Buscar este blog

viernes, 26 de febrero de 2021

Los tipos de Felicidad que nos hacen Feliz

 


La felicidad está ligada a la expectativa, a la esperanza, a la realización y al recuerdo.

Resumen:

En la literatura podemos encontrar una gran variedad de tipos de felicidad, dependiendo de los enfoques que se le quiera dar.

La mirada filosófica ha distinguido dos formas de felicidad. La hedonista relacionada con las experiencias placenteras y la eudemonista, que es una forma de felicidad más profunda originada por un propósito noble.

De una mirada cristiana nos encontramos con una felicidad terrenal y una felicidad celestial.

Se proporcionan antecedentes de un enfoque de la felicidad en el tiempo, considerando que la vida contempla pasado, presente y futuro, aunque sólo la realidad se da en el hoy, en el aquí y ahora.

De acuerdo con los especialistas de la Universidad British Columbia (Canadá) tenemos tres tipos de felicidad:

Felicidad Anticipatoria, que tiene que ver con esas sensaciones subjetivas que se experimentan antes de un hecho que se valora mucho.

Felicidad Momentánea, que es un instante en el que hay una atención máxima en el presente.

Felicidad Crepuscular, constituida básicamente por el recuerdo emocional de lo acontecido.

Los tipos de felicidad:

Si revisamos la literatura podemos encontrar una gran variedad de tipos de felicidad, dependiendo de los enfoques que se le quiera dar.

Así, tenemos la mirada de los filósofos, que podemos leer en: “Tipos de Felicidad según los filósofos griegos” (1).

Los filósofos han distinguido siempre estas dos formas básicas de felicidad. La hedonista relacionada con las experiencias placenteras y la eudemonista, que es una forma de felicidad más profunda originada por un propósito noble.

Una mirada cristiana, nos indica una felicidad terrenal y una felicidad celestial. De acuerdo con: “De los tipos de Felicidad” (2):

Son dos clases de felicidad muy distintas la que nos espera, de la que aquí abajo buscamos, porque entre otras diferencias, la felicidad en este mundo es buscada para satisfacer más a un cuerpo material que a un alma espiritual. Cuando abandonemos este mundo, nuestro actual cuerpo material se quedará aquí y será nuestra alma, la que ascienda a los cielos, que es una forma figurativa de hablar, pues el alma irá a su mundo espiritual que es de donde procede y donde se encuentra su Señor y Dios.

También está el enfoque del tiempo, considerando que la vida contempla pasado, presente y futuro, aunque sólo la realidad se da en el hoy, en el aquí y ahora.

Las investigaciones han demostrado que la felicidad tiene que ver con los recuerdos (el pasado), la realización (el presente) y las expectativas y esperanzas (futuro).

Se entrega a continuación extractos del artículo de Edith Sánchez: “Neuromarketing: ¿Cuántos tipos de felicidad existen?”, que profundiza los aspectos de felicidad en el tiempo.

Neuromarketing: ¿Cuántos tipos de felicidad existen? (3):

Todos sabemos que hay varios tipos de felicidad y que cada uno tiene su propio sabor. Por ejemplo, una cosa es la dicha que se experimenta al ver sonreír a un hijo y otra terminar con éxito algún proyecto difícil. Tampoco son iguales la satisfacción que da el amor de pareja que la que otorga el hecho de superar una enfermedad grave.

Los psicólogos e investigadores Aaron C. Weidman y Elizabeth W. Dunn de la Universidad British Columbia (Canadá) hicieron una investigación sobre los tipos de felicidad.

Son los siguientes.

1. Anticipatoria.

Uno de los tipos de felicidad es la anticipatoria. Como el nombre lo indica, tiene que ver con esas sensaciones subjetivas que se experimentan antes de un hecho o acontecimiento que se valora mucho. Se siente que esa situación va a proporcionar dicha y por eso las personas se sienten felices, incluso antes de que ocurra.

Es lo que sucede, por ejemplo, con los preparativos de un gran viaje con el que se sueña. Cada uno de los detalles de la planeación llega a disfrutarse intensamente. El viaje comienza en la mente y desde entonces proporciona un sentimiento de fruición y de entusiasmo.

