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viernes, 29 de junio de 2018

Dinero… dinero… dinero... ¿Nos dará la Felicidad?


Tener dinero es necesario, pero solo lo suficiente. Más conlleva a disminuir el nivel de felicidad.

 Resumen:
Muchas veces nos olvidamos que el dinero es sólo un medio para realizar transacciones de pago y no es un producto que debe ser acumulado.

Se presenta un extracto de un artículo de Briony Harris, que nos introduce en el concepto denominado “el punto de saciedad”, que correlaciona el nivel de felicidad con la cantidad de dinero requerido,  especialmente lo que significa que cuando más dinero ya no aporta más, sino que menos, felicidad.
  
¿Qué es el dinero?:
A veces nos olvidamos del significado del dinero que según el diccionario de Google (1) es: “Conjunto de monedas y billetes que se usan como medio legal de pago”, es decir es un medio para realizar transacciones de pago.

Si debemos tener presente que son populares, especialmente desde el punto de vista del humor, citas como las siguientes:

Francisco Quevedo y Villegas (1580-1645) – Escritor Español (2)

“Poderoso caballero es don dinero”.

Aforismo Árabe (3):

“Al perro que tiene dinero se le llama señor perro”.

René de Chateaubriand (1768-1848) - Escritor Francés (4):

“La verdadera felicidad cuesta poco; si es cara, no es de buena especie”.

Todos sabemos y debe ser por algo que en La Biblia el dinero no tiene muy buena reputación.

Del Evangelio según San Marcos 10:25 (5):
"Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios."…

Del Evangelio según San Mateo 6,24-34 (6)
“Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir”…

Investigaciones sobre dinero-felicidad:
Desde otro punto de vista, no se puede negar que el dinero es necesario y nadie puede discutir lo contrario. Si las investigaciones sobre el tema van dirigidas a las cantidades requeridas y las formas de utilizar el dinero en nuestras vidas.

Joseph Joubert (1754-1824) - Moralista y Ensayista Francés (7), nos alertó al respecto:

“El dinero es un estiércol estupendo como el abono, lo malo es que muchos lo toman por cosecha.”

En relación a las cantidades necesarias, se entrega a continuación un extracto del artículo de Briony Harris, “Cinco cosas que todo el mundo necesita saber sobre la felicidad”, que presenta un concepto denominado “el punto de saciedad”, que correlaciona el nivel de felicidad con el dinero en término de la cantidad:

No se trata solo de dinero (8)
Una cierta cantidad de dinero te hace más feliz. Permite una buena calidad de vida y la capacidad de disfrutar actividades de ocio, buena comida y satisfacción en el trabajo. Sin embargo, una encuesta de un millón de personas en todo el mundo identificó algo llamado "el punto de saciedad". Esto es cuando más dinero ya no se correlaciona con una mayor felicidad. Y en algunos lugares, la satisfacción con la vida incluso baja por encima del nivel de corte, posiblemente debido a las presiones del trabajo. El punto de saciedad es diferente, dependiendo de dónde viva, como se muestra en el cuadro a continuación: 



Los resultados de las investigaciones:
Las diferentes investigaciones coinciden en que no es el dinero el que nos da felicidad, sino lo que nos permite hacer con el dinero, siendo las acciones que más aportan a nuestro nivel de felicidad las siguientes:

-      Regalar y ayudar a los demás.
-      Adquirir experiencias, más que comprar objetos.
-      “Ganar” tiempo libre para disfrutar en cosas que nos gusta hacer.

Con estos antecedentes, podemos dar una nueva interpretación de lo que quiso indicar Groucho Marx (1890-1977) - Actor estadounidense (8):

Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…

Seguramente Groucho Marx tenía claro el “punto de la saciedad”, y por eso habló de pequeñas cosas, y que de acuerdo a nuestras particularidades debemos ajustar que significa para cada uno de nosotros “pequeño” o “pequeña”.

Si está claro que debemos aprender a disfrutar de las “pequeñas cosas”, y considerar que no son necesarios “grandes cosas” para ser feliz.

Nuestras reflexiones deben ser:
-      ¿Por qué no disponer de un pequeño yate, o quizás un bote, para adquirir nuevas experiencias en aventuras de viajes?
-      ¿Por qué no disponer una pequeña mansión, o quizás una casa, para cobijar a los más necesitados?
-      ¿Por qué no disponer de una pequeña fortuna, o quizás algunas fondos adicionales para tener más tiempo libre para uno mismo?.

