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viernes, 26 de febrero de 2016

El ego, el enemigo de la felicidad


A continuación extracto de lo expresado por el maestro del budismo tibetano Ngawang Wangjor, en la conferencia “Cultivando la felicidad, comprendiendo el sufrimiento y sus causas”, en la que manifiesta lo dañino que es el ego para nuestra felicidad.

El maestro del budismo tibetano aseguró que la clave para ser feliz consiste en que cada persona conozca las causas de su sufrimiento e insistió en que el gran enemigo de la felicidad es el ego: “Cuando nos sucede algo malo, no sufrimos por la causa externa creada, sino por cómo nosotros interpretamos lo ocurrido

Wangjor entregó algunas pautas para comenzar el camino hacia la felicidad “relativa”, etapa que se debe aprender antes de aspirar a la “felicidad última”, que se caracteriza por un estado perfecto, en el que no existe ninguna alteración. Para sumergirse en la felicidad relativa, el experto indicó que “no existe una píldora”, sino que se requiere “trabajo y esfuerzo”.

Definir la clase de felicidad que se quiere

El primer paso consiste en definir “qué clase de felicidad quiere cada uno”. A continuación, es necesario comprender el sufrimiento: cómo es, su origen y sus motivos. Estas reflexiones provocarán la eliminación de todo aquello que provoca el sufrimiento.

Vencer apegos y miedos

El segundo paso que apuntó es que cuando a alguien le sucede algo malo, el sufrimiento no se debe a la causa externa creada, sino por cómo el individuo interpreta lo sucedido. Por ello, señaló que cuando alguien se enfada con otra persona, el sufrimiento pertenece a aquel que se ha enfadado, por lo que “se debe tener compasión con él”. De lo contrario, si uno opta por la rabia u odio, “generará más sufrimiento”. “Tenemos que vencer apegos y miedos y reflexionar sobre la realidad de lo que sucede. ¿Por qué tengo que enfadarme cuando alguien me dice cualquier cosa? El ego y el orgullo son lo que hacen sufrir, no una persona”.

Borrar el término culpabilidad

En tercer lugar, Wangjor recomendó borrar de la mente el término “culpabilidad” y cambiarlo por el de responsabilidad. En este sentido, sostuvo que las causas del sufrimiento son las “acciones negativas”, es decir, aquellas cuyas intenciones sean hacer daño al prójimo, y estas emociones destructivas, “provocadas por el ego”, deben evitarse. “Para ello, es necesario conocernos muy bien”, explicó el exmonje budista, que insistió en que la “reflexión y la meditación” son los antídotos de las emociones negativas.

Referencias:
-          Citado en:  L.Riera, “El ego, el enemigo de la felicidad”, http://www.diariodeibiza.es/pitiuses-balears/2016/02/12/ego-enemigo-felicidad/822801.html, 12 Febrero 2016.
-          Imagen obtenida de: http://caminarsanando.blogspot.cl/2015/08/que-es-el-ego.html, 23 Febrero 2016.

La confianza es la base para la Felicidad en la Empresa

A continuación un extracto del artículo de David Tomas, en la que hace énfasis de la importancia de la confianza para la motivación de las personas y para lograr la felicidad.
 
¿Qué es lo que hace que una empresa sea feliz?, ¿Cuál es la receta para lograr la felicidad en las empresas?, ¿Existe realmente ‘la empresa feliz‘ o se trata de una simple quimera?.
No existe una regla única para lograr la empresa feliz. Es decir, no se puede aplicar una regla común (o varias) a todas las empresas y empleados. Ya que al final, para que una organización sea feliz, depende de los miembros que la integran, la forma en que cada uno de ellos entiende qué es la felicidad y conseguir estar todos alineados.
 
Pero, sí que hay un pequeño denominador común entre las empresas más motivadas: la confianza, este es un valor esencial y muy importante para conseguir la felicidad en la empresa. Confiar unos en los otros y esperar lo mejor de cada persona ayuda a cohesionar las relaciones del grupo y engrandece la confianza de cada individuo, porque se siente parte importante del engranaje laboral.
 
