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viernes, 28 de octubre de 2022

La Felicidad según el psiquiatra Enrique Rojas

 


“La felicidad está en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad”. Enrique Rojas

Resumen:

Una línea de definición de la felicidad es considerar que la felicidad no depende de la realidad sino de cómo interpretamos la vida.

Se entregan antecedentes del psiquiatra Enrique Rojas, que nos indica que:

-      La felicidad está en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad, sino de cómo interpretas la vida.

-      La felicidad depende de la capacidad para interpretar de forma positiva la realidad personal, depende de enfatizar lo positivo y minimizar lo negativo.

A su vez, manifiesta que:

El argumento esencial de la vida, para la felicidad, es el amor. Y que el amor es un trabajo, es artesanía, dedicación.

La felicidad es una interpretación de la vida

La definición de felicidad no es sencilla, porque tiene variadas dimensiones y diferentes maneras de plantearla.

Una línea es considerar que la felicidad no depende de la realidad, sino de cómo interpretamos la vida.

En “La Felicidad no es lo que nos pasa sino cómo los interpretamos” (1), se ha citado:

La felicidad también es una forma de interpretar el mundo, ya que, si bien puede ser difícil cambiar el mundo, siempre es posible cambiar la forma en la que lo vemos”. Matthieu Ricard.

La felicidad no es lo que te pasa, sino cómo interpretas lo que te pasa”. Mariam Rojas Estapé.

Y en “Los hábitos que nos ayudan a ser más Felices” (2), se ha presentado dos hábitos que tienen que ver con la interpretación de la vida y que nos ayudan a mejorar nuestro nivel de felicidad:

1.   La atención. En qué nos enfocamos.

Dirigir nuestra atención es crucial para aumentar nuestra felicidad.

2.   La interpretación. Cómo entendemos las cosas en las que nos enfocamos.

Las personas felices tienen claramente un sesgo positivo en sus hábitos de percibir e interpretar el mundo.

A continuación, extractos del artículo de Ana Abelenda: “La felicidad está en tu cabeza, no depende de la realidad” (3), que proporciona antecedentes entregados en una entrevista por el psiquiatra Enrique Rojas, que profundizan sobre la interpretación que se le da a la vida y que conecta con nuestro nivel de felicidad.

La felicidad está en tu cabeza, no depende de la realidad (3)

Con una anécdota de una parada imprevista en una gasolinera, la fortaleza de su matrimonio y su sentido del humor, Enrique Rojas (Granada, 1949), psiquiatra hijo de psiquiatra y padre de psiquiatra (de Marián Rojas Estapé), «médico del alma», explica sin ambigüedades ni fórmulas complejas de qué va la felicidad, cómo superar una depresión o afrontar la vida en pareja…

—Su fórmula de la felicidad es ya un clásico: buena salud y mala memoria. Pero a menudo se nos olvida...

La fórmula mía de tener buena salud y mala memoria significa que la capacidad para olvidar y para perdonar, para perdonarte a ti mismo y a los que te han ofendido, es salud mental.

—Vemos felicidades por todas partes, pero cómo se encuentra la real, la que no necesita filtros. ¿Es genética o depende de las circunstancias?

Hay dos tipos de felicidad. La felicidad absoluta, que no existe, que se da en el otro barrio cuando te mueres, y la relativa, que es la real. La felicidad relativa consiste en lo siguiente: que haya buena relación entre lo que yo siento, lo que yo pienso y lo que yo hago.

—La memoria escoge lo bueno, edulcora. ¿Fuimos más felices en la infancia o solo somos capaces de ver lo felices que fuimos a toro pasado?

Hay una relación entre la felicidad y la temporalidad. La felicidad en relación con el pasado es sufrimiento superado. En relación con el presente, es carpe diem, saber disfrutar de la vida cotidiana, con lo que uno hace, y en relación con el futuro, la felicidad consiste en ilusión. El hombre viejo es aquel que mira más hacia el pasado que hacia el futuro. El joven, el que tiene siempre ilusiones por cumplir, aunque tenga 80 años. La juventud va por dentro.

—¿Cómo se entrena la felicidad?

La felicidad está en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad. Te voy a contar una anécdota. Volvía yo de Ávila con mi mujer de visitar a una de mis hijas. Íbamos con un par de nietos y paré en una gasolinera, la más cutre de la zona, pero uno de mis nietos quería ir al baño y otro tenía carraspera... Cuando entro a preguntar por el baño, me dice la chica que estaba atendiendo la gasolinera: «¡Mire usted qué suerte tiene, que acabo de arreglar el baño!». Le digo que quiero unos caramelos porque mi nieto tiene carraspera de garganta y me dice: «Mire, la mejor miel de la zona la hace mi abuela, se la traigo ahora. Y además me dice: «¿Quiere llevarse un saco de naranjas, que son de aquí y son buenísimas?». Y yo, que no sé decir que no, salgo con las naranjas, con los caramelos, con la miel, con unos bollos... Asombrado con la chica. Vuelvo al coche con todo y le pregunto a la chica: «¿Usted es feliz?». Y responde: «¿Cómo no voy a ser feliz si lo tengo todo?». La felicidad no depende de la realidad, sino de cómo interpretas la vida. La chica también me preguntó a qué me dedicaba yo y le dije: «Soy médico, médico de la cabeza». «¿De toda la cabeza?». «No, de la frente para dentro. Soy psiquiatra». «El de los nervios...». La felicidad depende de la capacidad para interpretar de forma positiva la realidad personal, depende de enfatizar lo positivo y minimizar lo negativo.