El actuar en esta línea estaremos contribuyendo para que el dinero sea un medio para lograr mejorar nuestros niveles de felicidad.

Un abrazo,








Referencias:
(3)  Citado en: http://www.enplenitud.com/newsletter/Newsletter_228.asp, 11-10-2010.
(4)  Citado en:
Samir M. Laabi, "Citas y Frases Célebres", Editorial El Ateneo - LIBSA, 2000, Madrid, España, pp98.
(5)  Citado en: http://bibliaparalela.com/mark/10-25.htm, consultado 26 junio 2018.
(6)  Citado en: Evangeliodeldia.org / El Evangelio del día 19 Junio 2010, Correo 18 Junio 2010.
(7)  Citado en: David Fischman, "Cuaderno de Felicidad On Line", Semana 14, Día 3, 19-MAR-2011.
(8)  Briony Harris, “Cinco cosas que todo el mundo necesita saber sobre la felicidad”, https://gestion.pe/economia/management-empleo/cinco-cosas-mundo-necesita-felicidad-229965, 22 marzo 2018.
(9)  Citado en: Correo - Frase del día - 30/04/2006, Proverbia.net

martes, 26 de junio de 2018

Carta de un Papá a su Hija


Querida hija:

Cuando se terminar un  ciclo, como el caso del término de tu  especialización de Cirugía, uno se vuelve más agradecido y reflexivo en la vida.

La vida nos da muchas cosas de las que debemos estar agradecidos de nuestro Padre Dios, nos da hijos que nos hacen sentirnos felices por sus logros en sus propias vidas  las que están entrelazadas a las nuestras.

Recuerdo cuando te licenciaste  de enseñanza secundaria, te hice una analogía de la vida con un avión,  en la que una persona va fortaleciendo “su motor” que nos da la fuerza (la potencia),  y sus “alerones” que nos dan la estabilidad,  hasta que se logra volar.  Trabajo constante y no exento de sacrificios, para  así emprender el vuelo a nuevos horizontes y a nuevos desafíos.
No es menor la valentía de volar, porque como dicen los entendidos en un 80% del tiempo de vuelo uno anda perdido y sólo se salva cuando se sabe donde se quiere llegar.
En ese entonces te decía que en el perfeccionamiento del  esquema de volar, no debemos olvidar que no siempre se va a estar en vuelo y se requerirá donde aterrizar y siempre debe considerar que una pista disponible es la de nuestro hogar.

Hoy solo compartir que con el correr del tiempo, que sabemos que pasa rápidamente, una variable que se hace cada vez más esencial en nuestro viaje de la vida,  es la de  aprender a ser feliz. Para ellos quizás los aspectos esenciales, después de definir que se quiere ser feliz, es el de disfrutar del camino, más que acelerar para pronto llegar, y cultivar relaciones armoniosas y profundas con nuestros amigos, familiares y seres queridos.

Gracias Padre Dios por todo lo que nos das. 

Gracias hija por tus logros, que nos hacen en nuestro camino disfrutar.

Un Abrazo,

Tu Papá Terrenal

Víctor Hugo Ramón Vergara Medina

jueves, 14 de junio de 2018

Que siempre se tenga el deseo de ser Feliz

Los deseos deben ayudarnos a lograr y no alejarnos de la felicidad.

Resumen
Los deseos son muy importantes en nuestras vidas, porque son fuerzas impulsoras para lograr algo. Debemos tener en cuenta si de no perder el control de estas energías y quedar atrapado en una cadena de deseos que comprometa la felicidad y la vida misma.

Se presenta un extracto de un artículo de Federico Figueras, “Cuando los deseos nos alejan de la felicidad”, que entrega las precauciones que hay que tener con los deseos.

Nuestros deseos:
Si buscamos en Google el significado de “deseo”, nos encontramos que es:
“Interés o apetencia que una persona tiene por conseguir la posesión o la realización de algo” (1).

Es algo que se desarrolla en nuestro plano mental y que hace actuar emociones y a la realización de acciones para conseguir cosas.