2. Momentánea.

Weidman y Dunn señalan que el segundo de los tipos de felicidad es el momentáneo. Se refiere al placer y a la gratificación que se experimenta justo al momento de vivir alguna experiencia que se valora como altamente positiva y que otorga una sensación de plenitud. En otras palabras, le hace sentir a alguien que está “completo”.

Volviendo a nuestros ejemplos, la felicidad momentánea vendría a ser ese momento en el que se realiza el viaje…

La felicidad momentánea es un instante en el que hay una atención máxima en el presente. Es como si todo lo demás desapareciera y quedara solo ese momento actual, en el cual existe una sensación de realización subjetiva. Es lo que la gente define como felicidad real. Rara vez las personas se dan cuenta de que ya venían experimentando esa dicha desde antes, con la felicidad anticipatoria.

3. Crepuscular.

En la investigación se le denomina “felicidad crepuscular” a esa forma de dicha que tiene lugar después de haber vivido una situación muy agradable, satisfactoria o plena. Está constituida básicamente por el recuerdo emocional de lo acontecido. De hecho, cada vez que se trae a la memoria vuelve a experimentarse en parte esa dicha que se sintió en aquel momento.

Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando miramos un álbum de fotografías. La remembranza de los instantes felices trae una sonrisa al rostro, aunque sea claro que eso ya pasó y no va a repetirse. De todos modos, deja una huella en la mente y en las emociones. Por eso siempre se retiene algo de la esencia de ese momento.

Los investigadores también señalan que los diferentes tipos de felicidad son más intensos cuando están relacionados con experiencias que satisfacen alguna carencia o llenan una necesidad sentida. Esto quiere decir que nos hace más felices lo que compensa nuestros vacíos, que aquello que significa “más de algo bueno”.

Como se ve, según esta investigación, la felicidad está ligada a la expectativa, a la esperanza, a la realización y al recuerdo. En todas esas instancias hay una forma de dicha que nos haría incluso mayor bien, si aprendemos a apreciarla.

Felicidad en el tiempo:

De acuerdo con los especialistas de la Universidad British Columbia (Canadá), tenemos los siguientes tipos de felicidad.

Felicidad Anticipatoria.

Felicidad que tiene que ver con esas sensaciones subjetivas que se experimentan antes de un hecho o acontecimiento que se valora mucho. Se siente que esa situación va a proporcionar dicha y por eso las personas se sienten felices, incluso antes de que ocurra.

Felicidad en tiempo futuro, que tiene que ver con las expectativas y la esperanza.

Felicidad Momentánea.

La felicidad momentánea es un instante en el que hay una atención máxima en el presente. Es lo que la gente define como felicidad real.

Felicidad en tiempo presente, que tiene que ver con la realización en el ahora.

Felicidad Crepuscular.

Felicidad constituida básicamente por el recuerdo emocional de lo acontecido.

Felicidad en tiempo pasado y tiene que ver con el recuerdo.

Nuestros desafíos es aprender a disfrutar la vida considerando todos los componentes de felicidad, en el pasado, presente y futuro y debemos aprender a ser felices considerándolos todos.

 

Un abrazo,

 


 



Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Tipos de Felicidad según los filósofos griegos”, https://prisma101-1.blogspot.com/2020/08/tipos-de-felicidad-segun-los-filosofos.html, 21 agosto 2020.

(2)  Citado en: “De los tipos de Felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2014/08/de-los-tipos-de-felicidad.html, 21 agosto 2014.

(3)  Citado en: Edith Sánchez, “Neuromarketing: ¿Cuántos tipos de felicidad existen?”, https://www.america-retail.com/neuromarketing/neuromarketing-cuantos-tipos-de-felicidad-existen/, 24 diciembre 2020.

(4)  Imagen obtenida de: http://purafelicidad.org/felicidad/tipos/, consultado 26 febrero 2021.


viernes, 19 de febrero de 2021

La Fe nos da la Felicidad

 


“… ¡el camino de Jesús nos lleva siempre a la felicidad! … si nosotros seguimos su camino”. Papa Francisco.

Resumen:

¿Cómo se logra ser feliz?

Desde el punto de vista de los cristianos, la respuesta es directa y es que Dios nos da la felicidad.

Desde los Evangelios, que son los textos que narran la vida de Jesús, nos proporciona la buena noticia de Jesús que nos indica que vivimos para ser felices.

El énfasis de los Evangelios es como lo indica el Papa Francisco:

“… ¡el camino de Jesús nos lleva siempre a la felicidad! … si nosotros seguimos su camino”.

