A
continuación se reproduce el artículo de La Prensa Gráfica, que entrega un
mensaje importante de mujer a mujer.
Frecuentemente
las mujeres nos complicamos la vida con pequeños detalles tan irrelevantes, que
nos olvidamos de lo que realmente tiene sentido.
Aquellas
pequeñas cosas o experiencias que nos hacen feliz. Como un abrazo de un ser
querido, un mensaje de un amigo, un lindo atardecer, compartir una conversación
enriquecedora o simplemente el sentirnos bonitas.
Creemos
que la felicidad es alegría, entusiasmo, risas o estado de manía. Realmente la felicidad es la “serenidad” de
que estás en el camino correcto. El camino correcto es personal, cada quien
debe de elegir cuál es su camino, indistintamente de lo que piensen u opinen
los demás. Y no estoy en la locura de la psicología que muchos pueden pensar,
estoy en la convicción de que si tu no eliges tu camino y dejas que te lo
elijan, jamás alcanzarás la serenidad en tu vida, es decir, la felicidad.
Como
dijo Víctor Franklin, una vida sin sentido no vale la pena vivirla. Haz
identificado cuál es el sentido de tu vida, tu vida se desarrolla en ese
sentido. O sigues actuando los roles que te enseñaron de pequeña: ser la buena
mamá, la buena esposa, la buena hija, la buena amiga y un montón de
“buenas...”. Ahora, ya eres adulta, puedes
elegir tu camino y alcanzar tus metas individuales, es tiempo de que encuentres
el sentido de tu vida, cuando lo estés viviendo encontrarás la serenidad que te
da la felicidad.
¡Mujer,
sé feliz!, encuentra el verdadero significado de tu existencia, pueden ser
tantas cosas, como el consagrarte a ser madre, el ayudar a los demás, el
desarrollar con éxito la profesión que elegiste, predicar y tantas cosas más.
Concéntrate en lo que realmente te dé serenidad y deja los pensamientos
negativos que te hacen compararte con las demás mujeres; deja de criticarte y
censurarte por lo que no eres o no has alcanzado; deja de exigirte ser la mujer
maravilla que quiere responsabilizarse de todo (trabajo, hogar, hijos, compras
o pagos); deja los complejos físicos porque tienes celulitis, llantitas o
estrías; deja de culparte de la educación de tus hijos; y lo más importante:
deja atrás la amargura y permítete
disfrutar de la vida siendo ¡FELIZ!
Cuántas
veces hemos pensado como mujeres sobre lo práctico que son los hombres,
simplemente no se complican la vida, disfrutan tanto de ver un deporte como
jugar con su hijo o hija; pueden almorzar en un restaurante de comida rápida
sin contar las calorías ni preocuparse por su peso; unas gotas de champú en la
cabeza, rasurada la barba, un poco de perfume, algunas prendas de vestir y
listos para la vida.
Y nosotras, dependiendo de nuestras emociones,
es cómo actuamos o guiamos nuestro pensamiento. De manera, que eso dará la
pauta de la elección del atuendo, el maquillaje y accesorios.
¡Mujer, sé feliz! y deja de complicarte la
existencia, sonríele a la vida, observa el cielo, el movimiento de las hojas de
los árboles, tararea una canción, escucha chistes y ríete de ellos...¿Qué o
quién te lo impide?, sé feliz, consiéntete por un momento y regálate una dosis
de felicidad diaria.
Referencia:
