacó ayer que el intercambio de saliva estimula el sistema inmunitario, si bien al mismo tiempo también es el origen de afecciones tan comunes como los resfriados, el herpes o las caries.
A este respecto, la psicóloga del hospital Quirón de Valencia, Marina Sangonzalo, detalló, además, que besar libera endorfinas y hormonas asociadas al cariño y a la ternura, como la dopamina y la oxitocina.
 
El beso «es el gesto de cariño más utilizado entre las personas, aunque no es exclusivo de los humanos», resaltó la doctora, dado que en la cadena filogenética puede observarse desde chimpancés a elefantes que se besan, hasta pájaros que rozan sus picos.
 
Asimismo, aseguró que este hábito «es un poderoso mecanismo de adaptación», y que al mismo tiempo que contribuye a la supervivencia de la especie, el roce de los labios con la piel o con los de otra persona «provoca una reacción en cadena».
«Cuando besamos podemos mover hasta 36 músculos y el latido de nuestro corazón puede pasar del reposo hasta la agitación en unos breves instantes», señaló la psicóloga.
 
Por otro lado, Marina Sangonzalo destacó que esta acción «nos vincula con nuestros iguales, nos une a nuestra familia y nos hace sentir íntimamente más próximos a nuestra pareja», ya que han comprobado que la frecuencia de los besos en las relaciones amorosas «es una de las medidas objetivas de distanciamiento».
 
De esta forma, explicó que «los besos apasionados de la etapa del enamoramiento ceden el paso a otro tipo de contacto más familiar en la mejilla o a una clase de caricia cordial más propia de un ritual social que de personas que se aman, una vez que aparecen ciertos conflictos de pareja».
 
Sin embargo, la doctora puntualizó que esta costumbre «no solo mantiene unidas a las parejas, sino que también ayuda a los niños a crecer sanos y confiados».
 
Así, aunque reconoció que durante la adolescencia «puede aparecer cierto rechazo» hacia esta muestra de cariño, recomendó «no dejarse engañar por este gesto: siguen necesitando amor y cariño en dosis adecuadas de besos y abrazos».
 
Referencias:
-          Citado en : AGENCIAS, “El beso, secreto de la felicidad”, http://www.eldiadevalladolid.com/noticia/Z7B325B70-97DE-3B06-CC626DE5369FF85A/20160413/beso/secreto/felicidad, 13 Abril 2016
-          Imagen obtenida de: http://verimagenes.org/amor/hoy-un-beso-para-ti-5431/, 23 Abril 2016.

viernes, 22 de abril de 2016

“Romper cadenas” para ser Feliz

A continuación se reproduce el artículo de Gustavo Adolfo Guacaneme González, que nos comenta de las “cadenas” que debemos romper para ser feliz en nuestro peregrinar en la vida terrenal.
 
Nos dice:
 
Nunca me cansaré de decir que al ser humano no le gusta ser feliz  porque considera que nos es merecedor de ese estado de felicidad y armonía y hace todo lo posible para que así suceda haciendo que su vida se convierta en dolor y sufrimiento. Y es que estos dos lamentables estados han estado unidos a la humanidad desde que está sobre la faz de la tierra y están tan arraigados que si no los tiene, considera que su vida no tiene razón de ser.
 
Cuando un individuo se encuentra en un estado de plenitud y equilibrio en su vida interior  en incluso al interior de su familia no ve la forma de cargarse el sufrimiento de  otros, pareciera que fuera un estado de masoquismo espiritual que hace sea el que contribuye a ese desequilibrio energético del individuo.
 
Lo peor del asunto es que en nuestra sociedad, la felicidad tiene el concepto más equivocado del mundo pues se piensa que este supuesto estado es simplemente tener un buen automóvil, una gran casa, un excelente empleo, unas buenas vacaciones, unos excelentes colegios para los hijos, etc y la verdad es que al interior de estos  núcleos familiares lo que más frecuente vemos es infelicidad, incertidumbre e insatisfacción porque recordemos que el ser humano nunca está contento con lo que tiene sino que quiere más. Y no es que me oponga a que se viva en buenas condiciones económicas o materiales sino que la buena asimilación en la consecución de todos estos logros materiales se haga con algo que se llama  el despertar de la consciencia que nos va permitir conocernos a nosotros  mismos, a nuestro entorno logrando una felicidad interior y permitiendo  disfrutar todas estas adquisiciones.
 