Los Evangelios nos expresan los “caminos” que deberíamos seguir:

-      Lograr una plenitud de vida, a través del Sermón de las Bienaventuranzas (Mt 5).

-      Hay que buscar el Reino de Dios y su justicia, porque lo demás viene por añadidura (Mt 6,33).

-      Entender lo que insiste a Marta, sólo una cosa es necesaria (Lc 10, 42).

Jesús atraía a las personas porque siempre los animaba y por la felicidad que irradiaba, invitándolos a un nuevo modo de vivir, porque el vivir así se es feliz.

Dios nos da la felicidad:

Cada vez más nos vamos sensibilizando que vivimos para ser felices. Y desde luego una de las interrogantes es ¿cómo se logra ser feliz?

Desde el punto de vista de los cristianos, la respuesta es directa y es que Dios nos da la felicidad.

En el artículo: “La Fe en Dios es Felicidad” (1), se ha citado lo planteado por José Andrés Pimentel, que indica:

La manera de ser felices se presenta de manera simple en las escrituras: la obediencia a Dios es placer. La fe en Cristo es alegría.

aprendemos que Dios es el autor de la felicidad. La felicidad tiene sus orígenes en Dios. Es diseñada y planeada en el cielo para manifestarla en la tierra a los hijos de Dios. Dios es infinitamente feliz él mismo, y Él comparte esa felicidad con sus hijos. Esta forma de vida nos permite disfrutar del mundo tal como es. Reconocemos que Dios ha creado el mundo para su gloria y nuestra felicidad. En conocer a Dios personalmente, su amor y su bondad, encontramos una manera acertada y saludablemente de ser felices.

En palabras del Papa Francisco (1):

“… ¡el camino de Jesús nos lleva siempre a la felicidad! … si nosotros seguimos su camino”.

Con el propósito de profundizar más en la relación de la fe y la felicidad, se adjunta extracto del artículo del Pbro. José Carlos Fernández: “Felicidad empieza con fe” (2):

Felicidad empieza con fe (2):

¿Hay relación entre felicidad y fe? 

Ahora bien, Cristo es la plenitud del mensaje cristiano, y desde esta perspectiva, la felicidad propia del cristiano. ¿Este mensaje tiene que ver con ese deseo que todos tenemos de ser felices?

Los libros que narran la vida de Cristo se denominan “Evangelios”. Evangelio, significa buena noticia. Y si es buena noticia… no hay mejor noticia que la de ser feliz. En su predicación Cristo habla de una plenitud de vida: en el Sermón de las Bienaventuranzas (Mt 5), poco tiempo después recalca que si se busca el Reino de Dios y su justicia lo demás viene por añadidura (Mt 6,33), y le insiste a Marta, afanada por atender muchas cosas del hogar, que sólo una cosa es necesaria (Lc 10, 42).

También Cristo habla sobre destinos y actos del hombre que no conducen a la felicidad: y así contrapone la vida del rico que tiene banquetes diariamente a la de Lázaro (Lc 16, 19-31), se encuentra con un joven rico que rechaza la llamada de Jesús a seguirle y se va triste (Mt 19, 22) y muestra lo absurdo del mero acumular riquezas. Estos pasajes, que son una muestra y que podrían ser otros, muestran que no todo lo uno hace se acerca a la plenitud. La plenitud está en el seguimiento a Cristo, y eso es un tipo de relación, de vocación.

Lo que Jesús nos trae no es algo, en el sentido de una cosa, sino un nuevo modo de vivir. Y si vives así, eres feliz: ciertamente en el más allá de un modo pleno y total, pero ya aquí de un modo incoado, pues ese nuevo modo de vivir empieza en este mundo. Curiosa coincidencia con la doctrina aristotélica: una actividad, un modo de vivir, que te hace feliz. Con lo cual, la doctrina de Cristo no se presenta como un elemento de felicidad, sino como la única felicidad. Si tienes esa vida, no te hace falta nada más, y si no la tienes… te hace falta todo.

Esa vida cristiana consiste en la participación de la vida divina, que logramos con la gracia: y esa vida divina consiste en amor. He aquí la actividad más propia del hombre. En el ser humano, ese amor, ese darse, genera la familia. La donación perfecta del hombre hacia la mujer y de la mujer hacia el hombre forman la familia. Y vivir así tiene consecuencias prácticas: la aceptación de los demás, la difusión del amor… y la capacidad de atraer a otros.