—¿Todas las cabezas tienen arreglo?

—Pues sí. La psicología y la psiquiatría han cambiado el mundo. Me quedo asombrado con lo que es hoy la psicoterapia, el arte de ver el lado bueno de las cosas. La derrota es el gran aprendizaje, la derrota te enseña lo que el éxito oculta.

—Igual tiene todo, salvo lo esencial...

—Claro. El argumento esencial de la vida, para la felicidad, es el amor. Decían los clásicos, los escolásticos, que el amor es el primer movimiento de la voluntad hacia el bien. El amor es un trabajo, es artesanía, dedicación. No es un señor que está a tu lado y te dice: «Te amo, te adoro, eres maravillosa». La convivencia conyugal, ese es el gran examen.

—El amor que nos alucina, que nos venden, no tiene que ver con eso...

El amor es entrega y magia, códigos secretos. Su meta es hacer feliz al otro, preguntarse: «¿Qué puedo hacer por hacer feliz a mi mujer?». El amor es sentirse feliz haciendo feliz al otro. Y esto lo saben las madres... Uno ama como ha sido amado.

La felicidad según Enrique Rojas.

El psiquiatra Enrique Rojas nos indica que:

-      Hay dos tipos de felicidad. La felicidad absoluta, que no existe, que se da en el otro barrio cuando te mueres, y la relativa, que es la real. La felicidad relativa consiste en lo siguiente: que haya buena relación entre lo que yo siento, lo que yo pienso y lo que yo hago.

-      La felicidad está en tu cabeza, en tu mente, no depende de la realidad, sino de cómo interpretas la vida.

-      La felicidad depende de la capacidad para interpretar de forma positiva la realidad personal, depende de enfatizar lo positivo y minimizar lo negativo.

A su vez, manifiesta que:

El argumento esencial de la vida, para la felicidad, es el amor. Y que el amor es un trabajo, es artesanía, dedicación.

Un abrazo,

 






Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La Felicidad no es lo que nos pasa sino como los interpretamos”, https://prisma101-1.blogspot.com/2022/09/la-felicidad-no-es-lo-que-nos-pasa-sino.html, 20 septiembre 2022.

(2)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Los hábitos que nos ayudan a ser más Felices”, https://prisma101-1.blogspot.com/2022/10/los-habitos-que-nos-ayudan-ser-mas.html, 23 octubre 2022.

(3)  Citado en: Ana Abelenda, “Enrique Rojas, catedrático de Psiquiatría: «La felicidad está en tu cabeza, no depende de la realidad», https://www.lavozdegalicia.es/noticia/yes/2022/05/14/felicidad-tu-cabeza-depende-realidad/0003_202205SY14P10991.htm, 19 mayo 2022.

(4)  Imagen obtenida de: https://www.facebook.com/emocionsanaorg/photos/a.103127184836488/154313289717877/?type=3, consultado 28 octubre 2022.


domingo, 23 de octubre de 2022

Los hábitos que nos ayudan a ser más Felices

 


Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras.

Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.

Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos.

Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.

Mahatma Gandhi

Resumen:

Una definición de felicidad realizada para el Modelo Integrado de la Felicidad (MIFE) es:

La felicidad es cuando en la vida aflora el presente y están en armonía nuestras creencias, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestro accionar.

Se entrega lo planteado por Pelin Kesebir que indica que con dedicación de tiempo y esfuerzo podemos cambiar los hábitos de nuestra mente y ser más felices.

Recomienda los dos siguientes hábitos:

1.   Nuestra atención: en qué nos enfocamos.

Dirigir nuestra atención es crucial para aumentar nuestra felicidad.

2.   Nuestra interpretación: cómo entendemos las cosas en las que nos enfocamos.

Las personas felices tienen claramente un sesgo positivo en sus hábitos de percibir e interpretar el mundo.

Nuestra felicidad es integral

A veces consideramos que cuando disfrutamos de los placeres somos felices. Si, pero los placeres son sólo parte de la felicidad y no es la felicidad.

A veces decimos que cuando somos dichosos (nos reímos) somos felices. Sí, pero la dicha es parte de la felicidad y no es la felicidad.

A veces pensamos que cuando nos regocijamos (disfrutamos del humor, entretenimiento, fluimos) somos felices. Si, pero el regocijo es parte de la felicidad y no es la felicidad.

A veces creemos que cuando estamos gozosos (paz y amor) somos felices. Si, pero el gozo es parte de la felicidad y no es la felicidad.

Por eso, una definición realizada para el Modelo Integrado de la Felicidad (MIFE) es:

La felicidad es cuando en la vida aflora el presente y están en armonía nuestras creencias, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestro accionar. (1)

Se comparte a continuación extractos del artículo de Pelin Kesebir: “La fuente definitiva de la felicidad: Nuestra mente Fuente” (2), que hace énfasis del plano mental en la felicidad. 