Es por eso que muchas veces nos encontramos diciendo si tengo esto o aquello que deseo, voy a ser feliz. Pero una vez obtenido lo deseado, nuevamente viene otro deseo. Y así en una escalada sin fin…

A continuación un extracto del artículo de Federico Figueras, “Cuando los deseos nos alejan de la felicidad”, que en resumen nos indica:

Nuestra cabeza vive en el futuro, esperando alcanzar eso que nos va a hacer felices. Preferimos planear nuestra vida en lugar de vivirla. El desafío es abrir los ojos. Para eso, primero hay que cerrarlos.

Cuando los deseos nos alejan de la felicidad (2)
¿Qué harías si se te presentara el genio de la lámpara y te dijera que te concede tres deseos? ¿Qué pedirías?.
Todos nos ilusionamos alguna vez con esa fantasía. Todos tenemos esa lista secreta de tres o más pedidos que, a nuestro juicio, nos pueden resolver la vida. "Los deseos nos hacen felices". Eso es lo que creemos y por eso también cada vez que cumplimos años o cada vez que estamos en una ocasión de festejo, pedimos deseos.
En realidad estamos constantemente deseando cosas. El deseo es parte del mundo en el que vivimos, muchas veces es el motor para superarnos y es siempre el objetivo de las campañas de publicidad. Nos movemos a través del deseo. Y creemos, falazmente, que en la medida en que conseguimos hacer realidad nuestras metas, nos acercamos a la felicidad.
Ya hemos hablado de esto: la felicidad parece estar siempre en la próxima estación. Entonces la vida se convierte en una carrera desenfrenada por conseguir lo que deseamos y, desde ese punto, desear nuevas cosas. Hay mucha gente que vive así, corriendo detrás de una zanahoria, que va cambiando (pude ser un título, una casa, un auto, un mejor trabajo, una pareja, una familia, más dinero, más placer), pero nunca termina por conformarnos. Los deseos solo llevan a más deseos, cuando cumplimos uno, surge otro, y nunca llegamos a la satisfacción.
Ese es, en realidad, el punto clave de la cuestión. El mundo, con sus formas materiales, no puede satisfacernos. Esa felicidad, que nuestra mente persigue incansablemente, no está ahí afuera.

Los grandes maestros de la meditación y el yoga (entendida no como un conjunto de asanas, sino como una disciplina que implica la unión de la mente y el cuerpo con el ser), señalan que en realidad, nuestra avidez por la felicidad nos hace, justamente, más infelices.
La búsqueda permanente de la felicidad, nos impide ser conscientes de lo que tenemos. La felicidad es apenas una idea, una idea que nos escinde, que nos separa del ahora. Nuestro cuerpo está aquí, pero nuestra mente está en otro lado. Y sin embargo, en el único momento en que podemos ser felices, es siempre en el ahora.

Nuestras alertas y precauciones:
Debemos tener deseos, porque son la fuerza motriz que impulsa nuestras vidas.

De Brihadaranyaka Upanishad IV.4.5 (3):

Tú eres lo que es el profundo deseo que te impulsa.
Tal como es tu deseo es tu voluntad.
Tal como es tu voluntad son tus actos.
Tal como son tus actos es tu destino.

Si, debemos estar alerta para no quedar atrapado en las cadenas de los deseos, en la que un eslabón aprisiona un próximo deseo y así quedar encadenados a una vida de deseos, al pensar que el próximo nos hará más felices y simplemente vamos postergando nuestra felicidad y nuestra vida por lograr el próximo deseo.

Un abrazo,








Referencias:

 

(1)  Citado en: https://www.google.com/search?source=hp&ei=kxghW7W8JYaowATgrb2QCw&q=significado+deseo&oq=significado+deseo&gs_l=psy-ab.3..0l4j0i10k1j0j0i22i30k1l4.2601.9101.0.10759.20.11.1.6.6.0.227.1426.2j7j1.10.0....0...1c.1.64.psy-ab..3.17.1596.0..0i131k1.0.iyZ9ml-53wM, Consultado 13 junio 2018.

(2) Federico Figueras, “Cuando los deseos nos alejan de la felicidad”, https://www.tn.com.ar/sociedad/cuando-los-deseos-nos-alejan-de-la-felicidad_852889, 23 febrero 2018.

(3) Citado en : Deepak Chopra, "Las Siete Leyes Espirituales del Éxito", Editorial Norma S.A., Bogotá, Colombia, 1995, pp0.