Jesús atraía, resumiendo tantas características de su mensaje, por la felicidad que irradiaba. Se entiende por qué la gente que le seguía era feliz. A pesar del mundo convulso que les rodeaba.

El cristianismo tiene hoy y siempre el gran reto de ser esa fuente de felicidad, mostrando la vida según el amor que Dios le tiene a cada hombre. Porque una persona feliz, cuando acudes a ella, te levanta, no te hunde. Como Jesús con la adúltera, con Zaqueo, con Mateo, con los apóstoles… y con cada uno de nosotros que elija seguirle.

El mensaje de Jesús:

Los Evangelios son los textos que narran la vida de Jesús y como “evangelio” significa buena noticia, que mejor noticia que nos entrega Jesús que nos indica que vivimos para ser felices.

El énfasis de los Evangelios es como lo indica el Papa Francisco:

“… ¡el camino de Jesús nos lleva siempre a la felicidad! … si nosotros seguimos su camino”.

Los Evangelios nos expresan los “caminos” que deberíamos seguir:

-      Lograr una plenitud de vida, a través del Sermón de las Bienaventuranzas (Mt 5).

-      Hay que buscar el Reino de Dios y su justicia, porque lo demás viene por añadidura (Mt 6,33).

-      Entender lo que insiste a Marta, sólo una cosa es necesaria (Lc 10, 42).

A su vez, nos hablan sobre destinos y actos del hombre que no conducen a la felicidad:

-      No buscar recompensas en la tierra sino en el cielo. Lo expresa al contraponer la vida del rico que tiene banquetes diariamente a la de Lázaro (Lc 16, 19-31).

-      Lo absurdo de acumular riquezas. Nos relata sobre el rechazo del joven rico al llamado de Jesús a seguirle y que se va triste (Mt 19, 22).

Con su magnetismo Jesús atraía a las personas, porque siempre los animaba y por la felicidad que irradiaba, invitándolos a un nuevo modo de vivir, porque si se vive así, se es feliz.

 

Un abrazo,


 




Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La Fe en Dios es Felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2020/10/la-fe-en-dios-es-felicidad.html, 22 octubre 2020.

(2)  Citado en: Pbro. José Carlos Fernández, “Felicidad empieza con fe”, https://www.prensalibre.com/vida/felicidad-empieza-con-fe/, 24 diciembre 2020.

(3)  Imagen obtenida de: https://fr-fr.facebook.com/ArcangelesdelBuenPastor/posts/2959564920730138/, consultado 19 febrero 2021.


viernes, 12 de febrero de 2021

La filosofía siempre ha considerado la Felicidad

 


La filosofía no se ha dedicado específicamente a tratar de determinar en qué consiste exactamente “ser feliz”.  Pero da por sentado que la búsqueda de la felicidad es el objetivo final del ser humano y se ha ocupado de estudiar los medios para conseguirla.

 

Resumen:

A veces se vincula a la felicidad con la suerte. Y algunas personas van más allá y dicen, por ejemplo, que para ser feliz hay que ganarse la lotería.

Estas personas no dejan de tener algo de razón, porque en algunos idiomas como el español, los orígenes de la palabra felicidad tienen que ver con ser afortunado.

Claro está que la suerte puede ayudar en algo para ser más feliz, pero como lo expresó el filósofo Bertrand Russell es necesario trabajar para lograrla.

Si bien es cierto que la filosofía nunca se ha dedicado a determinar en qué consiste exactamente en ser feliz, si ha contemplado que la búsqueda de la felicidad es el objetivo final del ser humano y que si se ha ocupado de estudiar los medios para conseguirla.

Se considera que Aristóteles fue el primer filósofo que se concentró de manera más sistemática en analizar la felicidad y estaba convencido de que obrar bien, llevar una vida virtuosa y ética, era condición imprescindible para ser feliz.

 

La felicidad es tener algo de suerte y mucho más:

A veces consideramos que, para ser feliz, hay que tener suerte. Y algunos van más allá y dice que para ser feliz hay que ganarse la lotería, hay que casarse con una persona millonaria, etc. Estas personas no dejan de tener algo de razón, porque en algunos idiomas como el español, los orígenes de la palabra felicidad tienen que ver con ser afortunado.