La fuente definitiva de la felicidad: Nuestra mente (2)

Nuestra atención e interpretación son los factores fundamentales que deciden nuestra felicidad

Imagine a una persona que lo tiene “todo”: una familia amorosa, buenos amigos, salud, riqueza, poder o incluso fama. Sin embargo, a esta persona le falta una cosa: paz interior. Su mente está constantemente ocupada por emociones negativas como la ira, la ansiedad y la tristeza; no se quiere a sí misma ni confía en los demás, y tiene una visión sombría de todo. ¿Hay manera de que podamos llamar feliz a esta persona?

Este pequeño experimento mental revela el papel central que juega nuestra mente en nuestra felicidad. No importa cuán perfecto pueda parecer todo desde el exterior, la fuente de la felicidad está dentro de nuestras mentes. De hecho, décadas de investigación psicológica muestran que nuestra felicidad está determinada principalmente por la forma en que funciona nuestra mente. La excepción son aquellos que viven una vida dura, en la que luchan por satisfacer sus necesidades más básicas. Para la mayoría de nosotros, nuestra felicidad está determinada, en su mayor parte, por nuestros hábitos de pensar, sentir y percibir el mundo.

Podemos pensar en nuestra mente como una fábrica: toma lo que sucede en el mundo exterior como materia prima, lo procesa y lo convierte en diversas emociones y pensamientos. Esto significa que las mismas materias primas exactas (por ejemplo, un ascenso en el trabajo o una ruptura con la pareja) pueden ser procesadas de manera diferente por diferentes mentes. No siempre somos conscientes de los procesos de producción idiosincrásicos de nuestra fábrica y la posibilidad de convertir el mismo material en diferentes productos.

Algunos de nosotros tenemos “ajustes de fábrica” que son bastante propicios para la producción de felicidad; otros tienen ambientes predispuestos a producir infelicidad. Estos escenarios son un legado de nuestros genes y experiencias de vida. La buena noticia es que es posible reajustarlos. Con tiempo y esfuerzo dedicados, podemos cambiar los hábitos de nuestra mente y ser más felices.

Reajustando nuestra configuración

Si queremos cultivar una mente que produzca más felicidad a partir de las materias primas de la vida, primero debemos trabajar en dos hábitos de nuestra mente:

1. Nuestra atención: en qué nos enfocamos.

2. Nuestra interpretación: cómo entendemos las cosas en las que nos enfocamos.

Ahora, examinemos por qué estos dos “ajustes” son tan importantes para nuestra felicidad y cómo podemos ajustarlos para nuestro beneficio.

Felicidad y atención

Imagine que se encuentra moviéndose lentamente por una habitación a oscuras, con una linterna en la mano. Podría haber innumerables objetos en esta habitación: bonitos o feos, divertidos o aterradores, ordinarios o inusuales. A medida que se mueve por esta habitación, sus pensamientos y sentimientos estarán determinados por el lugar al que dirige la linterna y lo que es visible para usted, no por la realidad objetiva completa de la habitación. Si su linterna no ilumina la fuente de chocolate, pero ilumina el esqueleto, tendrá una reacción emocional muy diferente que viceversa.

A medida que avanzamos por la vida, nuestra atención cumple la misma función que la linterna: lo que ilumina fluye hacia nuestra mente y se convierte en nuestra realidad; para lo que no alcanza a iluminar, estamos ciegos. Por lo tanto, hacia dónde dirigimos nuestra atención tiene una relación directa con nuestra felicidad.

Esta idea está respaldada por estudios que vinculan las diferencias individuales de atención, con la felicidad. Las personas felices se sienten más naturalmente atraídas por los estímulos positivos y las menos felices por los negativos.

Cuanto más nos centremos en las cosas buenas de nuestra vida, más felicidad obtendremos de la vida. Incluso podemos convertir esto en un juego: cada vez que salgamos de casa, podríamos comprometernos a no regresar antes de percibir tres cosas agradables. Cada vez que hablamos con alguien, podríamos tratar de identificar al menos una buena cualidad que tenga esa persona y que podemos apreciar. Cuando nos acostamos todas las noches, podemos tomar un momento para pensar en algo bueno y útil que hayamos hecho durante el día.

Observar hacia dónde dirigimos habitualmente la linterna de nuestra atención es crucial para aumentar nuestra felicidad. Por ejemplo, ¿qué tipo de libros leemos, qué tipo de videos miramos, qué tipo de cuentas de redes sociales seguimos? Estas preguntas son importantes porque nuestras respuestas constituyen el alimento que consume nuestra mente. Lo que la desnutrición es para nuestra salud física, la desnutrición de la mente es para nuestra salud mental. Si nuestra dieta atencional contiene muchas cosas que dejan una mala sensación en nuestra alma y mente o generan pensamientos negativos sobre nosotros mismos, los demás y el mundo, entonces deberíamos reconsiderar dónde elegimos dirigir nuestra atención.

Felicidad e interpretación

Si la atención se trata de lo que miramos, la interpretación se trata de cómo entendemos las cosas que hacemos. ¿Cuál es nuestra visión general de la vida? ¿Qué significados le damos a las cosas buenas o malas que nos suceden? ¿Cómo explicamos los comportamientos de otras personas?

