“Escuchar detenidamente te hace especial pues casi nadie lo hace".
Ernest
Hemingway.
Resumen:
El escuchar no sólo
se hace con los oídos. Es una actitud de escucha que compromete muchas más que
la audición. Y el saber escuchar tiene un gran impacto en las actividades que
nos hacen más felices, como son el relacionarse y poder ayudar mejor a las
personas.
Los especialistas nos han
enseñado:
El filósofo Francesc
Torralba:
"Escuchar es un
acto intencional que tiene por objetivo comprender al otro. Es, en esencia,
un acto libre" y "Cuando escuchamos al otro, también descubrimos
quiénes somos, cuál es nuestra identidad, qué nos separa y nos une del otro. Es
un ejercicio de tolerancia y de autoconocimiento",
La Coach Silvia
Guarnieri nos indica que "Los grandes escuchadores pueden sanar el
alma. Sanar el alma a través de la palabra".
El escuchar es más que
el oír:
Es común el reproche de
las personas: ¿Estas escuchando o sólo estas oyendo? La verdad es que no queda
del todo claro cuál es la diferencia.
Al recurrir a la
literatura, podemos encontrar que grandes personalidades han indicado:
Khalil Gibran
(1883-1931) - Ensayista, Novelista y Poeta Libanés (1):
“Algunos
oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y algunos
no oyen en absoluto”.
David Perkins Dexter
(1919-2007) - Genetista Estadounidense (2):
“Para
que el cerebro pueda comprender, el corazón debe escuchar primero”.
Al revisar estas citas,
nos queda claro que escuchar no sólo se hace con los oídos. Es una actitud
de escucha que compromete mucho más que la audición.
El saber escuchar tiene
un gran impacto en las actividades que nos hacen más felices,
como son el relacionarse, el poder ayudar mejora a las personas y tantas otras.
Se entrega a
continuación extractos del artículo de Vanessa Graell: “Escuchar a los demás te
hace más feliz” (3), que considera antecedentes de la filosofía y del coaching.
Escuchar a los
demás te hace más feliz (3):
Escuchar es un
arte, más aún en la era de las distracciones. La escucha activa es la mejor
herramienta de conexión y empatía.
Parece fácil... Pero
cada vez escuchamos menos a los demás e incluso a nosotros mismos. Escuchar
es una de las llaves de crecimiento personal, desde la filosofía contemporánea
hasta el coaching más práctico: escuchar te cambia (y, por cierto, puede
hacerte más feliz).
"Escuchar
detenidamente te hace especial pues casi nadie lo hace". Lo decía
Ernest Hemingway hace casi un siglo. ¿Sabemos escuchar? ¿O en el siglo XXI, con
el boom de estímulos tecnológicos, nos limitamos a oír ¿En la sociedad del
selfie y del narcisismo Instagram escuchamos cada vez menos? Porque escuchar
implica olvidarse del propio ego (al menos durante un rato) para centrarse en
el otro.
Hay una dimensión
filosófica en el hecho de escuchar. Una dimensión que hemos ido perdiendo...
"Escuchamos poco y mal y precisamente por eso hay tantos problemas
comunicativos y tanta soledad. No damos tiempo al otro, no somos receptivos
a sus gestos, nos resulta muy difícil arrinconar nuestros pensamientos para
dejar espacio y tiempo al otro", señala el filósofo
Francesc Torralba, catedrático de la Universidad Ramon Llull y autor de
numerosos ensayos de filosofía contemporánea. En 2006, Torralba publicó un
libro que debería estar en todas las estanterías o mesitas de noche: “El arte
de saber escuchar” (editorial Milenio), un ameno ensayo entre la teoría
filosófica y el manual práctico, un breve pero contundente volumen que nos
habla de tú a tú.
"Escuchar es un
acto intencional que tiene por objetivo comprender al otro. Es, en esencia, un
acto libre", define Torralba. Y va más allá: "Escuchar es uno de
los actos más libres que puede realizar una persona. De hecho, sólo en el fondo
de nuestra interioridad, sabemos a quién escuchamos y a quién no". Escuchar
es una acción, no un acto pasivo. Y requiere ciertas habilidades. Para
empezar, hay que desinflar el ego, olvidarse de que tu 'yo' es el centro del
mundo. "Escuchar es descentrarse, olvidarse de las propias
preocupaciones, para dar protagonismo al otro. Es un acto de generosidad y de
humildad que requiere trascender el ego. Estamos tan apegados a nuestro
ego, que el otro se convierte en un ser extraño, en un ente que habita en un
universo paralelo", considera Torralba.
En una escucha
activa, hay que esforzarse en percibir la realidad desde otro prisma: el de la
persona que tenemos delante. Pero... ¿a quién
tenemos que escuchar? En su libro, Torralba establece una interesante
clasificación con sus correspondientes valores: los niños (que representan la
inocencia), los abuelos (la experiencia), los enfermos (la seriedad), los
amigos (la transparencia) y los sabios (la felicidad). "Cuando
escuchamos al otro, también descubrimos quiénes somos, cuál es nuestra
identidad, qué nos separa y nos une del otro. Es un ejercicio de tolerancia y
de autoconocimiento", afirma Torralba. Porque escuchar tiene
consecuencias filosóficas: conduce al conocimiento de uno mismo. Escuchar a los
demás es un primer paso para escucharse a uno mismo, a nuestra voz interior, a
los deseos y necesidades del alma.