No siempre el tener más es signo de felicidad e incluso en muchas ocasiones termina siendo todo lo contrario haciendo de la vida de las personas un infierno en donde no se quisiera tener nada a cambio de la propia felicidad y que el ideal sería que este sentimiento este asociado a una paz interior haciendo que nuestra existencia tenga un verdadera razón de ser. Actualmente vivimos en un mundo donde nos importa  más como nos perciben los demás que como realmente nos percibimos nosotros mismos como si del qué dirán viviéramos, comiéramos y demás y aunque suena ilógico esa es la realidad, vuelvo y repito pareciera una tarea a lo largo de toda la vida dedicada a ser infelices, que lástima que nuestra verdadera esencia se encuentra tan deteriorada y debilitada en donde hasta la menor observación nos  hace sentir mal y culpables de todo.
 
La felicidad se lleva en nuestro espíritu pero lo más importante se cultiva y se hace crecer compartiéndola  con todo nuestro entorno y a esto no hay que meterle conceptos religiosos, políticos, culturales u otros, lo que realmente si es importante es que debe ser el común denominador de todas nuestras  acciones en esta corta aventura que se llama vida y que tan solo es un instante y en cualquier momento se esfuma. A muchas personas se les proporcionan todos los medios para que sean felices pero así y todo no les gusta  por eso viejo dicho popular que  dice “lo gordo cansa y lo flaco amansa” nunca  dejara de tener vigencia al parecer nuestra naturaleza es así y es como que la lleváramos incrustada en nuestro ADN y eso si no tiene vuelta  atrás. Por eso todo los días en la mañana cuando abra sus ojos al despertar recuerde que la felicidad es lo único que la vida le pide a cambio así que hágala una realidad y disfrútela.
 
Referencias:
-      Citado en: Gustavo Adolfo Guacaneme González, “Ser feliz, el único precio que la vida nos pide a cambio”, http://www.eldiario.com.co/seccion/OPINION/ser-feliz-el-nico-precio-que-la-vida-nos-pide-a-cambio1604.html, 12 Abril 2016.
-      Imagen obtenida de: http://necesitodetodos.org/2012/08/liberarnos-de-las-cadenas/, 22 Abril 2016.

jueves, 21 de abril de 2016

La Felicidad es posible


Se presenta a continuación, en la referencia, el link para ver la entrevista de TVN realizada al sociólogo Eugenio Tironi, que explica aspectos de  su libro "La Felicidad No Es Cosa De Otro Mundo".

Eugenio Tironi nos dice lo que nos hace felices, en los aspectos personales son la diversión, el viajar, el no tener aspiraciones demasiado grandes, creer el algo en el sentido de la religión, sentirnos parte de una comunidad, ser parte de una familia, los vínculos familiares, la amistad, el dar, el regalar, el compartir…

Referencia:

lunes, 18 de abril de 2016

Epicuro y Aristóteles dos Filosofía de la Felicidad

A continuación un extracto del artículo de Esteban Aguilar, que nos advierte de los peligros de la felicidad hedonista y la línea de pensamiento de Aristóteles que menciona que la verdadera felicidad se encuentra en las acciones que nos permiten sentirnos bien y hacer sentir bien a los demás,
Esteban Aguilar nos indica:
La psicología nos da algunas claves para desentrañar esta incoherencia, que se ampara en el hecho de que el ser humano dirige su comportamiento de una manera incontrolada hacia la felicidad mediante la búsqueda continua del placer y la autosatisfacción, constituyendo esto en sí mismo, el objetivo final de cualquier propósito.
Este hecho ya lo argumentaba la filosofía de Epicuro de Samos hace más de dos mil años cuando planteaba, con el hedonismo, que la verdadera felicidad se encuentra detrás del placer continuo como algo que excita los sentidos. Basar la felicidad en la constante búsqueda del placer, sería como afirmar que la verdadera experiencia de vivir o la plenitud, se encuentran a través del sueño.
Fundamentar nuestra felicidad a través de la búsqueda del placer constante no solo constituye un error, sino que resulta tremendamente peligroso puesto que, como ocurre con los sueños cuando dormimos, todo se acabará en el momento de despertar, convirtiendo la vida en el tormento que transcurre desde que nos despertamos hasta que nos volvemos a acostar para seguir soñando.
Para afirmar esto, no hace falta más que observar el comportamiento de las personas (en general); la necesidad de acumular riquezas, honores o fama así como la constante búsqueda de pequeñas dosis de placer para mantener un relativo estado de bienestar. Por suerte para nosotros ya hubo quien ante esta dicotomía autofagocitaria propuso una visión filosófica más amplia que deja alguna esperanza a los que ansiamos la felicidad personal y compartida. Es el caso de Aristóteles, quien completa esta consecución entre placer y felicidad añadiendo una parte esencial para que este sentimiento de bienestar se mantenga.
El secreto, según Aristóteles, reside a mitad de camino entre nuestra parte animal (placeres materiales y físicos) y una parte mental (la razón, la moral o la autorrealización), en ese punto se encuentra lo que llamaba la práctica de las virtudes, que necesariamente incluye el componente social para existir. En una traducción contemporánea de esta idea podríamos afirmar que, según Aristóteles, la verdadera felicidad se encuentra en las acciones que nos permiten sentirnos bien y hacer sentir bien a los demás, un concepto que, aún utilizándolo en muchas ocasiones cotidianas, parece olvidado.
Para explicar esto pondremos un ejemplo. Si la felicidad o el bienestar se encontrara detrás del placer de disfrutar de un buen vino, el día que nos reunimos con nuestro amigos para tomar unas copas lo importante sería la copa, o lo que bebemos, y la parte más prescindible sería la compañía y el bienestar que nos aporta estar con ellos. En cambio, el verdadero bienestar reside en el buen rato que hemos pasado junto a los demás y el agradable recuerdo que compartimos incluso muchos días después, olvidándonos pronto del placer efímero de tomarnos la copa de vino. De esta manera, conseguimos perpetuar en el tiempo una sensación de bienestar que nos ayuda a encontrarnos mejor, acercándonos de una manera más certera a un concepto mucho más real de felicidad.
Quizás el día en el que busquemos la eudaimonía (palabra griega traducida comúnmente como “felicidad”) a través del bienestar común y reaccionemos ante un despido injusto de la misma manera que increpamos a un árbitro por sacarle una tarjeta roja a nuestro futbolista favorito, la felicidad constituya un derecho fundamental de todas las personas, en vez del privilegio de unos pocos afortunados.
Referencias:
-      Citado en: Esteban Aguilar, “Aristóteles y el secreto de la felicidad”, http://www.granadahoy.com/article/opinion/2259587/aristoteles/y/secreto/la/felicidad.html, 10 Abril 2016.
-     Imagen obtenida de: http://blogfilosofiadorsmarquez.blogspot.cl/2014/03/la-cosmologia-cosmologia-del-griego.HTML

sábado, 16 de abril de 2016

La gratitud clave para la Felicidad

A continuación extracto del artículo de Marijose César, que indica que decir “gracias” tiene efectos positivos en nuestra salud, en el bienestar de otras personas y nos hace más felices.
 
Nos dice:
 
Cuando una persona disfruta, valora y se siente agradecido (no merecedor por sus dones propios) de cada cosa que recibe o cada persona que está en su vida, vive desde un plano de compasión y de abundancia. Cuando uno ve constantemente las bendiciones y las agradece, comienza a ver más de las mismas. Cuando uno sólo ve juicio, compara y sólo piensa y repite cómo una constante “no me dan lo que merezco”… comienza a ver más de lo mismo y se va encerrando en ese plano de juicio, poca compasión, egoísmo y soberbia. Y de ahí, nada bueno puede salir. La realidad es que nadie tiene la obligación da darnos y hacer cosas por nosotros, ya que somos adultos y los únicos responsables de nuestra vida y nuestra felicidad.
 