Sin embargo, prácticamente cualquier cosa en la vida puede abordarse de manera que nos haga sentir mejor o peor. Una de las principales diferencias entre las personas felices y las infelices es que las personas felices perciben, interpretan y piensan sobre los mismos eventos de manera más positiva que las personas infelices.

Las personas felices tienen claramente un sesgo positivo en sus hábitos de percibir e interpretar el mundo. Como si la vieran a través de lentes color de rosa, la vida en sus diversos aspectos se les aparece de una manera más placentera y deseable. Curiosamente, una forma de predecir la felicidad de una persona es darle una lista de cosas aleatorias (por ejemplo, bicicletas, papel tamaño carta, límites de velocidad en el tráfico, Japón) y preguntarle cuánto le gusta cada una. Las personas que expresan un mayor gusto por estos aspectos mundanos de la vida también informan ser más felices. Las personas que se ven a sí mismas de manera positiva tienen más confianza en sí mismas, las personas que ven a los demás de manera positiva tienen mejores relaciones y las personas que ven el futuro de manera más positiva son más persistentes y resistentes. La positividad activa ciclos virtuosos y deseables profecías autocumplidas.

Si queremos entrenar nuestra mente para ser más positivos, debemos desarrollar el hábito de hacernos algunas preguntas que normalmente no hacemos. Por ejemplo, ante situaciones que nos molestan, podemos preguntarnos: “¿Hay alguna manera de abordar esta situación de una manera más positiva y constructiva?”. o “¿Cómo vería esta situación una persona más optimista?”

Transformando nuestras mentes

Quizás más que cualquier otra cosa, los hábitos de nuestra mente determinan nuestra felicidad o infelicidad en la vida. Si constantemente encendemos la linterna de nuestra mente en las peores partes de nuestra vida, descuidando las partes buenas, o si insistimos en interpretar todo lo que nos sucede de una manera que nos desanima, simplemente no podemos ser felices.

Afortunadamente, es posible cambiar los hábitos de nuestra mente, aunque en principio no sea tan fácil. El esfuerzo que ponemos en esto bien vale la pena, porque la felicidad puede no ser fácil de encontrar dentro de nosotros mismos, pero es imposible encontrarla en algún otro lado.

Cambio de hábitos de nuestra mente para ser más felices

Pelin Kesebir nos indica que con dedicación de tiempo y esfuerzo podemos cambiar los hábitos de nuestra mente y ser más felices.

Recomienda los dos siguientes hábitos:

1.- Nuestra atención: en qué nos enfocamos.

Cuanto más nos centramos en las cosas buenas de nuestra vida, más felicidad obtendremos de la vida.

Dirigir nuestra atención es crucial para aumentar nuestra felicidad.

2.- Nuestra interpretación: cómo entendemos las cosas en las que

     nos enfocamos.

Las personas felices tienen claramente un sesgo positivo en sus hábitos de percibir e interpretar el mundo.

Hay que recordar que la felicidad puede no ser fácil de encontrar dentro de nosotros mismos, pero es imposible encontrarla en algún otro lado.

Un abrazo,

 


Referencias:

(1)  Victor Hugo Ramon Vergara Medina, “La Felicidad en la Pirámide y en la Montaña”, https://prisma101-1.blogspot.com/2018/03/la-felicidad-en-la-piramide-y-en-la.html, 23 marzo 2018.

(2)  Pelin Kesebir, “La fuente definitiva de la felicidad: Nuestra mente Fuente”,  https://es.theepochtimes.com/la-fuente-definitiva-de-la-felicidad-nuestra-mente_988313.html, 3 mayo 2022.

(3)  Imagen obtenida de: https://www.shutterstock.com/es/image-photo/happy-family-mother-child-son-reading-1693532533, consultado 22 octubre 2022.


viernes, 14 de octubre de 2022

La paradoja de “buscar la Felicidad”

 

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro…”. Victor Frankl

Resumen:

Qué mágicas son las palabras expresadas por las personas, especialmente a través de las “citas”, las que entregan un mensaje que nos proporcionan información y conocimientos sobre temas de nuestro interés.

Se presenta un mayor detalle de la paradoja de “buscar la felicidad”, partiendo de la cita de Victor Frankl:

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye…”.

Se proporciona un mayor detalle del significado de esta paradoja, entregado por Ernesto Rodríguez:

…Cuando una persona se concentra en el objetivo de ‘ser feliz’ entonces es muy difícil que lo logre, o lo logra de manera deficiente. En contraste, cuando no busca directamente ‘ser feliz’ sino que se concentra en actividades que contribuyen a la felicidad, entonces de una manera colateral, indirecta, puede ocurrir que logre ser más feliz.

Las paradojas de la felicidad

Si consultamos la Wikipedia (1) podemos obtener que:

…Se considera paradoja a una proposición en apariencia falsa o que infringe el sentido común, pero no conlleva una contradicción lógica

Las paradojas son estímulo para la reflexión y a menudo los filósofos se sirven de ellas para revelar la complejidad de la realidad

Para la felicidad existen una variedad de paradojas, las que nos permiten mejorar nuestro nivel de entendimiento de la felicidad.