Aunque la suerte puede ayudar a ser más felices, es necesario trabajar para lograrla, como lo expresó Bertrand Russell (1872-1970) - Filósofo, Matemático y Escritor Inglés (1):

El esfuerzo, más incluso que el propio éxito, es un ingrediente esencial de la felicidad

Así como Russel, desde los antiguos filósofos griegos han tenido que ver con la felicidad, principalmente al considerar que la búsqueda de la felicidad es el objetivo final del ser humano y en estudiar los medios para conseguirla.

Con el objeto de conocer más de los aportes de la filosofía en la felicidad, se entrega a continuación extractos del artículo de Irene Hdez Velasco: “De Aristóteles a Bauman: los secretos de la filosofía para lograr la felicidad” (2), con los antecedentes aportados por la filósofa española Victoria Camps.

 

De Aristóteles a Bauman: los secretos de la filosofía para lograr la felicidad (2):

Los antiguos griegos lo denominaban "eudaimonía", un término bastante escurridizo que incluye el concepto de suerte. En inglés se llama "happiness", palabra que procede del verbo "hap": tener suerte. En francés se refieren a ella como "bonheur", vocablo resultante de la unión de "bon" (bueno) y "heur" (suerte). En italiano, portugués y español se la conoce respectivamente como "felicità", "felicidade" y "felicidad", voces todas ellas procedentes del latín "felix", afortunado

Pero, aunque la suerte puede ayudar a conseguir la felicidad, no basta. La felicidad, como decía Bertrand Russell, es una conquista, hay que trabajársela.

Es evidente que la felicidad es lo más demandado y lo más universal desde que existe la humanidad. Es decir: desde hace 400.000 años es lo más buscado, lo más ansiado. Los psicólogos evolucionistas aseguran que es precisamente esa búsqueda de felicidad lo que nos ha permitido sobrevivir como especie durante todo este tiempo, concediéndonos una ventaja adaptativa respecto al resto de seres vivos.

La pregunta es: ¿cómo demonios se consigue la felicidad?

La filosofía, la disciplina que intenta explicar la realidad y el sentido del obrar humano, nunca se ha dedicado específicamente a tratar de determinar en qué consiste exactamente ser feliz, un concepto difícil e incluso impenetrable. Pero la filosofía sí que da por sentado que la búsqueda de la felicidad es el objetivo final del ser humano y sí que se ha ocupado de estudiar los medios para conseguirla.

De ahí que Victoria Camps, filósofa, catedrática emérita de Filosofía en la Universitat Autònoma de Barcelona y desde octubre pasado miembro permanente del Consejo de Estado, analice ahora en un libro delicioso, En busca de la felicidad (editorial Arpa), las principales reflexiones y aportaciones de numerosos filósofos alrededor de ese concepto.

Al fin y al cabo, la felicidad siempre ha estado vinculada a la ética, un concepto en el que Camps es experta y que fue establecido por los filósofos griegos, quienes consideraban que para conseguir la felicidad cada persona debía esmerarse en construir un "ethos", una manera de ser que le disponga y le ayude a vivir bien. "Y vincular la felicidad a la ética significa que aquella reside en el carácter o en la personalidad de cada uno, más que en un código o en un listado de normas que hay que acatar", sentencia Camps.

Aristóteles fue el primer filósofo que se concentró de manera más sistemática en analizar la felicidad. Estaba convencido de que obrar bien, llevar una vida virtuosa y ética, era condición imprescindible para ser feliz.

También fueron filósofos griegos los que postularon que la felicidad se conseguía viviendo una vida simple y acorde con la naturaleza. Así, cuando Alejandro Magno se topó con Diógenes de Sinope, un famoso filósofo de la escuela cínica que rechazaba los bienes materiales, y le vio desnudo y tumbado a orillas de un río, le propuso: "Pídeme cualquier cosa y te lo concederé ". A lo que Diógenes, sin inmutarse lo más mínimo, le contestó: "Lo único que quiero es que te apartes, me tapas el sol".

Los estoicos, los filósofos griegos que más han abundado en el tema de la felicidad, bebieron mucho de los cínicos. Pero fueron aún más allá. También ellos consideraban que había que vivir conforme a la naturaleza y que la felicidad se alcanzaba llevando "una vida digna de ser vivida". Y para ello, decían, había que tener claro lo que depende de uno, lo que no depende de uno y aceptar esto último sin más, "con indiferencia" por usar sus propias palabras.