'UN ESPEJO EN EL QUE
MIRARSE'
Más allá de la
dimensión filosófica, escuchar es también la base de la psicología y del
coaching. "En nuestra profesión, escuchar es la competencia clave. Cuando
logramos ser 'buenos escuchadores', la persona que habla construye un relato
sobre sí misma y su entorno de forma que, al terminar la conversación, su yo
más íntimo ya ha cambiado, ha mutado. La escucha es síntoma de empatía, de
afán por conocer las ideas, la situación, las fortalezas y también las posibles
dificultades, de entender en definitiva el universo del otro", explica
Silvia Guarnieri, Master Coach certificada por la International Coaching
Federation de Estados Unidos.
¿Ya no podemos SOLO
escuchar? ¿Cuántas distracciones aparecen en una conversación de una hora:
notificaciones en el móvil, estímulos externos, ¿nuestra propia mente
extraviada en otros pensamientos...? Escuchar implica ir más allá de la
conversación. "Cuando entrenamos nuestra habilidad para escuchar, no
solo escuchamos las palabras, escuchamos la intención de las palabras y lo que
hay detrás de las mismas. También nos hacemos sensibles a lo que la emoción y
el cuerpo del que habla nos está mostrando. De esta forma el que habla
siente alivio porque normaliza lo que le pasa y encuentra en la acogedora
escucha palabras que, al ser dichas, generan un espejo en el que mirarse",
explica la coach.
LAS CUALIDADES DEL BUEN
ESCUCHADOR
Silvia Guarnieri dibuja
las cualidades del buen escuchador (algunas "parecen obvias, pero pocas
veces lo vemos en la práctica", matiza):
Escuchar es oír
con plena atención e interpretar lo que quieren
decirme. Quien escucha no interrumpe, no se distrae y centra toda su
atención en el que habla.
Dejar el ego a
un lado para que la conversación se vuelva
sobre la otra persona.
Plantea
preguntas para cotejar que lo que ha entendido
coincide con lo que su interlocutor le ha querido transmitir.
Pregunta desde
la curiosidad del niño: invita a la
intimidad, invita a la conexión, no intenta convencerte de lo contrario, sólo
pregunta para entender. Pregunta realmente para escuchar, no para hablar él.
Tiene mucha
paciencia, para que podamos contar todo el
relato, sin juicios, sin interrupciones.
Utiliza los
silencios a modo de espacio disruptivo para
provocar la reflexión.
La conclusión de
Guarnieri es clara: "Los grandes escuchadores pueden sanar el alma.
Sanar el alma a través de la palabra". Pero... ¿Cómo podemos pasar de
una escucha superficial a una profunda? "Se trata de empezar la
conversación desde un "y si..." en lugar de escuchar desde el
prejuicio con un "no es posible...". Es decir, ser conscientes de que
podemos elegir nuestro tipo escucha, podemos escuchar solo para tener razón,
para contradecir, para hacer daño. Podemos escuchar para entender, para
conciliar, para aprender, para compartir. Escuchar no es un acto pasivo, es
dar la bienvenida al otro. El que escucha genera una caja de resonancia, un
espacio de posibilidad para el otro", anima Guarnieri.
Si Hemingway decía que
escuchar te hace especial, Guarnieri tira de Pablo Neruda para hablar de esa
transformación: "Escuchar es bucear sin prisa (pero sin pausa) en
aquellos vínculos que logran sacarnos de nuestra caja de confort y que, cuando
se acaba el café, 'nosotros, los de antes, ya no somos los mismos', como
decía Neruda".
Lo que es y los
beneficios de escuchar:
Los especialistas nos
enseñan lo que significa y los beneficios de escuchar:
El filósofo Francesc
Torralba:
"Escuchar es un
acto intencional que tiene por objetivo comprender al otro. Es, en esencia,
un acto libre"
"Escuchar es
descentrarse, olvidarse de las propias preocupaciones, para dar protagonismo al
otro. Es un acto de generosidad y de humildad que requiere trascender el
ego. Estamos tan apegados a nuestro ego, que el otro se convierte en un ser
extraño, en un ente que habita en un universo paralelo"
El escuchar nos permite:
"Cuando
escuchamos al otro, también descubrimos quiénes somos, cuál es nuestra identidad,
qué nos separa y nos une del otro. Es un ejercicio de tolerancia y de
autoconocimiento",
La Coach Silvia
Guarnieri:
Se logra al escuchar:
"Cuando
entrenamos nuestra habilidad para escuchar, no solo escuchamos las palabras,
escuchamos la intención de las palabras y lo que hay detrás de las mismas.
También nos hacemos sensibles a lo que la emoción y el cuerpo del que habla nos
está mostrando. De esta forma el que habla siente alivio porque normaliza
lo que le pasa y encuentra en la acogedora escucha palabras que, al ser dichas,
generan un espejo en el que mirarse".
"Los grandes
escuchadores pueden sanar el alma. Sanar el alma a través de la palabra".
“… Escuchar no
es un acto pasivo, es dar la bienvenida al otro. El que escucha genera una caja
de resonancia, un espacio de posibilidad para el otro…”
Un abrazo
Referencias:
(1) Citado
en: Revista Muy Interesante, No 38, septiembre 1990, pp34.
(2) Citado
en: Efecto!Club, Publicación 481 ; Procesos y Confianza, Jueves 4 diciembre 2008,
http://www.efectividad.net/efecto-041208.
(3) Citado
en: Vanessa Graell, “Escuchar a los demás te hace más feliz”,
https://www.telva.com/bienestar/psicologia/2021/03/12/604b4d3a01a2f1aa018b45f2.html,
12 marzo 2021.
(4) Imagen
obtenida de: https://www.facebook.com/HijoDeGuatemala/posts/984690651991311/,
25 junio 2020.