Una de las paradojas clásicas es la paradoja de “buscar la felicidad”, la que se puede expresar a través de una cita atribuida a Victor Frankl:

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida”. (2)

Que mágicas son las palabras expresadas por las personas, especialmente a través de las “citas”, las que entregan un mensaje que nos proporcionan información y conocimientos sobre temas de nuestro interés.

Se entregan a continuación extractos del artículo de Ernesto Rodríguez: “La paradoja de buscar la felicidad” (3), que nos da mayores antecedentes de esta paradoja.

La paradoja de buscar la felicidad (3)

Diversos autores han planteado que cuando una persona se concentra en el objetivo de ‘ser feliz’ entonces es muy difícil que lo logre, o lo logra de manera deficiente. En contraste, cuando no busca directamente ‘ser feliz’ sino que se concentra en actividades que contribuyen a la felicidad, entonces de una manera colateral, indirecta, puede ocurrir que logre ser más feliz. Eso ha sido denominado ‘La Paradoja de la Felicidad’. Pero antes de ver las apreciaciones de varios autores, consideremos un ejemplo para ilustrar tan sorprendente paradoja. Imaginemos un atleta obsesionado con ‘ser feliz’ al ganar en una competencia y obtener el ansiado trofeo. Entonces puede suceder que por esa obsesión no se concentre adecuadamente en su actuación durante la competencia y no gane.

Viktor Frankl (1905-1997) fue un neurólogo y psiquiatra austríaco judío que sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en los terribles campos de concentración nazis de Auschwitz y Dachau. Luego fundó la disciplina conocida como ‘Logoterapia’ y en el año 1946 publicó su conocida obra: ‘El Hombre en Busca de Sentido’. En el presente artículo no hablaremos sobre la Logoterapia y solamente citaremos un fragmento de su obra que ilustra muy bien la mencionada ‘paradoja de la felicidad’, aunque él no fue el primero en plantearla formalmente. Citemos: “De manera suficientemente irónica, del mismo modo que el temor ocasiona que ocurra eso que tememos, similarmente una intención forzada hace imposible lo que uno desea con fuerza. Esta intención excesiva o ‘hiper intención’, como yo la llamo, se puede observar particularmente en casos de neurosis sexual. Cuanto más trata un hombre de demostrar su potencia sexual o una mujer trata de demostrar su capacidad de experimentar orgasmo, menos son capaces de lograrlo. El placer es, y debe permanecer siendo, un efecto colateral o un efecto secundario, y es destruido o dañado en el grado en el cual se convierta en un objetivo en sí mismo”.

El primer autor que planteó de manera formal tal paradoja fue el filósofo inglés Henry Sidgwick (1838-1900) en su obra: ‘Los Métodos de la Ética’ (1874), aunque él la denominó: ‘La Paradoja Fundamental del Hedonismo’ donde el término ‘hedonismo’ proviene del griego ‘hedone’: ‘placer’. Citemos sus palabras: “Consideremos el caso de un hombre dedicado a conseguir algún objetivo, que mantiene su principal meta consciente fijada de manera perpetua en el placer que espera lograr cuando la alcance. Él no captará todo el espíritu de la búsqueda; su obsesión nunca obtendrá justamente la agudeza de filo que da al placer de la búsqueda su mayor deleite. Esto nos lleva a lo que podemos llamar la paradoja fundamental del hedonismo: si el impulso hacia el placer es demasiado predominante entonces derrotará su propia meta”. Sidgwick plantea que hay que tratar de disfrutar la ‘búsqueda’ de un objetivo sin obsesionarse con el placer que se espera al conseguir ese objetivo.

Veamos ahora la apreciación del filósofo y economista inglés John Stuart Mill (1806-1873) que al final de su vida publicó en 1873 su ‘Autobiografía’. En esta obra no propuso formalmente tal paradoja, pero sí la describió, y algunos autores consideran que la propuso un año antes que Sidgwick y fue el primero en hacerlo.

Citemos sus propias palabras: “Yo nunca, en realidad, cambié mi convicción de que la felicidad es el fundamento de todas las reglas de conducta y el objetivo de la vida. Pero yo pensaba que este objetivo sólo se alcanza cuando no se convierte en el objetivo directo. Solamente son felices esos (yo pensaba) que tienen sus mentes fijadas en algún objeto distinto a su propia felicidad; fijadas en la felicidad de otros, en el mejoramiento de la humanidad, inclusive en algún arte u objetivo, buscado no como un medio, sino buscado en sí mismo como un objetivo ideal. Al tener sus mentes dirigidas hacia algo distinto, ellos encuentran felicidad en el camino. Los disfrutes de la vida (así era entonces mi teoría) son suficientes para hacer que una cosa sea placentera, cuando ellas son tomadas ‘en passant’, sin que sean un objeto principal. En cuanto se hacen como algo principal, de inmediato se sienten como insuficientes. Ellas no aguantan un escrutinio examinador. Pregúntese si usted es feliz y usted dejará de serlo. La única posibilidad es tratar, no la felicidad, sino algún fin externo a ella, como el propósito de la vida” (Capítulo V). Hay que aclarar que ‘en passant’ en francés es “capturar de paso un peón en ajedrez”. Vemos que John Stuart Mill plantea que la felicidad se puede alcanzar como algo colateral cuando una persona se dedica a realizar objetivos loables.