¿Quieres generar un cambio profundo en tu vida?
Comienza por agradecer.
 
Ser agradecido es una bendición y una virtud que se cultiva diariamente
 
Cuando te sientes contento por las cosas que están sucediendo, experimentas gratitud. La gratitud siempre se siente por algo, la sentimos hacia otros; nuestros seres queridos, personas desconocidas o hacia Dios.
Willbard Ruch afirma que la gratitud tiene un impacto positivo en la persona y en su felicidad, ya que es la que más se asocia como fundamento de la plenitud de vida. Es cierto que nos sentimos más felices cuándo pensamos en las maravillas que tenemos que en lo que no tenemos (las carencias) y también es cierto que al serlo, generas un incremento en tu felicidad.
 
¿Por qué y por quiénes en tu vida, estás agradecido?
 
Permite recordar las personas y las cosas que tienes en tu vida. Esto te ayuda a reconocer la belleza de las cosas y a apreciar las cosas pequeñas de la vida que en ocasiones damos por hecho. Dale las GRACIAS a Dios, a tus padres, tus seres queridos, todas las personas que te han nutrido y dado en tu vida. Nunca des por hecho lo que tienes, porque has recibido bastante y mucho más que otros.
 
Escribir sobre las cosas y personas, por los cuales nos sentimos agradecidos nos relaja, nos hace sentir bendecidos y nos permite ver desde otra perspectiva nuestras situaciones. Dar las gracias nos nutre a nosotros y a quien las recibe.
 
Dedica un momento y piensa en tantas cosas. Desde tu corazón siente ese agradecimiento y dilo en voz alta:
 
Hoy me siento agradecido por  (cosas, situaciones, experiencias, personas…)
 
Hoy me siento agradecido por
“Hoy agradezco todo lo que soy y lo que tengo. Las oportunidades maravillosas que tengo de dar y de recibir. Soy una persona agradecida y consciente de lo que existe en mí. Hoy me renuevo, escucho mi corazón y soy agradecido con Dios y con la vida. Agradezco la oportunidad de darme a otros y las maravillas que he recibido a lo largo de mi vida. Vibro y vivo desde el agradecimiento.”
 
Apreciar la vida y reconocer las maravillas que tenemos nos hace más amables con nosotros mismos y con los demás. Nos genera pertenencia y confianza con las personas con las que tratamos. Solo cuando seamos plenamente agradecidos por lo que tenemos, podremos atraer y valorar los dones más maravillosos. Ojalá dejemos de esperar, soltemos todo rencor y enojo, y valoremos y agradezcamos todo lo que nuestros seres queridos, familia, oportunidades, Dios y la vida misma, nos han permitido recibir y disfrutar.
 
Referencias:
-      Citado en: Marijose César, “La gratitud, el mayor predictor de felicidad”, http://www.vanguardia.com.mx/articulo/la-gratitud-el-mayor-predictor-de-felicidad,  08 Abril 2016.

viernes, 15 de abril de 2016

El perdón como camino a la Felicidad

A continuación un extracto del artículo de María Jesús Álava Reyes, autora del libro “Las tres claves de la felicidad”, que nos comenta la importancia del perdón y su estrecha relación en la conquista de la felicidad.
 
Nos dice:
 
La mayoría de las personas no son conscientes de que su vida y su felicidad, dependen, en gran media, de la capacidad que tengan para perdonarse, para quererse y para coger las riendas de su vida.
 
¿Por qué es tan importante aprender a perdonarnos?
 
El perdón a nosotros mismos nos proporcionará el equilibrio que tanto necesitamos, y el perdón a los demás nos liberará de la tensión y del desgaste que provoca el resentimiento.
 
Aprender a perdonarnos es aprender a vivir. La vida sin perdón es el fracaso del ser humano.
 
¿Cuándo debemos perdonarnos?
 
Debemos perdonarnos cuando nos hemos equivocado porque somos humanos, cuando hemos cometido errores que nos habría gustado evitar, y cuando nos arrepentimos, sinceramente, por el dolor que hayamos podido causar.
 
¿Debemos perdonarnos siempre, o solo si nos perdonan los demás?
 