Generar una empresa feliz y donde prevalezca la confianza depende de los líderes, de ellos ha de partir la iniciativa. Si el jefe no confía en su equipo, difícil será que se pueda implantar una cultura de este tipo. Aunque el grupo siempre puede realizar un cierto push positivo para conseguir mejoras que vayan por este camino y fomenten un mejor ambiente en la oficina.
 
Sin duda, la confianza o la falta de ella serán claves para determinar el éxito o el fracaso a medio y largo plazo de una compañía. La empresa feliz existe y se puede conseguir pero, para ello, es importante que los empleados estén motivados, se sientan parte imprescindible de la compañía y estén a gusto en su puesto de trabajo.
¿Cómo se consigue todo ello? Con la confianza.
 
Trabaja a diario para fomentar este grado de confianza entre todas las personas que forman parte de la compañía y estarás mucho más cerca de lograr la empresa feliz. La motivación en las compañías no puede darse sin un pilar firme basado en la confianza plena entre todo el equipo.
 
Referencias:
-          Citado en:  REDSUR, “¿Lo más importante de la felicidad en las empresas? La confianza”, http://www.termometroenlinea.com.mx/vernoticiasN.php?artid=49943&cat=1#.VsuE42amnIU, 09 Febrero 2016.
-          Imagen obtenida de: http://perryelhornitorrinco.blogspot.cl/2011/03/practica-5-sobre-inteligencias.html, 22 Febrero 2016.

miércoles, 17 de febrero de 2016

La Felicidad es sencilla


A continuación extractos del artículo de J.C. Fuertes, que nos manifiesta aspectos importante a tener presente sobre el tema de la felicidad.

Nos dice:

Definición de felicidad

Cada uno tiene un concepto personal y subjetivo de lo que es la felicidad. Dicen algunos expertos “que ser feliz no es una meta, sino un medio para alcanzar otras: estar más saludable, tener mejores relaciones, conseguir más dinero, hacer más dinero o tener un mejor trabajo”. Pueden tener razón, un servidor prefiere recurrir a los aforismos clásicos para definirla y este que les proponemos nos parece muy saludable y certero: “la felicidad no es un destino al que llegar sino una forma de viajar”.

La fórmula de la felicidad

Lo que nos dicen los estudios realizados sobre el tema es que al menos el 50% de nuestra felicidad vendría determinada genéticamente. Es decir “la mayoría de nosotros nace con un nivel de felicidad prefijado en los cromosomas”. Pero, ¿qué ocurre con el otro 50 por ciento? Pues ese porcentaje depende por un lado de nuestras circunstancias vitales (10%) y el 40% restante estaría en función de todo aquello que hacemos deliberadamente para ser felices, es decir, de nuestra actitud. La felicidad no se nos regala en la lotería de la vida, la tenemos que conquistar cada día.

Disfrutar los momentos

Otro componente importante de la felicidad consiste en saber disfrutar del momento. Es decir se trata de conseguir disfrutar intensamente de lo que haces y de que lo haces bien; en esas circunstancias la persona percibe tener el control de su vida y se nos olvida todo lo demás, incluso de uno mismo. Aquellos que poseen la capacidad de disfrutar el instante son más felices que aquellos que lo hacen ocasionalmente o que nunca lo experimentan.

Recuperase de la adversidad

La felicidad también depende en gran manera de la capacidad de recuperarse con rapidez de la adversidad, es lo que se llama resiliencia. “No todas las adversidades son negativas”, en muchos casos el sufrir una crisis es la mejor manera de fortalecer el ánimo y conseguir mecanismos de adaptación cada vez mejores y más eficaces, que nos permitan salir airosos de nuevas situaciones de incomodidad

Las alertas sobre el dinero

Lo que sí parece claro y demostrado es que el dinero no da la felicidad, al contrario, es uno de los grandes enemigos. Eso es así porque el ser humano se  adapta con rapidez al placer, y con el paso del tiempo, aquello que nos provocaba placer deja de tener ese efecto, razón por la cual los seres humanos estamos constantemente insatisfechos. Esa es la causa por la que la felicidad inicial que nos produce el que nos toque la lotería por ejemplo, muy pronto deja de surtir un efecto positivo, decayendo con el paso del tiempo y originando una nueva percepción de malestar y una actitud de ambición inacabable.