Veamos ahora la apreciación del filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900). En su colección de anotaciones escritas entre 1883 y 1888, y publicadas de manera póstuma como ‘La Voluntad de Poder’ Nietzsche dice: “…es notablemente ilustrativo colocar ‘poder’ en lugar de ‘felicidad’ individual (…) ‘Hay un esfuerzo por lograr poder, por un incremento del poder’; — el placer solamente es un síntoma del sentimiento de poder alcanzado, una conciencia de la diferencia (– no hay un esfuerzo para lograr placer: pero el placer sobreviene cuando se ha alcanzado eso por lo cual se ha hecho un esfuerzo: el placer es un acompañamiento, el placer no es el motivo –)”.

El filósofo francés Luc Ferry (nac. 1951) señala que según Nietzsche: “La voluntad de poder no es la voluntad de conquistar, de tener dinero e influencias, sino un profundo deseo para una máxima intensidad de vida, para una vida que ya no esté empobrecida y escindida por auto-divisiones sino por el contrario vivida al máximo”. Según Ferry, podríamos interpretar lo que dice Nietzsche de la siguiente manera: Cuando una persona logra superar escisiones en su personalidad que la debilitan adquiere más ‘poder’ para vivir con más intensidad y eso de manera colateral proporciona placer.

Entonces quizá podríamos pensar que sumergirnos plenamente en una actividad placentera sin angustiarnos por las metas, nos proporciona una dicha más profunda y duradera. Por supuesto, ambas cosas no son incompatibles y se pueden combinar, pero lo importante es no dar más importancia de la debida a alcanzar las metas.

Buscar la felicidad

Para el caso de la paradoja de “buscar la felicidad”, hay dos citas que nos ayudan a descifrar lo que significa:

Guillaume Apollinaire (1880-1918) - Poeta y Novelista Francés, indicó:

De vez en cuando es bueno hacer una pausa en nuestra búsqueda de la felicidad y simplemente ser felices” (4)

La cita indicada anteriormente y expresada por Victor Frankl:

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro…”

Y desde luego, el mayor detalle del significado nos entrega Ernesto Rodríguez, en el artículo referenciado: “La paradoja de buscar la felicidad”:

…Cuando una persona se concentra en el objetivo de ‘ser feliz’ entonces es muy difícil que lo logre, o lo logra de manera deficiente. En contraste, cuando no busca directamente ‘ser feliz’ sino que se concentra en actividades que contribuyen a la felicidad, entonces de una manera colateral, indirecta, puede ocurrir que logre ser más feliz.

Expresado en palabras de Victor Frankl:

De manera suficientemente irónica, del mismo modo que el temor ocasiona que ocurra eso que tememos, similarmente una intención forzada hace imposible lo que uno desea con fuerza… El placer es, y debe permanecer siendo, un efecto colateral o un efecto secundario, y es destruido o dañado en el grado en el cual se convierta en un objetivo en sí mismo”.

En palabras de Henry Sidgwick (1838-1900) – Filósofo inglés, que fue el primer autor de esta paradoja:

“… si el impulso hacia el placer es demasiado predominante entonces derrotará su propia meta”.

Ernesto Rodríguez indica que Sidgwick plantea que hay que tratar de disfrutar la ‘búsqueda’ de un objetivo sin obsesionarse con el placer que se espera al conseguir ese objetivo.

Para John Stuart Mill (1806-1873) – Filósofo y economista inglés:

“… la felicidad es el fundamento de todas las reglas de conducta y el objetivo de la vida. Pero yo pensaba que este objetivo sólo se alcanza cuando no se convierte en el objetivo directo. Solamente son felices esos (yo pensaba) que tienen sus mentes fijadas en algún objeto distinto a su propia felicidad…”

“… sumergirnos plenamente en una actividad placentera sin angustiarnos por las metas, nos proporciona una dicha más profunda y duradera…”.

 

Un abrazo,

 


 



Referencias:

(1)  Citado en: https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja, consultado 9 octubre 2022.

(2)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Las enseñanzas de las paradojas de la Felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2022/02/las-ensenanzas-de-las-paradojas-de-la.html, 11 febrero 2022.

(3)  Citado en: Ernesto Rodríguez, “La paradoja de buscar la felicidad”, https://diariodelosandes.com/site/la-paradoja-de-buscar-la-felicidad-ernesto-rodriguez/, 29 abril 2022.

(4)  Citado en: David Fischman, "Cuaderno de Felicidad On Line", Semana 08, Día 1, 18-FEB-2011.

(5)  Imagen obtenida de: https://www.facebook.com/1425684167507372/photos/la-felicidad-es-como-una-mariposa-cuanto-m%C3%A1s-la-persigues-m%C3%A1s-huye-pero-si-vuelv/1864086060333845/, consultado 12 octubre 2022.


viernes, 7 de octubre de 2022

La diversión es parte de la Felicidad

 

Los líderes que ofrecen diversión tipo 2 obtienen más de sus seguidores que aquellos que ofrecen otro tipo de diversión. Los seres humanos tienden a ser heroicos y los líderes quieren que las personas sean más felices”. 