(4)  Imagen obtenida de: http://pequenospinceles.blogspot.com/2014/11/como-sobrevivir-la-lluvia-en-londres.html, consultado 14 junio 2018.

domingo, 10 de junio de 2018

La infelicidad y la Felicidad ayudan a dar sentido a la vida

Los malos momentos son parte de la felicidad y nos ayudan a dar sentido a la vida
Resumen:
Así como el día completo considera el día y la noche, esta dualidad se da también en la felicidad ya que en la vida tenemos momentos de alegría y también períodos de tristezas.

Se presentan antecedentes de cómo encontrar sentido a los malos momentos y se proporcionan los pasos y recursos que se pueden utilizar para salir de ellos.

Se hace énfasis en buscar, seleccionar y aplicar los recursos partiendo desde el plano base a los superiores. Así al igual que escalar una montaña, iremos ejercitándonos y fortaleciéndonos para avanzar hacia la cumbre.
Las  dualidades de la vida:
Para que un día sea completo, debe existir el día y la noche. Ambos períodos del día son necesarios, aunque alguno de estos períodos no nos guste tanto. Sin mayores análisis sabemos que ambos aportan beneficios a nuestras vidas.
Pasa igual con nuestra vida, que está matizada de días y noches, de alegrías y tristezas, de optimismo y pensamientos negativos, de desesperanzas y de fe de días mejores.
La dualidad siempre esta presente y complementa el todo de nuestras vidas.
Para la felicidad es igual, no sólo se considera aspectos de alegría y gozo, sino que también de momentos de sinsabores.

Se presenta a continuación extracto del artículo de Pilar Jericò, “¿Cómo encontrar sentido a los malos momentos?”, que entrega antecedentes de los períodos de infelicidad, proporcionando cinco pasos para salir de ellos.
Pilar Jericò nos dice:
Tenemos una imagen de la felicidad que no existe. Hay que reivindicar el derecho para atravesar los malos momentos.
¿Cómo encontrar sentido a los malos momentos? (1)

Seguro que alguna vez has atravesado un momento difícil: porque no te saliera algo como esperabas, porque no te encontrabas bien o porque perdiste a algún ser querido. Lo que sea. En esos instantes no brotan emociones positivas necesariamente, ni te apetece estar alegre como unas castañuelas. Te pueden decir que veas la botella medio llena, que te animes, pero te sirve de poco. Estás mal y punto; y lo peor que puedes hacer es, además, sentirte culpable por ello. Tendríamos que reivindicar el derecho para atravesar malos momentos, porque son necesarios, porque tienen un motivo y porque quizá tengamos una imagen de la felicidad que no existe.
En Oriente, por ejemplo, uno de los monjes tibetanos más reconocidos, Kenchen Konchog Gyaltshen Rinpoche, reconoce las ventajas de pasarlo mal: nos aporta sabiduría, nos entrena en resistencia, nos ayuda a ser más compasivos y nos lleva a respetar de un modo profundo la realidad. Por tanto, los malos momentos nos ayudan, y todos los héroes, incluso los de las culturas más ancestrales, viven sus propios desiertos, es decir, sus instantes de bajón emocional. Es más, incluso si queremos renovarnos, seguramente tendremos que atravesar algún desierto más o menos árido.
El hecho de que pasarlo mal tenga un sentido y nos ayude a crecer como personas tampoco significa montar una tienda de campaña en esos momentos. La idea es salir de ello lo antes posible y con el máximo aprendizaje posible.

¿Qué podemos hacer si lo estamos pasando mal?