Vínculos familiares y de amigos

En cambio todos los estudios realizados al respecto insisten que las personas que poseen vínculos familiares y amigos cercanos, son mucho más felices porque se sienten apoyados y fortalecidos por su presencia. Y ello no significa que no existan roces, o problemas, o conflictos, pero a pesar de ello, la sensación que conlleva la existencia del vínculo socio-familiar es una vacuna para el malestar y la desdicha.

La generosidad

Pero sin duda uno de los elementos que nos hace ser más felices es la generosidad y la compasión. El saber ponernos en el lugar del otro, el dar nuestro tiempo y nuestro apoyo al ser humano que tenemos al lado, el empatizar con el semejante y comprender la situación por la que está pasando, ayudándole en aquello que podamos es siempre un elemento clave para obtener felicidad y paz. No hay mejor medicina y terapia más sencilla y barata que ponerse en el lugar del prójimo. Ayudando a otro sin duda nos ayudamos a nosotros mismos.

Referencias:
-      Citado en: Jcfuertes, “La felicidad”, http://blogs.tiempodehoy.com/pongaunpsiquiatraensuvida/2016/02/13/la-felicidad/, 13 Febrero 2016.
-      Imagen obtenida de: http://desmotivaciones.es/5124520/La-felicidad, 17 Febrero 2016.

miércoles, 10 de febrero de 2016

La Felicidad tiene que fluir

El Doctor Mihaly Csikszentmihalyi, profesor de psicología, y autor del libro “Fluir – Una psicología de la felicidad”, nos introduce en el fascinante mundo del “fluir” y su asociación a uno de los caminos para lograr la felicidad.
 
Nos dice:
 
Hace veintitrés siglos Aristóteles llegó a la conclusión de que lo que buscan los hombres y las mujeres, más que cualquier otra cosa, es la felicidad. Mientras que deseamos la felicidad por sí misma, cualquier otra meta (salud, belleza, dinero o poder) la valoramos únicamente porque esperamos que nos haga felices.
 
Muchas cosas han cambiado desde el tiempo de Aristóteles. Sin embargo, sobre este tema tan importante poco ha cambiado en los siglos que han transcurrido.
Hoy no sabemos más acerca de la felicidad de lo que sabía Aristóteles y, respecto a saber cómo obtener esta condición tan valorada, casi podríamos decir que no hemos realizado ningún progreso.
 
A pesar del hecho de que hoy estamos más sano y nuestra vida es más larga que en siglos pasados, a pesar de tenar más recursos monetarios, y a pesar del inmenso conocimiento científico, las personas a menudo acaban sintiendo que han malgastado su vida y que sus años han transcurrido entre la ansiedad y el aburrimiento.
 
Reflexionando sobre ¿Cuándo se sienten felices las personas?, lo que “descubrí” es que la felicidad no es algo que suceda. No es el resultado de la buena suerte o del azar. No es algo que pueda comprarse con dinero o con poder. No parece depender de los acontecimientos externos, sino más bien de cómo los interpretamos. De hecho, la felicidad es una condición vital que cada persona debe preparar, cultivar y defender individualmente. Las personas que saben controlar su experiencia interna son capaces de determinar la calidad de sus vidas, eso es lo más cerca que podemos estar de ser felices.
 
Se sabe que no se puede alcanzar la felicidad mediante la búsqueda consciente de ella, y entonces: ¿cómo podemos alcanzar esta meta tan escurridiza que no puede alcanzarse por una ruta directa?
 
Mis estudios durante este último cuarto de siglo me han convencido de que existe un modo. Es un camino tortuoso que empieza consiguiendo el control sobre los contenidos de nuestra conciencia.
 