Transcripción libre de Cita de George Orwell.

Resumen:

Un aspecto importante en nuestras vidas es la diversión, la que podemos entender como un juego, una recreación, una entretención.

De acuerdo con los especialistas, los tres tipos de diversión son:

La diversión tipo 1 es aquella en la que estamos contentos a lo largo de todo el proceso.

La diversión tipo 2 es aquello que implica un esfuerzo, o puede ser un estrés, hay una parte de la experiencia que no es gozosa.

La diversión tipo 3 en realidad no es diversión, porque el sacrificio resulta mucho mayor que la diversión.

De acuerdo con los estudios, en los años recientes se está presenciando un incremento importante de personas que buscan actividades “divertidas”, del tipo 2, del tipo que llevan sacrificio, y a veces dolor en el camino, pero que da otras cosas a cambio. Pero una vez cumplido el objetivo, hay un sentimiento enorme de satisfacción, de haber cumplido con el deber, de placer, de cansancio, y sí, de preparativos para repetir la experiencia.

De una transcripción libre de lo indicado por George Orwell:

Los líderes que ofrecen diversión tipo 2 obtienen más de sus seguidores que aquellos que ofrecen otro tipo de diversión. Los seres humanos tienden a ser heroicos y los líderes quieren que las personas sean más felices”. 

La diversión

Un aspecto importante en nuestras vidas es la diversión, la que podemos entender como un juego, una recreación, una entretención.

De la búsqueda en Google (1):

La palabra diversión es un término que se utiliza normalmente para hacer referencia a todas aquellas actividades que generan alegría en quien las realiza ya que se caracterizan por ser entretenidas, alegres, relajantes o interesantes.

Y de Wikipedia (2):

La diversión o actividad recreativa es una actividad de ocio, siendo el ocio tiempo discrecional. La "necesidad de hacer algo para recrearse" es un elemento esencial de la biología humana y la psicología. Las actividades recreativas se realizan a menudo por disfrute, o placer.

La pregunta que nace es: ¿qué tipo de diversión prefieren las personas? Y la respuesta está condicionada a la individualidad de las personas.

Se adjuntan a continuación extractos del artículo de Enrique Tamés: “La diversión y la felicidad” (3), que entrega mayores antecedentes del tipo de diversión que eligen las personas y por qué prefieren la diversión del tipo 2. Información que está basada en un artículo del Washington Post.

La diversión y la felicidad (3)

Hace unos días salió un artículo muy leído y comentado en el Washington Post, uno de los periódicos más leídos en el mundo, acerca de un tipo particular de diversión, y de la razón de porqué hay cada vez más gente buscándola. El artículo simplemente se refiere a la diversión “tipo 2” (type 2 fun), para diferenciarla de la diversión tipo 1, y la diversión tipo 3.

La explicación muy básica y sencilla es la siguiente:

La diversión tipo 1 es aquella en la que estamos contentos a lo largo de todo el proceso, no existe ningún tipo de estrés o presión, como dicen, todo es gozadera: ejemplos pueden ser alguna comida con los amigos, ver una película ligera, hacer el amor con el ser querido; estando en alguna fiesta…

La diversión tipo 2 es aquello que implica un esfuerzo, o puede ser un estrés, hay una parte de la experiencia que no es gozosa, de hecho, puede haber hasta sufrimiento, sin embargo, al final del camino, la satisfacción es tal que uno repetiría la experiencia; como ejemplo pueden llevar al cabo muchos deportes, sobre todo los extremos, donde uno puede que no la pase tan bien durante el trayecto, pero la recompensa hace que todo valga la pena, inclusive uno busca repetirla. ¿Qué tal subir una montaña? ¿Correr un maratón?...

La diversión tipo 3 en realidad no es diversión, porque el sacrificio resulta mucho mayor que la diversión así que la recompensa, si es que llega, hace que no valga la pena de repetirse. Este tipo de diversión puede ser cualquiera de los ejemplos anteriores, pero los planes no salieron como uno se esperaba, así que no dan ganas de volverse a hacer jamás en la vida.

¿Por qué todos buscan la diversión tipo 2?

Ahora bien, en los años recientes, estamos presenciando un incremento importante de personas que buscan actividades “divertidas”, del tipo 2, del tipo que llevan sacrificio, y a veces dolor en el camino, pero que da otras cosas a cambio. ¿Por qué es este incremento? ¿Qué pasa en la diversión tipo 2 que no pasa en las otras actividades y que hoy en día son tan valoradas? Basta entender un poco la naturaleza humana, además de las características de este tipo de diversión para entender y valorar el lugar de la diversión en nuestras vidas.

El estrés no es como lo pintan

Una de las grandes equivocaciones, y de tantas veces repetirla, se ha convertido en una de las grandes mentiras de nuestra sociedad, o sea, que el estrés es algo malo. Y toda la evidencia científica con la que contamos el día de hoy, que es mucha, psicológica, neurocientífica, biológica, evolutiva, nos muestra con toda claridad que el estrés no es algo malo: el estrés lo necesitan los músculos, todos los músculos, para crecer, para estar sanos y fuertes; el estrés lo necesita el cuerpo humano para vivir muchos años (David Sinclair, en su libro Lifespan); hoy que está tan de moda el tema de los ayunos, lo que uno hace es estresar el cuerpo para aprovechar mejor los nutrientes cuando comemos; los grandes meditadores desde el Buda hablan del estrés como parte de la vida, y la meditación es precisamente la manera de liberar el estrés acumulado.