El perdón auténtico es interno, personal e intransferible. Si nos sentimos culpables de determinados hechos, por mucho que nos perdonen los demás, hasta que no nos perdonemos nosotros mismos su perdón no nos servirá.
 
¿Cuáles son los perdones más difíciles?
 
Sin duda, nos resulta mucho más difícil perdonarnos cuando hemos fallado a nuestros seres más queridos: padres, pareja, hijos...
 
También nos cuesta perdonarnos cuando nos sentimos inseguros y no hemos cubierto las expectativas de los demás, o cuando nos hemos dejado engañar y hemos perdido nuestra dignidad.
 
¿Cuáles son las tres claves que nos ayudarán a encontrar la felicidad?
 
La primera es "perdonarnos el pasado".
Muchos adultos viven aún condicionados por situaciones que experimentaron hace muchos años. En numerosos casos no son conscientes de ello, pero el origen de su debilidad puede remontarse a hechos lejanos en el tiempo, pero presentes en sus emociones.
 
Hoy nos cuesta mucho perdonarnos porque, en algún momento de nuestro desarrollo, no nos enseñaron que detrás de un error casi siempre hay una posibilidad de rectificación, que la equivocación puede ayudarnos a ver el aprendizaje que estaba oculto, y que es la confianza la que genera seguridad, mientras que el miedo nos arrastra a la debilidad y al fracaso.
 
La segunda clave es asumir nuestro presente.
No sentirnos culpables por la conflictividad de las personas más cercanas, incluidos nuestros hijos.
 
Muchas personas se sienten responsables de lo que ocurre a su alrededor, y muchos padres sufren y se sienten muy culpables; culpables de lo que hacen sus hijos o de lo que omiten; culpables de la agresividad con que se comportan o de la falta de control que manifiestan; culpables cuando fracasan en los estudios o ante la carencia de esfuerzo y motivación que muestran.
 
Es posible que algunas personas piensen que los hijos son el fiel reflejo de sus padres, pero esta creencia, por muy extendida que esté, no es exacta, ni se corresponde siempre con la realidad.
 
Los padres influyen en sus hijos, pero no son enteramente responsables de cómo evolucionen.
 
Y los padres que se sienten al límite y quieren ayudar a sus hijos, previamente, deberán perdonarse por todo aquello por lo que injustamente se sienten culpables.
 
La tercera clave es "ser nuestros mejores amigos, querernos bien y perdonarnos mejor".
Recordemos que las únicas personas que estaremos siempre a nuestro lado -en el sentido literal de la palabra-, somos nosotros mismos. Por ello, resulta crucial que nos queramos bien.
 
Desde la psicología, sabemos que podemos aprender a querernos bien, y si lo hacemos, estaremos más cerca de alcanzar la felicidad que anhelamos.
 
La fórmula para ser nuestros mejores amigos es perdonarnos por nuestros fallos y querernos por nuestros esfuerzos.
 
Referencias:
-      Citado en: María Jesús Álava Reyes, “Las tres claves de la felicidad”, http://www.elmundo.es/opinion/2014/03/20/5329806222601d335f8b4574.html, 20 Marzo 2014.
-      Imagen obtenida de: https://www.youtube.com/watch?v=e88yoAQB0SU, 15 Abril 2016.

miércoles, 13 de abril de 2016

La Felicidad es una responsabilidad personal

A continuación extracto del artículo de http://alternativo.mx, que entrega antecedentes sobre la felicidad aportados por psicóloga Herlinda Carrillo Alquiara, especialista de la Unidad de Salud Mental Clínica del Hospital Juárez de México.
 
Se indica:
 
La felicidad es una responsabilidad personal y se logra cuando la persona halla su propósito y disfruta el aquí y el ahora”, señaló la especialista, y que ese estado “consiste en estar en el lugar preciso, en el momento exacto y haciendo lo que yo quiero”.
 
“También se logra conociéndonos a nosotros mismos, ya que aprendemos a poner límites y a decir no ante situaciones que nos hacen sentir menos felices”.
 
Planteó que no puede decir que los países desarrollados sean más felices, porque la búsqueda y el logro de la felicidad va más ligada al conocimiento de uno mismo que a cualquier otro factor externo.
 