Todos hemos vivido ocasiones en que hemos sentido que teníamos el control de nuestras acciones, que éramos los dueños de nuestro propio destino. Cuando ha sucedido sentimos una especie de regocijo, un profundo sentimiento de alegría que habíamos deseado durante largo tiempo y que se convierte en un hito en el recuerdo de cómo debería ser la vida. Esto es lo que se denomina “experiencia óptima”.
 
Una “experiencia óptima” es algo que hacemos para que suceda. Los mejores momentos suelen suceder cuando el cuerpo o la mente de una persona han llegado hasta un límite en un esfuerzo voluntario para conseguir algo difícil y que valiera la pena.
 
Tener el control en la vida nunca es fácil, y a veces puede ser hasta doloroso, pero a largo plazo las “experiencias óptimas” añaden un sentimiento de maestría que está tan cerca de lo que queremos decir normalmente  como felicidad o como cualquier otra cosa que podamos imaginarnos.
 
Desarrollé una teoría de la experiencia óptima basado en el concepto de “flujo”, el estado en el cual las personas se hallan tan involucradas en la actividad que nada más parece importarles. La experiencia, por si misma, es tan placentera que las personas la realizarán incluso aunque tenga un gran costo, por el puro motivo de hacerla.
 
“Flujo” examinar el proceso de conseguir felicidad gracias al control de nuestra vida interna.
 
“Flujo” es la manera en que la gente describe su estado mental cuando la conciencia está ordenada armoniosamente; gente que desea dedicarse a lo que hace por lo que le satisface en sí. Al repasar algunas de las actividades que de forma consistente producen flujo es más fácil entender qué hace feliz a la gente.
 
Y desde luego es crucial aprender a transformar el trabajo en actividades que produzcan flujo.
 
Así se puede entender la felicidad que siente un marinero al tensar una cuerda y sentir cuando el viento sopla entre sus cabellos, cuando el bote se lanza a través de las olas como un potro; las velas, el casco, el viento y el mar tarareando una canción que vibra en las venas del marinero. El marinero está en “flujo”.
  
Referencia:
-      Citado en: Mihaly Csikszentmihalyi, “Fluir – Una psicología de la felicidad”, Editorial Kairós, 1ra. Edición Digital, Julio 2010.

sábado, 6 de febrero de 2016

La selección ayuda la felicidad

Es interesante lo planteado por Marie Kondo, la gurú japonesa de la organización doméstica y que ha cambiado la vida de cientos de personas con su manual «La magia del orden», y que cree que el primer paso para alcanzar la felicidad es tener la casa ordenada.
 
Su sistema se basa en las siguientes claves:
-      Ordenar las prendas por categorías.
-      Seleccionar lo que nos produce «felicidad».
-      Categorizar.
-      Tratar los objetos como si fueran personas.
-      No hacer maratones de orden, ya que tienen efecto rebote.
 
Un aspecto potente y novedoso es “Seleccionar lo que nos produce felicidad”. Guardar únicamente objetos y cosas que nos transmitan emociones de alegría. Este concepto es un elemento sencillo, pero esencial de nuestras vidas. Tenemos que aprender a vivir en un mundo luminoso, desde creer que podemos tenerlo, pensar que es un mundo fantástico, disfrutar todas las maravillas que nos da. Y cuando ayuda el ir  seleccionando sólo aquellos aspectos que nos hacen feliz. Para que cuando nos “tropecemos” nuevamente con dichos objetos o cosas, se nos llene nuestro corazón de alegría.   
 
Desde ya, tenga en cuenta este pequeño detalle. Sólo seleccione lo que nos produce felicidad.
 
Referencias:
-      Citado en: “Las cinco claves del método Konmari: cuando el orden da la felicidad”, http://novo.lavozdegalicia.es/noticia/novo/que-se-cuece/2016/01/18/cinco-claves-metodo-konmari-orden-da-felicidad/00031453121913802124190.htm, 19 enero 2016.