Los seguidores de esa escuela tenían muy claro que la vida no es un lecho de rosas, eran plenamente conscientes de la vulnerabilidad de los seres humanos, y defendían que no había que angustiarse por ejemplo ante la muerte, dado que la misma es inevitable. "Pero muchas veces es muy duro pedir al ser humano que sea insensible ante los infortunios, las desavenencias, la muerte, la enfermedad...", subraya Victoria Camps.

 

A la filosofía griega en general hay que hacerle dos acotaciones. La primera: considera que el bien colectivo está por encima del bien individual, que "el todo es más que la suma de las partes", como decía Aristóteles. Y la segunda precisión: su concepto de felicidad se limitaba a los hombres libres, a quienes se dedicaban a la vida pública. Ni las mujeres ni los esclavos tenían por tanto acceso a la felicidad.

Lo que nos dice los filósofos:

Para los antiguos filósofos griegos, el término felicidad, incluye el concepto de suerte.

En los idiomas inglés, francés, italiano, portugués y español, se puede concluir que la palabra felicidad también procede de términos que consideran la suerte.

Fue el filósofo Bertrand Russell el primero que enfatizó que la felicidad es una conquista y debe trabajarse para lograrla.

Si bien es cierto que la filosofía nunca se ha dedicado a determinar en qué consiste exactamente ser feliz, si ha considerado que la búsqueda de la felicidad es el objetivo final del ser humano y sí que la filosofía se ha ocupado de estudiar los medios para conseguirla.

Se considera que Aristóteles fue el primer filósofo que se concentró de manera más sistemática en analizar la felicidad y estaba convencido de que obrar bien, llevar una vida virtuosa y ética, era condición imprescindible para ser feliz.

 

Un abrazo,

Referencias:

(1)  Citado en: José A. Menendez, “Una vida agradable y feliz”, http://www.eltribuno.info/una-vida-agradable-y-feliz-n710497,  9 Mayo 2016.

(2)  Citado en: Irene Hdez Velasco, “De Aristóteles a Bauman: los secretos de la filosofía para lograr la felicidad”, https://www.elmundo.es/papel/historias/2019/02/01/5c52e8e521efa0292e8b4661.html, 1 febrero 2019.

(3)  Imagen obtenida de: https://es.slideshare.net/rodrigomunoz58/la-felicidad-12871754, consultado 10 febrero 2021.


viernes, 5 de febrero de 2021

Mejorar el nivel de la Felicidad en forma sencilla

 

El mejoramiento de la felicidad es buscar y lograr los cambios deseados de manera consciente de las personas a través de las actividades cotidianas.

 Resumen:

¿Qué hacer para ser más feliz?

Lo ideal es hacer algo sencillo que nos permita tener la sensibilidad que estamos mejorando en nuestro nivel de felicidad. A su vez, que considere pequeños cambios que todos los podamos hacer.

Se comparte el método creado por Martin Combstrong, que considera cambios menores y que permite sensibilizarse en los avances del mejoramiento del nivel de felicidad.

El método contempla hacerse las siguientes dos preguntas, cada día, antes de dormir:

-      Del 1 al 10, ¿cómo de feliz con tu vida has sido hoy?

-      Si tu felicidad fuese un punto superior, ¿qué sería diferente?

Y desde luego todos ya conocemos los beneficios de mejorar nuestro nivel de felicidad en nuestras vidas.

Mejoramiento de la felicidad:

Cuando hablamos de felicidad, hay muchos aspectos que se pueden considerar. Uno de ellos es ¿qué hacer para ser más feliz? Hacer algo sencillo que nos permita tener la sensibilidad que estamos mejorando en nuestro nivel de felicidad.

Un aspecto básico que debemos tener presente es que para saber si avanzamos o mejoramos, debemos medir.

De acuerdo con la máxima, atribuida a Peter Drucker (1909-2005) - Filósofo Austriaco de la administración del siglo XX:

“Lo que se puede medir se puede mejorar”

Otro aspecto es si enfrentamos planes de mejoramiento que consideren grandes cambios o contemplar pequeños cambios, pero constantes, lo que conocemos como mejoramiento continuo.