Carrillo Alquiara recomendó un ejercicio para tomar conciencia de lo que genera felicidad o molestia en la vida cotidiana para poder cambiarlo.
 
Este ejercicio consiste en realizar una lista de las actividades que la persona lleva a cabo todos los días, como cocinar y lidiar con algún maestro o compañero de trabajo, y después ver el costo-beneficio de cada una de ellas.
 
También aconsejó el aislamiento, es decir dejar el teléfono celular a un lado cuando se dialoga con otra persona y tomar el tiempo de convivencia en actividades lúdicas con la familia, amigos y la pareja, porque la proximidad y el contacto físico entre quienes se aman liberan sustancias químicas en el cerebro que provocan felicidad y plenitud.
 
Referencias:
-      Citado en: Beatriz Campos Balderas, “La felicidad, una responsabilidad personal”, http://alternativo.mx/2016/03/la-felicidad-una-responsabilidad-personal/, 25 Marzo 2016.
-      Imagen obtenida de: https://www.youtube.com/watch?v=9ttw5Bdd31s, 14 Abril 2016.

Ser Feliz requiere de entrenamiento

A continuación un extracto del articulo publicado en www.lmneuquen.com, en la que se entregan importante aspectos aportados por la psicóloga Mila Cahue, autora del libro El cerebro feliz, que explica que, contrariamente a lo que se cree, el ser positivo o negativo no se trata de características innatas, sino de un largo camino de aprendizaje.
 
Se indica:
 
Cahue explica que "la felicidad es una combinación perfecta entre emoción y razón".
 
"Somos emocionales. La razón es tan sólo el copiloto de la emoción", asegura y agrega: "Desde muy niños nos enseñan y aprendemos, no solamente a caminar, a comer o a ducharnos, sino también a interpretar a las personas, a los acontecimientos y al mundo. Digamos que son estilos de pensamiento. A pensar, sin duda, se aprende, igual que a ser feliz".
 
Es por esto que, así como una persona se entrena durante mucho tiempo para una competencia, lo mismo debe hacer para poner la mente a punto. La meta en este caso será conseguir la felicidad.
 
"No podemos esperar vivir una vida feliz sin un entrenamiento previo de habilidades", resalta, y aclara que ser feliz no significa no atravesar emociones como la tristeza, sino aprender a diferenciar cuándo se trata de una emoción genuina, ocasionada por un duelo por ejemplo, y cuándo del resultado de pensamientos negativos.
 
"La felicidad es muy probable que no sea fácil, ni barata, ni consiste en ir sonriendo a todo, ni tampoco decir que está todo bien. El cerebro tiene que resolver y tirar para adelante, y para eso a veces hay que enfadarse, otras entristecerse y otras entrar en pánico para comprender lo que no sabemos hacer. Sí, la felicidad necesita que sepamos gestionar todas esas emociones, y no vale la postura fácil de 'no hay nada que hacer para ser feliz'. Pues sí, hay que hacer, pero sin duda, cuando uno sabe cómo, merece la pena", resume.
 
¿Cómo entrenarse entonces?
Hay algunas pautas generales que seguir, y por supuesto entender que no se trata de algo mágico, sino que, como todo, lleva esfuerzo y compromiso.
 
"Lo primero que hay que lograr es no dejarse invadir por pensamientos molestos. Si hay algo que resolver, es mejor poner manos a la obra; si son pensamientos vacíos, hay que pararlos inmediatamente y enfocar la atención en otra cosa", explica.
 
Otra premisa es enfocarse en los resultados positivos, independientemente de cómo haya sido el proceso para llegar hasta eso: "Si el cerebro ve la meta en negativo, se da la vuelta o se planta. Dependerá del correcto enfoque", advierte.
 
Referencias
-      Citado en: “Ser feliz requiere de entrenamiento”, http://www.lmneuquen.com/ser-feliz-requiere-entrenamiento-n507755,  24 Marzo 2016.
-      Imagen obtenida de: http://imagenesdemotivacion.info/mejores-frases-de-motivacion-deportiva/, 13 Abril 2016.