En resumen, lo malo no es el estrés, lo malo, es no tener ciclos naturales de estrés, no estrés, estrés, no estrés, que dan balance a los ciclos de la vida.

¿Qué nos da la diversión tipo 2?

Ahora sí, vamos a las principales características de la diversión tipo 2, recordemos: es aquella diversión que lleva en el camino algo de sacrificio, preparación, disciplina, riesgo, incomodidad, inclusive sufrimiento, pero una vez cumplida la meta, hay un sentimiento enorme de satisfacción, de haber cumplido con el deber, de placer, de cansancio, y sí, de preparativos para volver a repetir la experiencia.

En la diversión tipo 2 hay:

Liberación: Lograr una meta cuando se tienen dudas, cuando no es fácil, cuando se corren riesgos, genera un sentimiento de liberación, de “sí pude”. El famoso “sí se puede” es libertad.

Dimensión hedónica, de placer, de gusto, de goce: claro que después de algo de dolor, viene una generación de goce.

Sentido de logro, esto está directamente relacionado con la producción de dopaminas, es lo que sentimos cuando estamos bien recompensados. Y cuando ha habido un camino de estrés y sacrificio, el sentido de logro es mayor. No son ganas de sufrir, se llama naturaleza humana, así estamos constituidos. Por esto le causamos tanto daño a la gente que no dejamos que se exponga a estreses y sacrificios en la vida.

Propósito o trascendencia: una meta cumplida, cuando pasa por una trayectoria difícil de obtener, adquiere en la vida de las personas una relevancia mayor, y cuando se repite, se puede convertir en algo trascendente, inclusive en un propósito de vida. Piensen en esas personas que tienen actividades de este tipo de manera regular, como un hábito, se convierte casi en una religión.

Se crea comunidad. Porque estas actividades a veces adquieren una dimensión grupal o comunitaria, se hacen ritos, se profundizan amistades, todo adquiere mayor relevancia.

Y, por último, sí hay una “adicción” a la adrenalina, pero también a la calma que viene después. Y decimos “adicción” en un sentido positivo, a lo mejor no deberíamos usar el término, tal vez quedaría mejor “costumbre”.

Conclusión

… existen dos tipos de felicidad, igual de importantes: la felicidad hedónica, que es la de corto plazo, la inmediata, aquella que nos produce placer, gozo, risa, que viene con mucha facilidad, pero también se va con la misma rapidez.

Y está la felicidad Eudaimónica, la de largo plazo, la que aparece de vez en cuando, pero dura mucho más tiempo, y está relacionado con nuestro propósito, con las cosas que valen la pena, que nos dan sentido a nuestra existencia.

Y resulta que esas cosas que nos dan sentido a la existencia, la gran, gran mayoría de las veces, no surgieron de la nada ni fácilmente, sino después de un largo y a veces difícil camino. Pero nada nos dice que al final, aunque el trayecto haya sido complicado, nos podamos imaginar muy dichosos.

Los tipos de diversión:

De acuerdo con los especialistas, los tres tipos de diversión son:

La diversión tipo 1 es aquella en la que estamos contentos a lo largo de todo el proceso, no existe ningún tipo de estrés o presión, como dicen, todo es disfrutar.

La diversión tipo 2 es aquello que implica un esfuerzo, o puede ser un estrés, hay una parte de la experiencia que no es gozosa, de hecho, puede haber hasta sufrimiento, sin embargo, al final del camino, la satisfacción es tal que uno repetiría la experiencia.

La diversión tipo 3 en realidad no es diversión, porque el sacrificio resulta mucho mayor que la diversión así que la recompensa, si es que llega, hace que no valga la pena de repetirse.

De acuerdo con los estudios, en los años recientes estamos presenciando un incremento importante de personas que buscan actividades “divertidas”, del tipo 2, del tipo que llevan sacrificio, y a veces dolor en el camino, pero que da otras cosas a cambio. Cumplido el objetivo, hay un sentimiento enorme de satisfacción, de haber cumplido con el deber, de placer, de cansancio, y sí, de preparativos para repetir la experiencia.

De una transcripción libre de lo indicado por George Orwell:

Los líderes que ofrecen diversión tipo 2 obtienen más de sus seguidores que aquellos que ofrecen otro tipo de diversión. Los seres humanos tienden a ser heroicos y los líderes quieren que las personas sean más felices”.  

Un abrazo,


 




Referencias:

(1)  Citado en: https://www.google.cl/search?q=diversi%, consultado 4 octubre 2022.

(2)  Citado en: https://es.wikipedia.org/wiki/Diversi%C3%B3n, consultado 4 octubre 2022.

(3)  Citado en: Enrique Tamés, “La diversión y la felicidad”, https://wradio.com.mx/programa/2022/04/25/martha_debayle/1650897418_069766.html, 25 abril 2022.

(4)  Imagen obtenida de: https://mobile.twitter.com/respuesta_inmed, consultada 4 octubre 2022.