Considerando una definición similar a la de “Mejoramiento de Vida”, al “Mejoramiento de la Felicidad”, podemos expresar (2):

El mejoramiento de la felicidad es buscar y lograr los cambios deseados de manera consciente de las personas a través de las actividades cotidianas.

Un método que cumple con los aspectos señalados es el creado por Martin Combstrong, redactor de psicología. Es por lo cual se presenta a continuación un extracto del artículo de Marta Pachón Díaz: “Estas son las 2 preguntas que tienes que hacerte cada noche para ser más feliz” (3).

Estas son las 2 preguntas que tienes que hacerte cada noche para ser más feliz (3):

A veces, se piensa que la clave para ser más feliz está en los grandes cambios respecto a cómo se vive. Pero, a veces, estos hacen que las personas se agobien. En cambio, una mejor estrategia es centrarse en las pequeñas mejoras, mucho más al alcance de cualquiera.

Martin Combstrong, redactor de psicología en Medium, explica en un artículo, que él lleva un tiempo haciéndose dos preguntas antes de dormir, que aprendió en una terapia centrada en encontrar soluciones:

Del 1 al 10, ¿cómo de feliz con tu vida has sido hoy?

No necesitas hacer una lista sobre las razones por las que eres feliz: solo pon un número basado en cómo te has sentido ese día.

Combstrong recomienda que estas preguntas se hagan cada día justo antes de ir a dormir, ya que mientras se duerme es cuando el cerebro puede hacer conexiones más creativas.

Ahora añade un punto a esa calificación y pregúntate lo siguiente.

Si tu felicidad fuese un punto superior, ¿qué sería diferente?

"La pregunta ¿qué sería diferente? envía a tu cerebro a una misión de buscar los pequeños cambios que puedes hacer en tu vida para hacerla mejor al día siguiente", explica Combstrong en el artículo. "Puede ser ir a pasear 20 minutos o llamar un viejo amigo para ponerse al día".

Combstrong sostiene que hay que añadir solo un punto para que esos cambios puedan realizarse fácilmente y evitar el agobio. "Si añades más —si vas de 3 a 9, por ejemplo— probablemente sientas ansiedad ante el gran desafío que tienes por delante y querrás posponerlo".

Su recomendación pasa por hacer ese simple ejercicio durante varias semanas y meses para que empiecen a notarse esos pequeños cambios y añade que lo más positivo de hacerse estas 2 preguntas es que te ayudan a mejorar de una forma que no se percibe como trabajo.

El método sencillo de Martin Combstrong:

El método considera cambios menores y que permite sensibilizarse en los avances del mejoramiento del nivel de felicidad:

Hacerse las siguientes dos preguntas, cada día, antes de dormir:

-      Del 1 al 10, ¿cómo de feliz con tu vida has sido hoy?

-      Si tu felicidad fuese un punto superior, ¿qué sería diferente?

Los buenos resultados que se obtienen están basados en que:

-  Mientras se duerme es cuando el cerebro puede hacer conexiones más creativas.

-      La pregunta ¿qué sería diferente? envía a tu cerebro a una misión de buscar los pequeños cambios que puedes hacer en tu vida para hacerla mejor al día siguiente.

Y desde luego todos ya conocemos los beneficios de mejorar nuestro nivel de felicidad en nuestras vidas.

 

Un abrazo,



 

 


Referencias:

(1)  Citado en: Redamés león, “Lo que se puede medir se puede mejorar, https://es.linkedin.com/pulse/lo-que-se-puede-medir-mejorar-josé-radamés-león,16 noviembre 2017.

(2)  Citado en: “Guía práctica de mejoramiento de vida”, https://www.jica.go.jp/project/spanish/ecuador/001/materials/c8h0vm00008bcae4-att/vida.pdf, Mayo 2015.

(3)  Citado en: Marta Pachón Díaz, “Estas son las 2 preguntas que tienes que hacerte cada noche para ser más feliz”, https://www.businessinsider.es/estas-son-2-preguntas-tienes-hacerte-ser-feliz-768879, 5 diciembre 2020.

(4)  Imagen obtenida de: https://es.123rf.com/photo_65194919_nivel-de-felicidad-a-metros-conceptual-m%C3%A1xima-la-representaci%C3%B3n-3d.html, consultado 5 febrero 2021.