1.   El primer punto que necesitamos es aceptarlo.
No vale de nada negarlo, decir que estás bien cuando por dentro no estás en tu mejor momento. Has de comenzar a reconocértelo a ti mismo.
2.   Segundo, es bueno hablarlo para no convertirlo en un gigante. Los silencios y nuestras noches deforman la realidad. Por eso, verbalizarlo con alguien de confianza nos ayuda a contemplarlo desde fuera. Equivaldría a quitarle la sábana al fantasma y a ver que no es para tanto.
3.   Tercero, identifica el aprendizaje.
Cuando somos capaces de entender qué nos aporta, podemos dar pequeños pasos para salir de él. Cada aprendizaje es un peldaño hacia su salida.
4.   Cuarto, busca recursos mentales, emocionales o físicos.
En lo mental, nos ayuda relativizarlo, enmarcarlo en su justa medida o el sentido del humor. Buscar a ese amigo que sea capaz de hacerte reír de lo que te duele. En el plano emocional, nos viene bien cuidarnos, recogernos en sensaciones amables. Huir de discusiones que aportan bien poco. Y en el terreno físico, el deporte o simplemente un baño o un masaje nos permiten ir separándonos un poquito más de ese mal momento. Por supuesto, no se olvida ni desaparece, pero al menos, nos permite tomar algo más de distancia. Y,
5.   Quinto, confía. 
Prácticamente el cien por cien de los desiertos se superan. A veces es una cuestión de tiempo. Pero en la medida en que se confíe, se tiene más energía para continuar adelante.

Todos vivimos malos momentos. Algunos se superan rápido y otros nos pueden llevar varios meses. Ambos forman parte de la aventura de vivir. No tenemos que ir a buscarlos ni regocijarnos en ellos, pero sí aprovecharlos como maestros para conocernos más a nosotros mismos, para aprender y para renovarnos como personas. 

La felicidad eterna está en el cielo:
De nuestra formación cristina, siempre hemos escuchado que la felicidad completa está en el cielo. Y mientras estemos en la tierra, siempre serán espacios de tiempos, y de acuerdo a los planos de la vida que se esté interactuando, serán más prolongados, pero hasta llegar al cielo siempre serán finitos. El amor y la felicidad eterna están en el cielo.

Si recurrimos al Modelo MIFE – Modelo Integrado de la Felicidad (2), podemos encontrar dos aspectos relevantes:

1)   La duración de los momentos crece a medida que se pasa de los planos base (físico) hacia los planos como el emocional, mental y espiritual (3).

2)   Se debe considerar los planos base como impulso y estímulo para avanzar hacia los planos superiores (4).

Así, para salir de nuestros momentos de infelicidad podemos considerar:

-      Aceptarlos. Reconocértelo en uno mismo.
-      Hablarlos con alguien de confianza.
-      Identifica el aprendizaje respectivo.
-      Busca los recursos espirituales, mentales, emocionales o físicos.

En el último punto, es recomendable buscar, seleccionar y aplicar los recursos partiendo desde el plano base a los superiores, esto es desde el plano físico, pasando por el emocional y mental y terminado en el plano espiritual. Así al igual que escalar una montaña, iremos ejercitándonos y fortaleciéndonos para avanzar hacia la cumbre.

Algunos de los recursos a considerar en cada plano, son los siguientes:

Plano físico
-      Hacer ejercicio físico.
-      Consumir alimentos que mejoren nuestros niveles de felicidad (clásico es el comer chocolate)
-      Disfrutar de los placeres de la vida.

Plano emocional
-      Tener buena relaciones familiares y de amigos.
-      Tener una actitud positiva
-      Lograr hacer las cosas por pasión.

Plano mental
-      Tener desafíos en la vida
-      Cultivar los pensamientos positivos
-      Meditar para lograr que nuestra mente este el aquí y en el ahora.

Plano espiritual:
-      Ser bondadoso.
-      Practicar la gratitud.
-      Practicar el perdón.

Para aclarar todo, que mejor considerar un extracto del mensaje “Ser Feliz”, que es atribuible al Papa Francisco (5):

… Me gustaría que recordaras que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.
Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza. No es apenas conmemorar el éxito, sino aprender lecciones en los fracasos. No es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y periodos de crisis

Un abrazo,






Referencias:
(1)  Citado en: Pilar Jericò, “¿Cómo encontrar sentido a los malos momentos?”, https://elpais.com/elpais/2018/02/22/laboratorio_de_felicidad/1519321651_460938.html, 23 febrero 2018.
(2)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Formulas de la Felicidad”, http://prisma101-1.blogspot.cl/2017/05/formulas-de-la-felicidad.html, 24 mayo 2017.
(3)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Aporte de las Culturas a la Felicidad”, http://prisma101-1.blogspot.cl/2018/02/aporte-de-las-culturas-la-felicidad.html, 15 febrero 2018.
(4)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Las inquietudes y la Felicidad”, http://prisma101-1.blogspot.cl/2017/11/las-inquietudes-y-la-felicidad.html, 30 noviembre 2017.